Prueba del Mercedes GLC Coupé: súmate a la nueva moda

Cuando todo parecía inventado en el segmento de los SUV, aparecieron las versiones coupé. Y molan bastante.

¿Qué demonios es esto?

Se trata del nuevo Mercedes GLC Coupé, una nueva variante del SUV bávaro GLC. No me mires así: desde que llegara al mercado el BMW X6 con su elefantiásica línea coupé, todo el mundo se ha vuelto loco y ha dado una grata acogida a este tipo de coches. 

Pero, ¿Mercedes no tenía ya uno?

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Sí, ya existe una variante del GLE denominada -vas a alucinar con la imaginación que le echaron- GLE Coupé. ¡Deja de mirarme así! Aunque puedan parecer iguales, el nuevo GLC es más pequeño. Si se puede llamar pequeño a un coche que mide 4,7 metros de largo, 1,9 de ancho y pesa cerca de dos toneladas. 

¿Y cuál es el objetivo?

Según nos han contado los propios responsables de Mercedes, el nuevo GLC Coupé es una versión más deportiva del GLC, que a su vez está basado en el Clase C. Su finalidad es rivalizar en el mercado con el BMW X4, el Porsche Macan y el Jaguar F-Pace. Tarea fácil, ¿eh? Comparado con el GLC normal, el nuevo Coupé tiene una dirección más rápida y un ajuste de suspensión distinto, aunque en líneas generales es bastante semejante.  

¿Es realmente deportivo?

Está claro que llamar deportivo a un coche como el Mercedes GLC Coupé es muy relativo, pero lo cierto es que tiene un tacto de conducción muy bueno y desde luego es el SUV más ágil que tiene ahora mismo el fabricante en el mercado. La dirección es bastante mejor que la del GLC -eso ya lo he dicho, ¿no?- y al jugar con los diferentes perfiles de conducción puedes llegar a ir a ritmos verdaderamente altos incluso en carreteras sinuosas, algo que teniendo en cuenta su peso es digno de admirar. ¿Entonces es tan divertido y veloz como un Porsche Macan? Pues no, pero es que eso no lo consigue ninguno de los otros rivales del segmento. En Porsche saben hacer bien las cosas. Vaya que si saben. 

Volvamos a lo que interesa: ¿qué motores trae?

Pues cada GLC Coupé trae uno -es un chistaco, no me lo puedes negar-. Ahora en serio, la gama de motores del nuevo deportivo de Mercedes de momento se compone sólo de tres opciones: un bloque de gasolina de 211 CV -GLC250 4Matic- y dos diésel de 170 y 204 CV -220d 4Matic y 250d 4Matic, respectivamente-. Su precio arranca en los 55.583 euros que te costará tener en tu garaje la variante de gasolina hasta los 58.433 de la más potente de ciclo diésel. Eso, más los extras que quieras añadirle, que en Mercedes se pagan y bien. ¡Ah! Todas las motorizaciones vienen asociadas a un cambio automático de nueve velocidades. 

Ajá... ¿habrá algo más gordo?

Sí, yo también estaba asustado. Para finales de año Mercedes tiene previsto lanzar tres nuevas versiones del GLC Coupé, a cada cual más interesante: un 350d 4Matic con 258 CV -bien-, un 350e híbrido enchufable de 320 -mejor- y una AMG 43 4Matic de 367 -¡brillante!-. Si no tienes demasiada prisa, puedes esperar a hacerte con alguna de ellas, porque ya que te compras un SUV deportivo... no sé si me entiendes. 

Mercedes GLC Coupé 350e 4Matic

¿Cuál es el más equilibrado?

Hemos podido probar el Mercedes GLC 250d Coupé y es de recibo decir que seguramente sea la opción más recomendable a día de hoy. Por precio se coloca como la opción más racional, apenas 2.000 euros más caro que el diésel básico y 10.000 euros más barato que el 350d. Vale, no es barato, cuesta 58.433 euros, pero a cambio tenemos un diésel de 204 CV con fuerza suficiente para mover al conjunto y un refinamiento notable. Con una capacidad para acelerar de cero a cien en 7,6 segundos y un consumo medio de cinco litros creo que es el complemento ideal a este SUV estéticamente irreprochable.

¿Algo más de interés que deba saber?

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Como en todo Mercedes que se vende actualmente, el interior del coche es espectacular. Tiene un diseño y calidad percibida excepcionales, con unos asientos muy cómodos y un trabajado sistema de infoentretenimiento. Tiene un buen equipamiento de serie, pero existen muchas golosinas que puedes añadir a tu GLC Coupé para hacerlo más apetecible. Y caro. 

Suena muy bien, ¿ninguna flaqueza?

Pues... sí, precisamente más que su flaqueza, lo peor que tiene el GLC es su gordeza. Deja que me explique: el GLC Coupé, por motivos obvios, pesa más que un turismo de corte deportivo como podría ser el Clase C, y por lo tanto no puede igualar sus cualidades dinámicas. Al tener una carrocería más estilizada que la de un SUV más normal, tampoco ofrece el mismo espacio interior que un GLC a secas. Y además es casi 4.000 euros más caro. ¿Significa esto que el nuevo Mercedes GLC Coupé es un coche sin sentido? No, ni mucho menos. Está claro -y mes a mes queda reflejado en las cifras de ventas- que en el mercado de los SUVs de lujo el diseño resulta ser uno de los componentes con mayor peso a la hora de tomar una decisión de compra. Y si lo que buscas es diseño, el GLC es precioso. Así que, si por encima de todo quieres un coche con el que ser envidiado y que siempre te haga girar la cabeza al aparcarlo, no hay mucho que pensar. 

Etiquetas: SUV