La DGT pide que nos apuntemos al modo SLOW

Las ciudades españolas toman la iniciativa sin esperar a la DGT y reducen su velocidad a 30 km/h
No tengas prisa, porque...

Las prisas nunca son buenas y, menos todavía, si estamos al volante. Ir más rápido de lo que debes implica correr más riesgos de los necesarios, que aumenten las posibilidades de que ocurra algo inesperado y que, en caso de suceder, tu capacidad de reacción sea menor. Es por eso que la DGT pide que nos apuntemos al modo SLOW.

Puede parecer de Perogrullo, pero lo cierto es que un aumento de la velocidad, por pequeño que sea, tiene consecuencias bastante graves en caso de accidente: un aumento de un 1 km/h en la velocidad a la que circula un vehículo aumenta en un 5% las lesiones que se producen en caso de choque y un 7% los accidentes fatales.

Es por eso que en los últimos años se ha abogado por reducir, no sin polémica, la velocidad en multitud de vías, tanto urbanas con interurbanas. No son pocos los tramos de autopistas y autovías en los que antes figuraba 120 km/h como velocidad máxima permitida y ahora solo permiten circular a 100 o 110 km/h. Además, ya hay algunas ciudades que se han apuntado a los 30 km/h como límite en ciudad en las vías de un sentido o de un carril por sentido (entre ellas Bilbao).

Esto último tiene cierto sentido porque hay estudios que demuestran que, en caso de atropello, las posibilidades de fallecimiento de un peatón aumentan en un 5% si el coche va a 50 km/h en lugar de a 30 km/h.

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