La curiosa historia del motor del Dodge Viper

Dodge Viper GTS de Carroll Shelby.

Gustavo López Sirvent

Lamborghini desarrolló el propulsor V10 para el primer modelo

El Dodge Viper esconde bajo su capó una curiosa historia que conviene ser recordada. Este deportivo, que fue presentado como prototipo en el Salón de Detroit de 1989, pasó finalmente a producción porque tuvo mucho éxito en esa feria, con lo que unos meses más tarde comenzaría su proyecto, que tuvo dos fases. Este modelo llegó a los concesionarios en 1992.

En la primera fase, los ingenieros utilizaron motores procedentes de vehículos industriales para poner a punto el chasis. El prototipo VM01 equipó un bloque V8 (tipo 360). En aquella época, Lamborghini era parte del grupo Chrysler y, tomando como base el V8 de fundición que ya estaba encajado en el chasis, desarrolló un nuevo bloque V10 de aluminio de 405 CV a 4.600 rpm. 

El segundo prototipo, llamado VM02, se construyó en febrero de 1990. Este coche ya equipó el nuevo bloque de aluminio. La premisa principal de los ingenieros era que el motor no fuese tan pesado (el anterior pesaba 300 kg). Para conseguir adelgazarlo, Dodge recurrió a un chasis tubular recubierto de paneles de fibra. 

La primera generación de este superdeportivo transcurrió de 1992 a 1995. Los detalles de confort de este vehículo pasaron de soslayo porque la marca quería un verdadero prototipo de carreras. Por esta razón, sólo tuvo como guiño al lujo los asientos de cuero y un radiocasette. 

Tal era la fijación por la deportividad que las puertas carecían de cerradura. Cuando querías abrirlas había que retirar unas ventanillas de vinilo que estaban fijadas con cremalleras para acceder al tirador interno de la puerta. Ya ves la facilidad para entrar...El aire acondicionado y el airbag del pasajero llegaron como opción en 1994 y sus escapes situados bajo sus puertas rugían sin pudor.

Ese rugido tenía su explicación en la potencia que erogaba el motor V10, que le permitía acelerar de 0 a 100 km/h en 4,6 segundos. Todo ello empujado por la transmisión de seis relaciones manuales, que hacían las delicias de sus propietarios, ya que desde la primera hasta la última marcha notabas el poder de este bloque.

Segunda generación

La segunda generación, que se desarrolló desde 1996 hasta 2002 llegó con cambios. Las salidas de escape situadas bajo las puertas se sustituyeron por una línea de escape doble que desembocaba bajo el paragolpes trasero. Se mejoró también la sonoridad en el habitáculo y la potencia del motor creció hasta los 420 CV.  

Más variaciones. Las ventanillas con cremalleras desaparecieron y se instalaron de cristal como las de los coches de calle. Meses más tarde llegaría el estreno del Dodge Viper GTS, que era un coupé dotado de un curioso techo de doble burbuja y una mayor potencia, que aumentaba hasta los 450 CV. 

Su equipamiento era novedoso y más cargado respecto a la primera entrega, ya que éste tenía cierre centralizado, elevalunas eléctricos, Radio-CD con 6 altavoces, airbags y unos nuevos asientos con los cinturones incorporados. 

También en 1996 aparecería el Viper GTS-R, destinado a la competición, ya que se buscó competir con él en la categoría GT2 de la FIA. Su carrocería varió para ganar en aerodinámica instalando un gran alerón en su trasero y un paragolpes delantero con un generoso spoiler, que intentaba mantener pegado al suelo a este titán, que en su versión de calle tenía 470 CV. 

En 2002 hubo un nuevo cambio de rumbo y una nueva entrega con la llegada de la generación ZBI. Fue entonces cuando el RT/10 fue sustituido por el Dodge Viper SRT-10. El GTS se mantendría en el mercado hasta 2006, cuando fue relevado por el Viper SRT-10 Coupé (siglas de Street and Racing Technologies).

Etiquetas: Motor