El Mercedes Clase A es el modelo de acceso a la gama de Mercedes, su coche más barato -si por barato entiendes un precio cercano a los 30.000 euros- y además, un miembro indiscutible del segmento de los compactos más presumidos y tecnológicos. 

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Cuenta con un interior digitalizado prácticamente en su totalidad, el sistema MBUX con reconocimiento de lenguaje natural, múltiples asistentes de conducción y una gama mecánica completa con opciones diésel, gasolina e incluso está disponible como coche híbrido. 

A pesar de todo, parece que ni el Mercedes Clase A ni sus hermanos con tracción delantera (ocho modelos en total), a pesar de suponer un gran volumen de ventas, traen ganancias considerables a la compañía. 

Por ese mismo motivo, Ola Källenius, CEO de Daimler, ha hablado claro al respecto, asegurando que reducir costes superfluos es fundamental para la compañía; por tanto, tal y como recogen en Motor.es, no habrá más investigación (de momento) en conducción autónoma, tampoco seguirán adelante con los servicios de movilidad de 'Younow' y… reducirán su gama de compactos. 

Si el Mercedes Clase A creciera hacia abajo... 

Estamos, por tanto, ante el posible fin de vida de modelos tales como el Mercedes Clase B, el CLA Shooting Brake o el Mercedes Clase A sedán… Coches que tienen su aquel, pero que al parecer no terminan de encajar en la nueva estrategia de Mercedes.

Pero, ¿se permitirán los alemanes crecer hacia abajo? La llegada de un hermano pequeño para el Mercedes Clase A no es del todo descabellada si echamos un vistazo a lo que ofrece la competencia en el mercado. 

Marcas rivales como BMW o Audi juegan también en otro segmento inferior con coches como el Mini del Audi A1, pero parece que los de Stuttgart no seguirán esa tendencia, sino que dedicarán todos sus esfuerzos en el desarrollo de los coches eléctricos y del lujo que hace de ellos una marca ‘premium’. 

¿Un movimiento inteligente? El tiempo será testigo…