Estos son los casos donde la DGT prohíbe adelantar aunque no haya señales

Adelantar por la derecha

Aprenderse la teoría es relativamente fácil. Pero cuando te pones al volante de un coche, aplicar los conocimientos de forma efectiva y en tiempo real puede no resultar tan sencillo. Por ejemplo, en maniobras que suponen algo de riesgo, como rebasar a otro vehículo. Estos son los casos donde la DGT prohíbe adelantar aunque no haya señales

Se suele decir que el sentido común y la prudencia son armas muy poderosas contra la accidentalidad. Sin embargo, no bastan, ya que aunque el Código de Circulación haya que dominarlo siempre, hay tramos en los que puede haber confusión, especialmente, en aquellos en los que no existen marcas viales o cualquier otro tipo de señalización que aclare las cosas. 

Así pues, la Dirección General de Tráfico recuerda que hay lugares en los que no está permitido realizar la maniobra de adelantamiento como norma general y, si echas un vistazo al gráfico que sus responsables han publicado tanto en su revista vitual como en sus cuentas de redes sociales, entenderás mejor el sentido de estas restricciones. ¿Cuáles son? 

En las curvas o cambios de rasante sin visibilidad, no podrás cerciorarte de si viene otro vehículo en sentido contrario, si te da tiempo a hacer la maniobra, si existe alguno delante del que pretendes sobrepasar y que entre ambos luego haya hueco para volver a tu carril como es debido y sin poner en riesgo a nadie... De ahí la prohibición.  

Pasos a nivel: cuando te pones en paralelo de un vehículo para sobrepasarlo, pierdes mucho ángulo de visión respecto al vehículos sobre raíles (ferrocarril, tranvía, metro ligero) que puedan estar entrando en ese momento en la misma zona. Es más, ten en cuenta que es muy probable que su baja velocidad o su detención se deba precisamente a la imposibilidad de pasar en ese momento. 

Detrás de un camión que adelanta: si los dobles adelantamientos son peligrosos, imagina cuando te precede un un vehículo pesado, lento y voluminoso que adelanta. No sólo estarás demasiado tiempo detrás de él (con el riesgo de que pegue un frenazo en cualquier momento), sino que no le dejarás opción de abortar la maniobra si es necesario, estorbarás al rebasado y no verás el carril contrario.  

Dos camiones, una línea continua y un adelantamiento

En las intersecciones y proximidades de las mismas, el riesgo de adelantar vuelve a ser mayor para cualquier usuario de la vía (vehículo o peatón) que trate de acceder a ella, debido a la necesidad repentina de moderar la velocidad e incluso frenar hasta la detención (si las circunstancias así lo exigen), extremas las precauciones y, cómo no, contar con la máxima visibilidad. 

Pasos de peatones. Es otro de los sitios más delicados y susceptibles de peligro si alguien decide rebasar a otro por razones muy similares a las del párrafo anterior. Además, piensa que en estos lugares confluyen vehículos con usuarios especialmente vulnerables (personas adultas y niños a pie o en carrito, peatones de edad avanzada y/o con movilidad reducida, animales...). 

Túneles con un único carril por sentido. Del mismo modo y en favor de la seguridad vial, estos también se incluyen en los casos donde la DGT prohíbe adelantar aunque no haya señales al respecto. En ellos, además, no sólo las condiciones lumínicas pueden suponer un factor de riesgo en sí mismo, sino que cualquier incidente (golpe contra las paredes, rescate) puede complicarse mucho.  

  

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