Con el fin de mejorar la seguridad, la siniestralidad y controlar la circulación rodada en nuestras carreteras, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha puesto en marcha un nuevo mecanismo de vigilancia a través de cámaras para controlar que no se sobrepase la línea continua, sobre todo en incorporaciones, y las señalizaciones de 'Stop' en los cruces. 

El órgano rector del tráfico en España pone en marcha estos nuevos mecanismos de disuasión que buscan evitar más muertes. Según los últimos datos recogidos (durante el año 2021), casi 1.100 conductores implicados en accidentes con víctimas no había respetado una señal de Stop. 

Y ese mismo año, las colisiones laterales fueron otro de los tipos de accidentes que se incrementaron en España y que causaron hasta 217 muertes. Las vías con varios carriles e incorporaciones, en las que no se respeta la señalización horizontal de línea continua, son un grave problema en el día a día, según señalan desde el organismo que dirige Pere Navarro.

¿Como funcionan estas cámaras?

El ojo que todo lo ve, es decir el radar automático de vigilancia, cuenta con cámaras que leen las matrículas de los vehículos y comprueban si se realizado alguna imprudencia en tan sólo tres pasos:

1.  Una cámara lee las matrículas de los vehículos que circulan por el carril de incorporación.
2. Otra máquina estática, situada unos metros más adelante, graba a los vehículos que circulan por la vía a la que van a incorporarse.
3. Por último, el sistema compara las matrículas grabadas y si halla un vehículo que, tras circular por el tramo de incorporación, se sitúa en la vía principal antes de haber terminado la línea continua, éste será sancionado.

 Este sistema envía las fotos y pruebas al Centro de Tratamiento de Denuncias Automáticas y se tramita ya la sanción económica, que en estas situaciones son de 200 euros sin pérdida de puntos.

En cuanto a la medida que se tomará para evitar que los conductores se salten los 'Stop' es un proyecto piloto mediante un sistema de vigilancia a través de cámaras, que se instalarán en las intersecciones junto a la propia señal de obligación de detención. Los 'cazadores' de las infracciones  captarán si un vehículo se detiene totalmente o no antes de iniciar la marcha. 

Esta cámara tan sofisticada grabará constantemente la intersección y denunciará a aquellos que no hayan cumplido la norma. De esta forma, este aparato tecnológico enviará la información al Centro de Tratamiento de Denuncias Automáticas, como ya hemos comentado antes con las líneas continuas. La multa también será de 200 euros y pérdida de cuatro puntos en el carnet de conducir.