Ya tienes el regalo ideal para estas navidades si quieres que tu hijo sea el nuevo Fernando Alonso. El Firefly es el primer coche eléctrico del mundo para niños de entre 5 y 10 años. No solo harás feliz a tu hijo/a sino que también serás la comidilla del barrio por la envidia que os tendrán.
El Firefly está diseñado y fabricado en el Reino Unido, por la empresa ‘Young Driver Motor Cars Limited’ que habitualmente se dedica a dar clases de seguridad vial a niños de entre 10 y 17 años. Precisamente, analizaron y descubrieron que no había nada adecuado para los menores de 10 años.
Sus búsquedas siempre chocaban con el mismo ‘problema’: solo existen los típicos juguetes para menores de cinco años. ¿Qué hicieron? Pues reclutar un equipo de especialistas y expertos en automoción con la misión de diseñar y fabricar un pequeño coche eléctrico para este ratio de edad.
Los primeros coches biplazas de Firefly se presentaron el pasado mes de Abril cuando más de 1.000 jóvenes pusieron a prueba los cuatro coches de pruebas. Desde entonces, la empresa ha seguido con el desarrollo y las pruebas para refinar al máximo el Firefly.
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En las especificaciones técnicas del primer coche eléctrico para niños, es donde reside su calidad y diferencia con lo hasta ahora visto. Frenos hidráulicos de disco, suspensión independiente, panel de control como si fuera una tablet, faros y luces traseras LED, 9 horas de autonomía y, un diseño exterior que ha corrido a cargo de Chris Johnson, famoso por trabajar en Jaguar o Volvo entre otras marcas de coches.
La velocidad del Firefly está limitada a 15 km/h, aunque tiene un modo ‘Junior’ limitado a los 8 km/h. Está impulsado por dos baterías de 12V. Por supuesto, tiene marcha adelante y atrás y cuenta con un mando de control remoto, que permite a un adulto detener el coche hasta a 120 metros de distancia. El asiento del conductor es regulable en altura y un adulto de hasta 1,80 puede acompañar al niño en el asiento del copiloto.
Como te podías estar imaginando, el Firefly no va a ser un regalo barato. A partir de 2017 cuando esté a la venta, alcanzará un precio cercano a los 7.000 euros. Sí, has leído bien. Siempre te podrás conformar con ir al Reino Unido, a la escuela de jóvenes conductores que tiene la empresa y, por poco más de 25 euros dar unas clases de 20 minutos.