El Mercedes Clase C podría pasar desapercibido en tu búsqueda para comprar un coche. Quizá sus rivales alemanes con una hélice o cuatro aros en el morro llamen más la atención. Salen más en la publicidad y han sido renovados recientemente. Sin embargo, el modelo de la estrella tiene un atractivo innato. Algo que no tienen los otros dos, o al menos no de una manera tan evidente. Me refiero a la elegancia. Mercedes sabe dotar a sus coches de ella sea cual sea el segmento. Y hoy vengo cargado de razones por las que el Mercedes Clase C mola mucho.

Bonito y elegante hasta decir basta

El Mercedes Clase C es un modelo objetivamente bonito. Y sé que es algo subjetivo, pero fíjate en sus proporciones. Una carrocería clásica pero con el ese toque de 'algo está pasando en Mercedes'. Sin duda, los diseños de la firma alemana han cambiado y ahora tienen una imagen más juvenil. Pero el verdadero logro es haber sabido mantener su esencia y su clase de siempre con estos cambios. En el Clase C se plasman todas estas ideas a la perfección.

Carrocerías para todos

¿No te gusta el sedán? No te preocupes. Puedes elegir entre una variedad de carrocerías bestial. La marca de la estrella es la que tiene una gama más amplia de modelos, y el Mercedes Clase C lo hay, además de con cuatro puertas, en otras variantes que pueden parecerte más atractivas. Como por ejemplo, el Coupé. O el Cabriolet. Ah, ¿que lo que quieres es más espacio? Pues entonces ve a por el familiar o Estate.

Y motores, también

Por supuesto, tienes motorizaciones por un tubo. El Mercedes Clase C pasa de los típicos motores gasolina y diésel de entre poco más de 100 CV hasta unos 200 y pico. No. Para empezar, tienes dos alternativas híbridas enchufables. ¡Dos! Una diésel, y la otra de gasolina. También, claro, los clásicos motores de combustión. Y tracción a las cuatro ruedas 4Matic. ¿Eres de los que le va la marcha (y tiene dinero)? Entonces los AMG, con hasta 510 CV, son para ti.

Tecnológico como pocos

Como en cualquier coche moderno que se precie, a esta berlina alemana no le puede faltar la última tecnología. Ni en seguridad ni en confort. Hay ayudas a la conducción por todos lados, incluyendo cámaras, radares, etc. Sin embargo, lo que más llama la atención es el sistema de infoentretenimiento MBUX, que es más un asistente con inteligencia artificial. Dile lo que quieras, que cumplirá tus deseos. Una maravilla.

La calidad, que no falte

Por último, ya sabes cuál es la mayor seña de identidad de Mercedes. Exacto, la calidad. Y si bien es cierto que ha existido una generación por ahí que podría haber estado mejor, vuelven a estar en una posición muy alta en este sentido. Tanto como para tenerlo en consideración si es de las cosas que más valoras al comprar un coche. He dicho.