Hoy hemos tratado de superarnos con una de nuestras frikadas. En esta ocasión se trata de una carrera batalla campo a través entre un BMW 325ix y un tanque Leopard. Sí, ha leído bien: un tan-que. Al volante del ochentero vehículo, un campeón holandés de Rallycross en los 70-80 que se llamaba Piet Dam. Su presentación no pudo ser más sugerente: unos espectaculares 360º o donuts antes de lanzarse a la' guerra' deportiva contra su rival. Madre mía, ¡qué manos y dominio tenía el neerlandés este! No en vano ganó en su país un montón de pruebas a lomos de esos pepinos germanos. Los 171 purasangre del 6 cilindros BMW, unidos a la eficiente tracción integral, hacen que el automóvil se moviera como pez en el agua por los barrizales que le fueron saliendo al paso por el accidentado recorrido. Un circuito compuesto a base de barrizales, ciénagas, arena y todo lo que te puedas imaginar. 

El otro contendiente, un mastodonte blindado, montaba un brutal V12, 47,6 litros y 1.500 jacos a 2.600 rpm (MTU MB 873 Ka 501) de cuatro tiempos. El corazón de la bestia le permitía desplazar 'ágilmente' sus 52.000 kg a 68 km en la carretera y 50 km/h por el monte. ¿Marcha atrás? A 31 km/h. La verdad es que este Terminator del campo tiene una silueta muy, con perdón, explosiva. No veas cómo se mueve por los terrenos escarpados.

¿Quién venció la prueba entre el BMW 325ix y un tanque Leopard? Eso es lo de menos. Disfruta con uno de los duelos más curiosos que habíamos visto en mucho tiempo. Resulta espectacular observar los mano a mano entre estos dos competidores... por un día.