¿Puede un SUV potente comportarse como un deportivo?

Lamborghini Urus Manhart

Victor Delgado

Quizá no estrictamente, pero...

A pesar de que pueda parecer lo contrario, los coches deportivos están muy demandados en nuestro país y hay mucha gente a la que le siguen gustando por encima de la vorágine de eficiencia en la que estamos envueltos. Diversión por encima de todo lo demás en un coche. Que no sea un mero artilugio para ir del punto A al punto B, como se suele decir. Pero, ¿qué pasa cuando necesitas algo de espacio para tu familia o para cualquier otro aspecto de tu vida? ¿Tienes que sacrificarte y olvidarte de un coche así? Para eso están los SUV deportivos, una especie que cada vez conquista más corazones.

¿Son los SUV deportivos verdaderos deportivos?

Pues a esta pregunta hay diferentes respuestas. Los SUV deportivos vienen a cubrir esta necesidad de usuarios que tienen que tener, sí o sí, una buena cuota de espacio en su coche. Pero que tampoco quieren renunciar a una aceleración que te deje pegado al asiento o a un comportamiento dinámico que te saque una sonrisa en cada curva. ¿Se puede conseguir eso con un SUV? Pues hombre, la verdad es que es complicado. Pero llevan tantos años ya en el mercado que los fabricantes han ido perfeccionando la receta hasta límites que jamás podríamos haber imaginado hace una década.

Lo cierto es que los SUV cuentan con unos ingredientes horribles para la práctica de una conducción deportiva. Al igual que tienen un montón de espacio y mucha comodidad a la hora de entrar y de salir del vehículo debido a su mayor altura libre con respecto al suelo, o de meter y sacar bultos del maletero, la deportividad no es una de sus mejores cualidades... sobre el papel. Estos hándicaps son, principalmente, la propia altura, que hace que se eleve su centro de gravedad hasta un punto en el que es casi imposible evitar el balanceo, y un peso mucho mayor ya no que el de un deportivo, sino que el de una berlina familiar.

Alfa Romeo Stelvio SUV deportivos

Es por eso que si una marca quiere presumir de tener en su catálogo un SUV deportivo debe hacer maravillas con la puesta a punto, casi magia, para que un vehículo de estas características propias de un coche deportivo. No basta con acelerar como si no hubiera un mañana. También hay que tener un paso por curva que aporte sensaciones, una frenada efectiva o una transferencia de pesos que no te haga sentir como en una bañera muy rápida. Y eso es muy complicado, pero hay algunos que lo consiguen.

Así que a la pregunta "¿son los SUV deportivos verdaderos deportivos?" hay dos respuestas. Una es que no, en absoluto. ¿Con esas condiciones? No hay quien se lo trague. Pero la otra es que la evolución es sabia y que hay modelos SUV, como un Alfa Romeo Stelvio QV, por ejemplo, que tienen un comportamiento y un motor ejemplar. Así que solo es cuestión de tiempo que veamos más SUV que pueden ponerse la careta de deportivos.