Cuando Top Gear fabricó su propio coche eléctrico. ¿Es tan fácil?

Coche eléctrico Top Gear

Victor Delgado

Una master class de 'hazlo tú mismo'.

Todos sabemos ya que si algo lo va a petar a lo largo de la próxima década son los coches eléctricos. Toda marca, grande o pequeña, cara o barata, tendrá uno o varios coches nuevos de este tipo en su oferta. Pero hace aproximadamente diez años todavía eran algo muy lejano. Más allá de Tesla y su primer Roadster (qué lejos queda ya, ¿verdad?), poco se conocía alrededor de ellos. Pero para acabar con esa ignorancia debería haber servido el coche eléctrico de Top Gear, cuando todavía lo presentaban Jeremy Clarkson, Richard Hammond y James May. ¿Es tan fácil fabricar uno propio?

El coche eléctrico de Top Gear

Para demostrar cómo se construye un coche eléctrico, los tres presentadores firmaron uno de los mejores capítulos de Top Gear de siempre. Más concretamente, se trata del segundo de la temporada número catorce. Con esta master class enseñarían que realmente no es tan difícil... ¿o en realidad sí? Para que disfrutes de un rato entretenido, justo debajo te dejo un vídeo con el fragmento del capítulo del que te estoy hablando.

Como base para su proyecto se ha utilizado un TVR Chimaera, un deportivo británico de dos plazas que fue construido desde principios de los '90 hasta principios de la década de los 2000. Eso sí, el estado es deplorable, algo bastante sangrante si tenemos en cuenta que el coche le costó a Hammond 5.000 libras, que al cambio vienen a ser unos 5.600 euros. Barato no le salió.

Sin embargo, la verdad es que según avanza el vídeo puedes comprobar que la tarea de construir el coche eléctrico de Top Gear es bastante menos sencilla de lo que se pensaba. A pesar de que cada uno tiene una tarea bien definida, con May al cargo de las baterías y los motores eléctricos, Clarkson del diseño y del interior del vehículo, y Hammond del chasis y de los frenos, la cosa no parece avanzar como debería. A pesar de que a Clarkson se le ocurre tirar de mística a modo de inspiración.

Al final todo se reduce a unas baterías de carrito de helados, unas sillas de camping, bisagras a la vista, madera de dudosa calidad, unos paneles bastante moldeables (según parece desde el vídeo) y bridas por doquier. ¿Qué no podrían sujetar unas bridas? Debe ser la herramienta más socorrida de la historia. En fin, mejor que le eches un vistazo con tus propios ojos, porque desperdicio, lo que es desperdicio, no tiene.