Prueba del Ford Mustang California Special: el sol californiano llega a Europa

Prueba del Ford Mustang California Special
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Hemos probado el Ford Mustang California Special, una versión de este conocido deportivo americano que cuenta con un estilo espectacular e inigualable. Una experiencia difícil de replicar.

En esta prueba del Ford Mustang California Special sé que voy a encontrarme algo distinto a lo que estoy acostumbrado. Últimamente me he puesto al volante de varios eléctricos o simplemente de coches pensados para el mercado y las carreteras europeas. Sin embargo, el Ford Mustang no cumple ninguna de esas condiciones y eso me gusta.

Ahora estamos en un mundo globalizado y ya no hay tantas diferencias entre coches de uno u otro país. Sin embargo, en Ford han sabido incluir esto en un coche sin que por ello pierda esa identidad que le define como a un icono estadounidense. Eso sí, esto ya lo sabía, ya que es algo que pude comprobar con el Ford Mustang GT que probé el año pasado.

Entonces, ¿qué hago otra vez con este modelo? Este es diferente, ya que es la reinterpretación de una edición especial que se concibió allá por el año 1968. Llamada California Special, fue una versión enfocada al mercado de este estado norteamericano, donde el entonces recién lanzado pony car -solo llevaba cuatro años en el mercado- era especialmente popular.

Principalmente, aquellos coches se distinguían por detalles estéticos -en parte inspirados en los modelos de Shelby- y en este caso se ha seguido una receta similar. Así, estoy acompañado por una unidad descapotable en un precioso color amarillo, la cual cuenta con algunos toques que me llaman la atención.

Lo primero que detecto en el diseño del Ford Mustang California Special es la parrilla delantera con forma de panal de abeja, en la que además se sitúa el logotipo GT/CS en color rojo. Esta insignia también la puedo ver en el medallón de la parte trasera, así como en unas franjas laterales que aportan un toque más deportivo.

Más allá de esto, lo demás no difiere demasiado de lo que vería en cualquier ejemplar convencional de este deportivo, pero hay más añadidos propios de esta configuración. ¿Lo más evidente? Las llantas de 19” en gris carbono, que son como las del Bullitt. Además, también distingo un splitter delantero algo más grande.

Tras un vistazo rápido al exterior, me dispongo a entrar en el habitáculo, donde una vez más todo se enfoca en los detalles. La configuración no varía y mantiene ese estilo retro que desaparecerá en la nueva generación del Mustang en favor de elementos como unas grandes pantallas. Sin embargo, en este caso no es así y me fijo en otras cuestiones.

Por ejemplo, una característica propia del interior del Mustang California Special es la tapicería con ante Miko con costuras rojas. Asimismo, se añaden más inscripciones identificativas de esta edición especial, con el logotipo en relieve en los cabeceros de los asientos y en las alfombrillas, así como en una placa colocada en el salpicadero.

De esta manera, reconozco que esta configuración no trae consigo demasiadas novedades, pero ofrece la posibilidad de aportar un toque distinto a este coche por 2.200 euros más. Al final, es decisión tuya e independientemente de ella hay algo que no cambiará: la mecánica, que sigue siendo espectacular.

Motor y prestaciones

Como era de esperar, el motor del Ford Mustang California Special es el mismo V8 de 5 litros con 450 CV de potencia y 529 Nm de par que encontramos en el GT convencional. Puede estar acompañado de una transmisión manual de seis velocidades o de un cambio automático de 10, que es el caso de mi unidad de pruebas.

En mi caso, optaría por el cambio manual, ya que te permite experimentar más el coche y eso es algo que siempre se agradece en un modelo así. Ahora bien, el automático tampoco decepciona y te permitirá pasar de 0 a 100 km/h en 4,5 segundos -son 4,8 segundos en el manual-, con una velocidad máxima de 249 km/h.

Prueba del Mustang California Special: ¿cómo va?

Tras repasar los detalles de este modelo especial, llega el momento de disfrutar, así que arranco el motor inmediatamente. El inconfundible sonido no deja de erizarme la piel y, aprovechando que hace buen tiempo, aprovecho para abrir el techo antes de salir a la carretera.

De esta manera, inicio la marcha con una suavidad mayor que la de la versión manual. No me sorprende, ya que los cambios se suelen hacer más pronto en un modelo automático. Sin duda, es algo que viene bien cuando estás circulando de forma relajada por ciudad o por la autopista. Además, siempre puedo realizar los cambios yo si lo deseo.

Prueba del Ford Mustang California Special

En el caso de que decida tomar más control y manejar yo las marchas, la respuesta es rápida y puedo aprovechar sin retardos las capacidades del motor. Sin embargo, en el modo automático puedo dedicarme a relajarme al volante, experiencia que también es distinta en este coche. Estoy conduciendo por la M-40, pero en mi mente estoy en la Pacific Coast Highway.

Está claro que este deportivo transmite unas sensaciones propias ligadas al tipo de coche que es. No obstante, más allá de esa identidad tan marcada, lo cierto es que sus cualidades como deportivo no decepcionan. Como digo, en conducción relajada es un modelo agradable, con una suspensión que no se siente extremadamente firme y un motor que suena, pero no molesta.

Por supuesto, el tacto no es como el de una berlina, pero es destacable para ser un deportivo. Y sobre el sonido, puedes elegir su intensidad con el modo de conducción -Normal, Sport, Track y Nieve/Húmedo- o con las configuraciones del escape -Silencioso, Normal, Deportivo y Circuito-. Gracias a una válvula en las salidas centrales, podrás subir o bajar los decibelios a placer.

Sin duda, esto te permite variar la experiencia al volante y ajustar el coche a cada situación, ya que el Mustang está pensado para ofrecer un buen rendimiento, pero también una cierta practicidad para el día a día. En cierto modo lo consigue, con un maletero de 332 litros -408 en el Fastback- y unas plazas delanteras amplias. Atrás, eso sí, solo podrán viajar bien los niños.

Prueba del Ford Mustang California Special

Por otra parte, en lo que se refiere al comportamiento como deportivo, al probar el Ford Mustang California Special confirmo que cumple con creces. En línea recta, hundir el pie derecho es algo especialmente emocionante, gracias a una fuerte respuesta del motor que se acompaña de un sonido espectacular. ¿Y en curvas? Se desvanecen los tópicos sobre los coches estadounidenses.

Como ya noté al llevar el GT en su momento, se nota que esta generación del pony car de la marca del óvalo estaba pensada para cruzar el charco, ya que su ajuste no es tan “típico americano”. Sí, en carreteras rectas responde bien, pero también es capaz de moverse adecuadamente en vías más sinuosas, al contrario que otros coches más antiguos del país de las barras y estrellas.

Aun así, no es un coche especialmente ágil y en esta versión descapotable se nota más por la pérdida de rigidez, pero jamás el Mustang fue un deportivo pensado para correr en puertos de montaña. Aquí no se te ofrece tomar curvas al milímetro con la mayor rapidez, pero sí hacerlo deslizando la trasera con una cierta facilidad y con una sonrisa de oreja a oreja desde que entras hasta que sales.

Conclusión y precios

Prueba del Ford Mustang California Special

El precio del Ford Mustang California Special arranca en 62.930 euros para el modelo manual, así como en 65.930 euros para el automático. No es un precio al alcance de cualquiera, pero no hay que olvidar que se trata de un coche de 450 CV, así como de una edición especial con carrocería descapotable que también sube el precio. No es fácil encontrarle rivales, desde luego.

Si queremos fijarnos en otro deportivo descapotable de una potencia similar, podríamos pensar en el BMW M4 Cabrio de 510 CV, el cual cuesta 128.250 euros. Otra opción es el Porsche 911 Carrera S Cabriolet, también de 450 CV, con un precio de 165.141 euros. Sí, son coches más lujosos y refinados, pero la diferencia económica es sorprendente.

Tanto en esta versión, como en el modelo más convencional, es evidente que el Mustang ofrece una relación precio-potencia inigualable. Por ello, puede que algunas calidades en zonas como el interior sean inferiores, pero que no te quepa duda de que se trata del coche perfecto si quieres pasarlo en grande conservando tus dos riñones.

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Etiquetas: Muscle carMotor

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