Probamos el Hot Wheels Unleashed: una maravilla inesperada

Hot Wheels Unleashed

Una oda a estos coches en miniatura en tu consola

Texto original de Mike Channell

Nos entristece informar que hemos llegado a la edad en la que ya no es socialmente aceptable jugar con coches en miniatura. Todo tiene que ver con ciertas conversaciones en las cenas… Y es que, por desgracia, sabemos por experiencia que está particularmente mal visto si de repente lanzas con una rampa un ‘Rip Rod’ hacia la salsera.

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Sin embargo, Hot Wheels Unleashed, disponible para Xbox, PlayStation, PC y Nintendo Switch, podría ser la respuesta a nuestras oraciones. Guardado de forma segura en nuestra consola, lejos del juicio de nuestros conocidos más sensibles, este juego está diseñado específicamente como un homenaje a los coches en miniatura.

En lugar de imaginar el garaje de los Hot Wheels como coches a tamaño real, este juego utiliza la potencia de la última generación de consolas para recrear los coches de juguete más convincentes de la historia de los videojuegos.

Todo es perfecto, desde el grosor de la pintura con escamas metálicas gruesas, hasta el brillo plástico de las ruedas. Por ello, no tenemos miedo a afirmar que este juego de carreras alegre y familiar es uno de los más bonitos que jamás hayamos visto. 

Hot Wheels Unleashed también comprende la alegría nostálgica y la emoción infantil de coleccionar coches de juguete. Todo el juego está estructurado de tal manera que gradualmente acabes creando una colección de aproximadamente 60 modelos, a través de 'cajas ciegas' que te otorgan un vehículo misterioso u ofertas por tiempo limitado en la tienda. 

Eso sí, no se trata de una colección de coches sin más. Aunque el juego está aparentemente diseñado para niños, Hot Wheels Unleashed sabe que su audiencia real son los adultos que nos negamos a crecer. Por ello, también puedes desbloquear a KITT de ‘El Coche Fantástico’, la furgoneta de las ‘Tortugas Ninja’ y el DeLorean de ‘Regreso al Futuro’.

Junto a esto, el editor de circuitos te permite usar tantas piezas de pistas de plástico como serías capaz de reunir en unas ocho Navidades para crear tu propio recorrido que desafíe a la gravedad, con bucles, giros inclinados y una meta que lance al vacío tus coches. Si lees en las noticias que alguien fue asesinado por un diminuto Audi R8 Spyder a velocidad terminal, puedes culpar a este juego.

Esta oda a la diversión infantil no valdría nada si el juego no se jugara bien, pero, si bien su combinación de pistas de plástico y un manejo peculiar se siente extraño, el resultado son unas entretenidas carreras arcade. Lo único ocasionalmente irritante es que la experiencia de la vida real en la que tu coche se sale de la pista y acaba debajo del sofá se ha reproducido también aquí.

Etiquetas: Videojuegos, Motor