Di adiós al coche de Apple: se cancela ‘Project Titan’

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Con la cancelación del coche de Apple, su apuesta pasa ahora por centrarse en el software de inteligencia artificial para desarrollar este tipo de vehículos.

Apple cancela su proyecto de coche autónomo, al menos de momento. El ‘Project Titan’, como se conocía internamente el desarrollo del vehículo ha sido suspendido según Bloomberg, ya que la compañía ha decidido replantearse su estrategia tras “varios meses de desacuerdos por parte de la junta directiva”.

“Apple ha reducido drásticamente sus ambiciones de automoción, lo que le lleva a cientos de recortes de empleos y a tomar una nueva dirección que, por ahora, ya no incluye la construcción de su propio coche”, publica el diario.

Los rumores de que el coche autónomo de Apple se enfrentaba a ciertos escollos empezaron este año, cuando el jefe de programa, Steven Zadesky, se marchó. Bob Mansfield, un veterano de la compañía, lo reemplazó. Ahora llegan los despidos, que, según las fuentes son parte de una nueva versión del plan.

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Desde la aparición de Mansfield, se especula que la estrategia podría cambiar: en lugar de crear un coche autónomo desde cero, Apple se dedicaría a producir los programas y sistemas necesarios para que un vehículo de este tipo funcionase. Si esto es cierto, entraría en competencia directa con Google, ya que se piensa que ésta busca el mismo objetivo. En cualquier caso, los últimos informes sugieren que el coche autónomo de Apple no aparecerá (si lo hace) antes de 2021.

Más de mil empleados están implicados en cambios de puestos para acometer la nueva estrategia, en la que los ejecutivos se ponen como fecha ‘finales de 2017’ para tener algo que evaluar y decidir si continúan en esa dirección.

Esto no cierra las puertas al desarrollo de un coche como tal, un producto que poder comprar, pero posiblemente se alíe con algún fabricante para ello.

La industria del automóvil parece más complicada de controlar para la marca tecnológica, ya que según parece, a Apple le ha costado llegar a acuerdos con los suministradores de componentes como lo hace en el mundo de los gadgets.

Efectivamente, un móvil no es un coche por mucho que quieran hacérnoslo ver los gurús de la tecnología y por mucho que ésta invada el mundo del motor en pocos años.