Estoy seguro que el Ford Fiesta ST Line y el Volkswagen Polo R-Line son dos compactos que estarán en tu lista de candidatos si buscas un utilitario que sea estéticamente espectacular. Lo sé. Y es que objetivamente son dos de los modelos del segmento B más chulos que hay, gracias a sus versiones más deportivas.

Ahora bien, elegir uno u otro puede ser cuestión de matices o de gustos personales. En general, estos acabados no afectan de manera importante al comportamiento general del Ford Fiesta o del Volkswagen Polo, por lo que las reglas que usamos para decidir entre uno y otro se mantienen sin apenas variaciones en comparación con otros modelos de la gama. ¡Esto es una cuestión estética!

Diseño deportivo

Lo primero que llama la atención es el diseño deportivo de ambos modelos. Es la gracia de los acabados ST Line de Ford y R-Line de Volkswagen: los dos adaptan elementos de los vehículos más deportivos de sus respectivas gamas, para que estéticamente sean lo más atractivos posible, pero unidos a motores muy eficientes y a un comportamiento más relado.

El Ford Fiesta ST-Line luce un aspecto muy chulo, con tomas de aire algo más grandes en la parte delantera, llantas de 17 pulgadas o un difusor algo más deportivo. Las diferencias en el Polo son similares: el frontal me parece algo más discreto pero gana con unas espectaculares llantas de 18 pulgadas muy similares a las del GTI. La zaga también me gusta más, con una salida de escape más marcada.

Dos interiores poco deportivos

Puertas adentro las diferencias respecto a otros modelos de la gama se empiezan a reducir. Asientos algo más deportivos, costuras en color de contraste y poco más. En el caso del interior del Ford Fiesta ST-Line me gustan los toques de color de esta versión, casi siempre en color rojo. Del Volkswagen Polo R-Line me quedo con los asientos deportivos, con un buen agarre lateral y un diseño bastante chulo pese a estar tapizados en tela.

Por lo demás, las diferencias habituales entre estos dos utilitarios: el Fiesta ofrece un interior algo más sencillo y con materiales algo más justos, pero con una pantalla muy bien situada en lo alto del salpicadero. El Polo quiere tener un rollo algo más premium y elementos como el cuadro de mandos digital ayudan a que el aspecto sea también un poco más tecnológico.

Comportamiento dinámico: el Fiesta ST Line es un hueso duro de roer

No es ningún secreto si afirmo categóricamente que el Ford Fiesta ST es un referente en su segmento cuando hablamos de comportamiento dinámico. Un pequeño con un gran chasis, ligero y que se mueve muy bien. Me gusta su dirección rápida y precisa y el tacto de su caja de cambios manual. Un coche que puede llegar a ser divertido.

El Volkswagen Polo es un Volkswagen y como tal hace gala de un equilibrio total. No falla en nada pero tampoco destaca. Algo más refinado que el Ford, ofrece, en este acabado R-Line, un buen equilibrio entre confort y deportividad, gracias a su suspensión con un tarado algo más firme. ¡No es mala opción este Polo!

Gama de motores: ¡lógica y sensata!

Como es de esperar en los tiempos que corren, la gama de motores del Ford Fiesta ST Line es concreta y sensata, no se anda con rodeos. Empezamos con el mítico tricilíndrico EcoBoost de 95 CV para seguir con un diésel de 85 CV, el ideal si quieres ahorrar lo máximo o recorres muchos kilómetros. También hay un motor alimentado por GLP de 75 CV, un micro-híbrido con 114 CV y en la cúspide de la gama un EcoBoost tricilíndrico de 125 CV.

Las similitudes entre uno y otro son evidentes incluso en los motores: la gama del Volkswagen Polo R-Line arranca con un gasolina de tres cilindros, turbo y un litro de 95 CV (todo idéntico al Fiesta). Desafortunadamente, la gama del Polo es más corta y finaliza con un gasolina de 115 CV. No hay diésel, no hay micro-híbrido y no hay GLP. Punto negativo.

Precio: el Polo marca diferencias

Unos 1.500 euros. Esa es aproximadamente la diferencia de precio entre el Ford Fiesta ST Line y el Volkswagen Polo R-Line. Y es que el alemán tiene un componente premium, algo más de calidad general y más tecnología de infoentretenimiento y eso se paga. Ahora bien, ¿vale la pena pagar ese sobreprecio? ¿Es la opción más recomendable?

Conclusión. ¡Tú decides!

Bien, está todo bastante claro, ¿verdad? Del Ford Fiesta ST Line me quedo con su comportamiento dinámico y su mayor gama de motores, pudiendo elegir GLP o micro-híbridos, ambos con etiqueta ECO. Del Volkswagen Polo R-Line me quedo con su diseño y con su interior, un poco mejor acabado y con tecnología más interesante.

Ahora lo que toca es ir a los concesionarios a preguntar precios. Los descuentos en ambos casos están sobre la mesa, pero ya te adelanto que difícilmente la diferencia de precio entre el Fiesta y el Polo se reducirá. ¡Lo que también puedes poner en la ecuación son las diferentes opciones de renting flexible que ofrece Volkswagen!