Escándalos que hicieron temblar la industria de la automoción

Escándalos de la automoción Volkswagen

Victor Delgado

Estos son los más sonados.

Desde que el automóvil se popularizó han pasado ya muchas décadas. En general, el balance es bueno no, buenísimo. Ha supuesto toda una revolución. Pero en la Historia también han pasado cosas relacionadas con los vehículos que harían sonrojarse a cualquiera, o deberían. Da igual si estamos hablando de coches nuevos, en su época, o con varios años a sus espaldas. Y estos escándalos traspasan los límites de la cordura en todas sus formas: fraudes, muertes... hay de todo.

El Ford Pinto y su depósito

Escándalos de la automoción Ford Pinto

Parece de cachondeo que un coche tenga el depósito de gasolina situado justo por detrás del eje trasero. Pero aunque suene a broma, a los diseñadores de Ford fue la mejor idea que se les ocurrió a la hora de ubicar los elementos en el Ford Pinto. Este coche, que ya de por sí resultaba un modelo anodino y carente de toda personalidad, era la viva imagen del fracaso. Un coche barato y mal hecho. Y por si fuera poco, encima podías acabar calcinado en cuanto te dieran el más mínimo golpe por la parte trasera. Porque claro, el depósito de gasolina ardía.

Fue vendido en la década de los '70 y aunque a Ford le hubiera costado 11 dólares por coche solucionar el problema, prefirió esperar a que llegaran las demandas. Y es que aunque las investigaciones comenzaron en 1974, más o menos a la mitad de la vida comercial de este modelo, la firma yanqui ya sabía perfectamente lo que pasaba y no quiso arreglarlo. Finalmente, recibieron las demandas. ¡Como para no hacerlo! Gracias a esta maravilla de diseño murieron algo menos de 1.000 personas.

Al final acabó filtrándose un documento interno de la marca en el que se admitía que saldría más barato pagar las indemnizaciones de los fallecidos y las multas al Gobierno de Estados Unidos que arreglar los coches. Todo un ejercicio de empatía. Este escándalo le costó el puesto al mítico Lee Iacocca y obligó a Ford a llamar a revisión a aproximadamente un millón y medio de ejemplares.

John DeLorean y la blanca Navidad

Escándalos de la automoción DeLorean

Seguro que al oir la palabra DeLorean se te viene a la cabeza el mítico DMC-12, el coche de la película 'Regreso al futuro'. A día de hoy todavía hay gente que conserva alguna que otra unidad en un estado de coleccionista. Pero detrás de la historia de este modelo se esconde la de John DeLorean, el padre, entre otros, del Pontiac GTO. Y es que después de ser despedido como Vicepresidente de General Motors se atrevió a fundar su propia marca, DeLorean Motor Company (DMC).

Recaudó muchos millones para su proyecto por parte de showmans, rockstars y actores famosos, así que iba en serio. En 1981 salió a la luz el DMC-12, diseñado por Giugaro. Pero las bajas ventas obligaron a encontrar dinero debajo de las piedras, o en otros sitios aún más oscuros. Así, de los 17 millones de dólares que necesitaba recaudar, al final redondearon en los 24 millones que tenía el valor del maletín con cocaína con el que le pillaron. Para caprichos, ya sabes.

Acabó en libertad sin cargos después de que se demostrase que el FBI le había tendido una trampa. Además, curiosamente, un banco inversor estaba dispuesto a darle un préstamo de 200 millones de dólares para que continuase con su negocio, pero no llegaron a ponerse en contacto con él. Hoy en día no ocurriría, pero si no no podríamos contarte esta historia.

El Dieselgate de Volkswagen

Escándalos de la automoción Dieselgate

Todavía recuerdo cuando en septiembre de 2015 se descubrió el fraude de emisiones contaminantes de Volkswagen. A partir de ahí se llegó a la situación actual y se aceleró el desarrollo de coches con combustibles alternativos y se empezó con la mano dura hacia la polución que emiten los vehículos a motor. Además, se desarrolló el nuevo ciclo de homologación de emisiones y consumos WLTP, sustituyendo al NEDC y con unas cifras mucho más fiables.

Consistió en que Volkswagen manipuló de forma interna el software de sus vehículos para que, cuando fuesen sometido a las pertinentes pruebas de contaminación, la electrónica del vehículo lo detectase y emitiese menos gases perjudiciales para el medio ambiente y para las personas. Luego, una vez había colado la farsa, fiesta. Da igual lo que contaminasen en la realidad. Quien descubrió todo el pastel fue la EPA, la Agencia de Protección Medioambiental de Estados Unidos.

Fueron afectados más de 11 millones de vehículos fabricados y vendidos entre los años 2009 y 2015, y las emisiones contaminantes en condiciones reales se podían multiplicar hasta por 40. Increíble; por no decir algo más fuerte. Todo esto le costó muy caro a Volkswagen: dimisiones, despidos, multas milmillonarias, devaluación de su imagen, caída en bolsa... Sin embargo, al ser el monstruo empresarial que es ha logrado volver todavía más fuerte.

Takata, el airbag que te mata

Escándalos de la automoción Takata

Sí, reconozco que he estado fino con el pareado del título y puede que hasta te haga gracia. Pero lo que pasó con la empresa Takata, un fabricante japonés de componentes de seguridad para vehículos, no invita a reírse mucho. Al igual que en el Ford Pinto, tener un golpe a bajísima velocidad podía ser mortal. Pero en este caso no se trata de la mala ubicación de los elementos que componen el vehículo, sino del mal funcionamiento de algo que se supone que te tiene que salvar la vida: el airbag.

Este escándalo ha supuesto la llamada a revisión más grande de la historia de la automoción. Hasta 10 marcas diferentes y más de 34 millones de unidades en todo el mundo se han visto afectadas. ¿Qué es lo que pasaba? Pues muy simple. El mecanismo de un airbag se basa en la explosión para inflar la bolsa de aire contra la que debes impactar cuando tienes un choque frontal a la velocidad suficiente. Sin embargo, en vez de expulsar solo aire, los airbags fabricados por Takata hacían lo propio con la metralla interna que conformaba el mecanismo de explosión.

Como ya ha pasado en otros escándalos, Takata, junto a Honda, sabían de este problema, que se acentuaba en zonas con climas húmedos. No obstante, no pienses que ya han sido arreglados todos los vehículos que se han visto envueltos en este problema. Para estar 'en paz', la NHTSA de Estados Unidos le puso una multa de 70 millones de dólares a Honda y otra de 14.000 dólares a Takata... ¡por cada día que lo había estado encubriendo! ¿El saldo de víctimas? Más de 10 personas fallecidas y de 100 heridos.

Toyota: "no te preocupes, que ya acelero yo solo"

Escándalos de la automoción Toyota

Estamos en un momento en el que los coches autónomos se encuentran a la vuelta de la esquina. Pero lo que le pasó a Toyota no fue precisamente eso. Sus coches aceleraban solos. Ni más, ni menos. Bueno, también afectó a Lexus. El problema principal es que el pedal del acelerador tenía un diseño que, a veces, y con algunos tipos de alfombrillas, se quedaba atascado acelerando a fondo. Por eso el fabricante japonés recomendó que no se utilizasen alfombrillas aftermarket.

Entre 2002 y 2009 hubo varios avisos en Estados Unidos de que los coches de la marca japonesa aceleraban solos sin que el conductor lo hiciese. Sin embargo, todo se resolvió diciendo que la culpa era del conductor al confundir los pedales. Hasta que el 2009 los cuatro pasajeros de un Lexus ES 350 muriesen en el acto, no sin antes llamar al teléfono de emergencia de Estados Unidos y quedando registrada la llamada al completo. Un auténtico drama. Llegó a superar, de hecho, los 200 km/h hasta que el conductor perdió el control.

Todo pareció solucionado después de que la compañía revisase más de 10 millones de vehículos, cambiando alfombrillas y revisando el diseño de los pedales encargados de acelerar. No obstante, hace seis años alguien que trabajó para la marca destapó el escándalo: Toyota sabía lo que pasaba y lo había estado encubriendo. El final de esta historia le costó a Toyota 1.200 millones de dólares como multa al departamento de justicia de Estados Unidos y otros 1.200 millones a propietarios que argumentaron que sus modelos se habían depreciado más de lo normal después de que este escándalo saliese a la luz.