El próximo día 19 de agosto, mientras la Fórmula 1 sigue de vacaciones, llega a PS4, Xbox One y PC el videojuego F1 2016. El título oficial del Campeonato del Mundo de Fórmula 1 viene cargado de novedades y mejoras, que intentarán quitar el mal sabor de boca que nos dejó la anterior entrega del simulador de conducción. Entre ellas destaca su modo Carrera , que ha sido revisado por completo para convertirse en el más envolvente disponible jamás en ningún título de la saga.
No te pierdas: Los mejores fórmula 1 de la Historia
En el vídeo superior, puedes ver algunos detalles que sirven como ejemplo de los cambios realizados en el modo principal del título, como la presencia en pista del Safety Car -el espectacular Mercedes AMG que puedes ver en las imágenes- o la introducción del Virtual Safety Car -que ha aparecido por primera vez este año en el Gran Circo-. Además, el propio jugador podrá realizar manualmente las salidas en carrera y también regular la velocidad a la entrada y salida del pit lane , algo que añade un extra de emoción al poder verse traducido un error en la pérdida de varios puestos en la clasificación final.
Los jugadores seleccionarán en el modo Carrera de F1 2016 un avatar que les represente dentro del videojuego, así como el dorsal que portarán a lo largo de su trayectoria deportiva. Posteriormente podrán escoger libremente cualquiera de las escuderías oficiales de fórmula 1, cada una de ellas con sus diferentes objetivos y expectativas. Los jugadores podrán conseguir contratos y cambiar de equipo, o elegir mejorar y desarrollar su escudería favorita hasta convertirla en aspirante al título del campeonato. Yo, no obstante me daría el gustazo de elegir a Alonso para que ganara ese campeonato del mundo con Ferrari que todos echamos en falta...
Los mejores adelantamientos de la Historia de la f1
Otra de las novedades de este año es que Codemasters , desarrolladora del juego, se ha sacado de la manga unas recompensas que harán interesantes los entrenamientos libres previos a la clasificación. Los pequeños premios serán fundamentales para mejorar nuestro coche y así batir a nuestro propio compañero de equipo, al más puro estilo del pique entre Hamilton y Rosberg .
Aunque suene raro, hubo un tiempo en el que Ferrari y Renault estaban en la cima del éxito. Y además contaban con pilotos rebosantes de calidad y arrojo. Fruto de ello, se vivió sobre el asfalto del Dijon-Prenois una de las guerras más hermosas y alucinantes por conquistar el espacio delantero. Sus protas en el GP de Francia 1979 fueron René Arnoux, que como buen francés corría con Renault, y el gran Gilles Villeneuve, a los mandos de un bólido rojo. En la secuencia se puede apreciar cómo se pasan y repasan en varias ocasiones. Ambos monoplazas llegan a rodar tan próximos que el segundo de ellos se convierte en una prolongación del primero. De las múltiples pasadas que se pegan, no os perdáis un interior que el amigo Arnoux le mete a Villeneuve y otro en el que éste le devuelve la moneda al galo poco después en el mismo sector. Ambos pilotos interpretaron una versión setentera del bailar pegados de Sergio Dalma, pero a ocho ruedas. O si lo preferís, una persecución implacable y obsesiva al estilo del Correcaminos y el coyote. Competición en estado puro. Un francés y un canadiense nos regalaron unas de las vueltas más hermosas de la historia de la F1. Gracias a los dos.
En muy pocas ocasiones dos gladiadores del volante se han mostrado con la determinación por defender la posición como lo hicieron Nigel Mansell y Ayrton Senna en 1991. Fue durante el GP de España disputadísimo en el Circuito de Montmeló. El británico y el genio brasileño rodaron en la recta principal a más de 320 kilómetros por hora a escasos milímetros, rueda con rueda, sin ceder el espacio. De ese duelo salieron, en sentido literal, chispas. Finalmente el león británico le enseñó las fauces al carioca que cedió unas micras. Esa distancia fue suficiente para que Mansell, tras asestarle un zarpazo, le mostrara la parte trasera de su bólido al carioca. Una maniobra repleta de emoción, plasticidad, lucha, pero no exenta de deportividad. Felicidades a los dos. Como diría un amigo mío muy cursi, poesía en movimiento.
Es considerado por muchos expertos, aficionados, corredores y frikis del motor como el mejor adelantamiento de la F1. Y debo confesar que no les falta razón. Jamás he contemplado una maniobra tan peligrosa, compleja, rápida, peculiar y excitante…, en el tema del automovilismo, claro. Por si alguno de vosotros todavía no sabe a qué me refiero, hablo de la pasada -en el amplio sentido de la palabra- que Mika Häkkinen le pegó a un estelar Schumacher, mientras superaban ambos a un acongojado Ricardo Zonta en el GP de Bélgica del 2000. El brasileño vio por el retrovisor de su BAR como llegaban dos misiles: uno de color plateado y otro de tonos rojos. El escandinavo adelantó a Ricardo por la derecha y el teutón por la izquierda. El vencedor de esta trepidante acción fue el finlandés que le dejó sin palabras al Kayser. Im-pre-sio-nan-te. Dadle al play de You Tube. Entonces entenderéis que estos dos se saltaron las leyes de la física de Newton en un día inolvidable en Spa-Francorchamps. Allí escribieron una de las páginas más espectaculares del mundo del motor de todos los tiempos.
Uno de los pilotos más difíciles de rebasar ha sido Michael Schumacher. Muchos han sufrido sus malas artes en la pista a la hora de defender la posición. Y uno de los puntos más temerarios del planeta para tratar de superar al rival se llama 130R. Este no es el nombre de un misil antiaéreo, aunque sí resulta casi tan peligrosa como esas armas. Nos referimos a la peligrosísima curva número 15, la más rápida del trazado de Suzuka. ¿Os podéis imaginar que haya algún piloto lo suficientemente osado o temerario que trate de dejar atrás al Káiser en esa infernal zona? Pues, sí existe. Se llama Fernando Alonso Díaz y con su Renault realizó uno de los exteriores más trepidantes de la historia en el GP de Japón de 2005. El Barón Rojo se vio sorprendido por la maniobra casi suicida de Fernando, puesto que es un lugar casi prohibido para adelantar. Fernando manifestó que ése fue su mejor adelantamiento en la F1. En este caso, una imagen sí vale más que mil palabras. Disfrutad con este vídeo que sigue emocionando.
Desde Top Gear hemos querido dejar para el final de este ranking la espectacular acción que protagonizó el mítico Ayrton Senna en el vetusto trazado de Donington Park en 1993. Durante la primera vuelta -probablemente la mejor en toda la historia de la F1- del GP de Europa el mito brasileño, al volante de su McLaren MP4/8, firmó una de las mejores actuaciones de su vida. En realidad se trata no de uno, sino de cuatro adelantamientos que te dejarán con la boca abierta. A lo largo de 4.023 metros, y desde la salida de la carrera, superó a los rivales que le precedían para ascender de la quinta a la primera posición. Y todo ello sobre un peligroso y mojado asfalto. Viendo estas imágenes comprenderéis mejor por qué se le llama el dios de la lluvia y por qué continúa siendo idolatrado por una legión de fieles que no le olvidan. Ayrton en estado puro. Los buenos aficionados -con cierta edad como la mía- jamás podremos olvidar una de las grandes lecciones del catedrático de la velocidad. Siempre Senna.
Para completar la experiencia en la pista y expandir el realismo del modo Carrera , el videojuego F1 2016 incluirá alucinantes zonas de hospitality para cada equipo, que sirven como centro neurálgico del jugador. En esta zona trabajarán con su equipo de ingenieros y con el agente del jugador para promover los progresos del piloto tanto dentro como fuera de la pista.
Tranquilo, que también podrás disfrutar de carreras online en las que medir tu nivel de conducción con otros pilotos de todo el mundo en carreras con hasta 22 jugadores simultáneamente en pista. Tendrás que entrenar. Hay gente por ahí con mucho tiempo libre...
Si te gusta la Fórmula 1 o el automovilismo en general marca en tu calendario la fecha del 19 de agosto : será el día que por fin puedas hacerte con tu copia de F1 2016.
Al volante de esta mítica máquina se pusieron leyendas de la talla de Juan Manuel Fangio, con el que sería Campeón del Mundo en 1954 y 1955, y Sir Stirling Moss, considerado el mejor piloto de la historia sin lograr la corona. El coche fue diseñado por Rudolf Uhlenhaut quien revolucionó la Fórmula 1 al incorporar conceptos procedentes de la aviación militar. Entre ellos, destaca el innovador empleo de válvulas desmodrómicas y de la inyección de combustible basado en los aviones de combate germanos. Ya sabéis de qué ejército. El motor, con 8 cilindros en línea y 2.496 cc, desarrollaba 290 caballos a 8.700 r.p.m. Se fabricó en dos versiones. Una que montaba los neumáticos en la típica disposición de un bólido, es decir, las ruedas en el exterior de la carrocería. Corrió en 12 carreras, venció en 9, marcó 8 poles y 9 vueltas rápidas. Había nacido la leyenda de las Flechas de Plata. Con este mítico monoplaza la firma de la estrella regresó a la competición y de paso comenzó su leyenda. Y para los que no lo sepan, como era mi caso, este mito de 4 ruedas tuvo una primera versión carenada. A ver si me explico. En principio, las gomas del bólido estaban integradas en la carrocería del coche para ofrecer menos resistencia aerodinámica. Pero Fangio, que de esto sabía algo, cuando lo probó no le convenció. Y ordenó que las ruedas se descubrieran porque así vería mejor la trazada en las curvas. Curioso, ¿verdad?
Para muchos el F2004 es uno de los mejores monoplazas de todos los tiempos. En su diseño intervinieron Ross Brawn, Aldo Costa y Rory Byrne. Y viendo esos nombres no es de extrañar que el resultado fuera sideral. Las grandes prestaciones, basadas en una evolución del exitoso modelo de 2002, hicieron que el bólido de la Scuderia dominara con mano de hierro en la temporada 2004. Venció en 15 de las 18 citas y se llevó 29 podios, 12 poles y 14 vueltas rápidas con Michael Schumacher y Rubens Barrichello como pilotos. El Barón Rojo -no confundir con Manfred Von Richthofen- se apuntó con su “avión” el séptimo y último título de pilotos de su carrera. El bólido, con un motor V10 de 3.000 cc y una potencia de entre 880 y 950 caballos a 19.000 r.p.m., forma parte de una época de leyenda en Maranello. Muchos de los registros que obtuvo continúan vigentes.
Por razones obvias, estos son dos de los bólidos favoritos de nuestros compatriotas. Pilotado por Fernando Alonso y Giancarlo Fisichella, el ovetense se convirtió en el primer Campeón del Mundo español en 2005, y también le entregó el Título de Constructores a la marca francesa. Diseñado por Tim Densham y Bob Bell, el R25, y superado por otros bólidos de la parrilla en velocidad, contaba con una gran fiabilidad como principal arma. Además, incorporaba innovaciones tecnológicas como el mass dumper, que lo convirtieron en un coche temible por los rivales. Participó en 19 carreras, sumando 8 triunfos, 18 podios, 7 poles y 3 vueltas rápidas. El R25 se convirtió en el último monoplaza ganador con un motor V10, poniendo el broche final a esa mecánica.
Una temporada más tarde nació el R26, una versión evolucionada del R25. El ovetense repitió Corona Mundial de pilotos y Título de Constructores para Renault. Esta creación de Bob Bell es considerada uno de los mejores Renault de todos los tiempos. A la fiabilidad del V8 de 2.398 cc, se unió una gran velocidad que le permitieron ganar 8 grandes premios, sumar 7 poles y 5 vueltas rápidas en un total de 18 citas. En esta temporada, como en la anterior, consiguió contener el ímpetu del Ferrari de Michael Schumacher que había dominado durante los últimos años.
Este coche ha protagonizado una de las historias más curiosas de la F1. En 2009 Ross Brawn, director técnico de Honda Racing F1, adquirió dicho equipo ante las graves dificultades económicas, o sea la ruina, que padecía. Algunas fuentes apuntaron en su momento a que la operación de venta se cerró por un valor simbólico. ¿Una iniciativa privada y respaldada por una sola persona? Muchos dudaron no ya del éxito, sino de la subsistencia del proyecto. Sin embargo, Ross, una de las figuras más brillantes en el paddock creó un coche, para asombro del mundo de la F1, ganador. Los pilotos de la incipiente escudería, Rubens Barrichello y Jenson Button se jugaron entre ellos la corona. Sí, lo habéis leído bien. Finalmente el británico consiguió su primer y único mundial y de paso, la escudería se llevó el de constructores. El motor Mercedes con 2.400 cc y 750 caballos a 18.000 r.p.m., ayudó al equipo a cosechar 8 victorias, 15 podios, 5 poles y 4 vueltas rápidas en las 17 carreras de la temporada 2009. Dicho triunfo constituye el primer título mundial conseguido por una escudería debutante. Y a día de hoy, nadie lo ha igualado.
Ambos Red Bull salieron de la barita mágica de Adrian Newey, un alquimista de la aerodinámica. Empleó todos los maravillosos recursos e inventos que rozando el límite del reglamento -y en algunos casos, excediéndolo-, le permitieron crear dos de los coches más rápidos y eficaces. Seguro que si eres un friki de la F1 palabras como ‘difusor soplado’ o ‘configuración especial de mapa motor’, te traerán recuerdos. Pues el culpable es este Newey, un señor con cara de pocos amigos y menos pelos. Los RB7 y RB9, pilotados por Sebastian Vettel y Mark Webber fueron tan superiores sobre el resto que aquellas temporadas parecían la Copa Red Bull en vez del Mundial. Y mientras los aficionados en las gradas se mostraban resignados y cabreados -si no eras alemán o australiano, claro- por ver ganar siempre a una de las dos manchas azules. Estas dos obras de arte que han marcado una época, están considerados unos prodigios de tecnología vanguardista. Propulsados por motores V8 y 2.400 cc, acumularon en 2011 y 2013 las Coronas de Pilotos -Sebastian Vettel- y de Escuderías. El RB7 disputó en 2011 un total de 19 grandes premios, ganó 12 y logró 27 podios, marcó 18 poles y 10 vueltas rápidas. Y el RB9 de 2013 se llevó 13 victorias, 24 podios, 11 poles y 12 vueltas rápidas, en las 19 carreras disputadas. Sí, ya sabemos que en 2010 y 2012 también el corredor alemán con el dedo índice más famoso de la parrilla y su equipo se llevaron los correspondientes Títulos. Pero nos gusta destacar más los números impares porque funcionan mejor en el SEO.
Puedes ser del Atleti, del Madrid o del Barca; que te guste la música clásica o el rock; la cerveza o el agua mineral. Pero si eres un friki de la Fórmula Uno como yo casi todos coincidimos en que el MP4/4 es el mejor coche de la historia conducido por uno de los mitos al volante, Ayrton Senna, Ah, sí, ya se me olvidaba, también lo condujo un francés, creo recordar. Su nombre, si no me equivoco es Alain Prost, o algo parecido. El McLaren del 88 es uno delos diamantes mecánicos más brillantes de todos los tiempos. Los padres -diseñadores- de la criatura fueron Steve Nichols y Gordon Murray. Y al frente del proyecto, como jefe de equipo, un tal Ron Dennis, que además de su mala leche, volcó sus conocimientos en el mundo de la competición. Uno de los secretos de esta maravilla reside en la construcción de un chasis de línea baja. Este diseño aumentaba el flujo de aire de la parte inferior hasta la posterior del vehículo, aumentando la estabilidad y las prestaciones del ‘pepino rojiblanco’. Tampoco se puede perder de vista el sobresaliente motor de origen Honda RA168E V6 Turbo -quien les ha visto y quien les ve a los nipones- , que disponía de algo menos de 700 caballos y 1.494 cc. Como todo lo bueno su presentación se hizo esperar. Y estuvo terminado con el tiempo justo para que los dos pilotos pudieran probarlo durante un día en el circuito italiano de Ímola. La superioridad de los monoplazas fue tan insultante que vencieron en 15 de las 16 citas. Al mismo tiempo sumaron 25 podios, 10 dobletes, 15 poles, 10 vueltas rápidas y lo más importante el Campeonato de Marcas para McLaren y el de Pilotos para el mítico Ayrton Senna en 1988. ¡Lástima que Honda no sea ni la sombra de lo que fue!