Prueba del Peugeot E-3008: un SUV eléctrico con mucha personalidad

Prueba del Peugeot E-3008

Probamos el Peugeot E-3008, la versión eléctrica del SUV de la marca francesa, con hasta 525 kilómetros de autonomía y hasta 700 en sus versiones futuras. ¿Lo comprarías antes que un Tesla Model Y?

La oferta de SUV eléctricos es de lo más completa y en esta prueba del Peugeot E-3008 vas a conocer a uno de los modelos por los que puedes optar. Tiene un diseño inconfundible, mucha tecnología y ofrecerá hasta 700 kilómetros de autonomía. Eso sí, ¿es realmente una compra interesante?

El nuevo todocamino de baterías de la marca francesa sigue las claves que ya conocimos en las variantes térmicas. De entrada, deja atrás la silueta convencional de la pasada generación más coupé o fastback, como lo denominan en la firma. Además, presenta un cambio radical de diseño exterior e interior.

En la línea de los recientes modelos de Peugeot, el nuevo E-3008 no pasa desapercibido con una apariencia en la que destacan elementos como sus faros LED delanteros divididos, la falsa parrilla con patrón degradado y la firma lumínica trasera. Además, llaman la atención elementos como las llantas, de hasta 20 pulgadas y de diseño aerodinámico.

Esto, junto a otros factores, es lo que ha conseguido que este todocamino firme un coeficiente aerodinámico de 0,28. Este es el valor estrella de una carrocería totalmente nueva que se presenta además sin cromados, en favor de los elementos en negro piano. 

Siguiendo por el interior, como sucede en el Peugeot 3008 térmico, el elemento más llamativo es la pantalla panorámica de 21 pulgadas que puebla el salpicadero y que representa el nuevo I-Cockpit. Ofrece una mejor visibilidad que el antiguo, sin duda, pero su apariencia ya no se diferencia tanto de lo que encontramos dentro de otros coches.

Esta gran pantalla (disponible en el acabado GT, mientras que el Allure recibe dos pantallas de 10 pulgadas) hace las funciones de cuadro de instrumentos y de pantalla de infoentretenimiento. Esta última tiene varias páginas accesibles al deslizar el dedo y aglutina casi todas las funciones.

Todo esto hace que los mandos físicos se hayan reducido en el habitáculo, ya que incluso se encuentran por debajo los llamados I-Toggles. En lugar de los botones de los antiguos interiores de la marca, ahora se ha situado una barra táctil con accesos directos personalizables a diversas funciones del coche. 

Sea como fuere, los mandos físicos no han desaparecido por completo en el interior del Peugeot E-3008, ya que el volante cuenta con botones tradicionales, a pesar de tener la apariencia de mandos hápticos. Lo mismo sucede en el túnel central, donde hay otra serie de mandos de apariencia similar para funciones como la conexión de la luneta térmica y la recirculación del aire.

Sobre esta zona, me llama la atención por su diseño y todo lo que incorpora. Por ejemplo, cuenta con una zona para cargar el móvil de forma inalámbrica y dos guanteras. Así, se añade practicidad a un habitáculo que en general está bien presentado y terminado. También es razonablemente amplio, aunque el espacio para las rodillas y el acceso en las plazas traseras es más justo.

Por ahora, solo con 210 CV y una batería de 73 kWh

A falta de que lleguen las futuras versiones con mayor batería y potencia, el motor del Peugeot E-3008 es un propulsor delantero que entrega 210 CV y 343 Nm de par. Todo ello se acompaña de una batería de 73 kWh y esto resulta en una autonomía WLTP de 525 kilómetros, aunque esta cifra disminuye notablemente en autopista.

Junto a esto, las recargas se pueden realizar en corriente alterna a 11 y 22 kW, así como a un máximo de 160 kW en corriente continua. Con esta última opción, es posible pasar del 20 al 80% en media hora.

¿Cómo se conduce?

Prueba del Peugeot E-3008

De entrada, conducir el Peugeot E-3008 requiere de un breve periodo de adaptación. La postura de conducción se siente elevada, pero eso es algo que se podría esperar. Sin embargo, si no estás acostumbrado a conducir los nuevos modelos de la marca, el volante puede sentirse extraño al principio.

Su pequeño tamaño llama la atención y su posición es algo baja, aunque no tardas en acostumbrarte a ello. Además, esto y el hecho de que esté achatado también por arriba ayuda a solucionar el problema de la visualización de la instrumentación que podía presentar el antiguo Peugeot i-Cockpit.

Ya hecho a las peculiaridades del habitáculo, la conducción es bastante cómoda en ciudad, con una dirección rápida que no requiere de grandes movimientos para hacer giros cerrados o para moverse por zonas más reviradas. Además, como sucede con otros coches eléctricos, la rápida respuesta del motor es un punto positivo en el entorno urbano.

Sin duda, en situaciones como las salidas desde parado no te falta la inmediatez propia de un coche eléctrico, de manera que la circulación en situaciones de mayor tráfico es sencilla. Ahora bien, no tienes una salida tan radical como en otros modelos BEV, especialmente en función del modo de conducción elegido.

En el modo Normal, la entrega es adecuada, pero no tienes toda la potencia a tu disposición. Esto solo lo tienes si llevas el pedal al fondo con el llamado kick-down, un segundo nivel de su recorrido que desbloquea toda la potencia en todos los modos de conducción. 

Esto es especialmente útil en el modo Eco, donde la aceleración se queda mucho más limitada. No es algo dramático, pero hace que esta sea una opción principalmente destinada a la ciudad, donde sí puedes sacarle más partido. En otros entornos puedes optar por el modo Sport, que ofrece toda la potencia e incluso endurece levemente la dirección.

Prueba del Peugeot E-3008

Con estas variaciones, en este modo no vas a sentirte como un piloto al volante del Peugeot E-3008, pero sí recibes más información a través de la dirección y el tacto general es más agradable. Con esto, unos frenos bastante efectivos y una suspensión con un punto de firmeza, pero que no es incómoda, este SUV se las arregla bien en diferentes curvas y carreteras.

Sea como fuere, su cometido principal es la eficiencia y para ello hace uso de varios elementos. Uno de ellos es el mencionado modo Eco, que puedes usar en carretera y especialmente en ciudad. Además, hay levas tras el volante para manejar los tres niveles de retención disponibles, lo cual es de agradecer, aunque su tacto es algo blando.

No es posible circular sin retención, de manera que en carreteras puedes sentir que podrías circular de manera más suave y sin dar ciertos 'tirones' al levantar el pie derecho. Aun así, en ciudad sí se agradece la regeneración. Aquí, con el modo más agresivo, casi puedes circular con un solo pedal y maximizar la energía de la batería.

Circulando así y con una conducción suave, en esta prueba del Peugeot E-3008 logro hacer un consumo de 16,6 kWh/100 km en una ruta por autopista y ciudad, lo que es bastante positivo. Con esto y con la autonomía de más de 500 kilómetros, no asusta la idea de hacer recorridos de cierta distancia, una virtud importante para un eléctrico. 

Precio y rivales del E-3008

El precio del Peugeot E-3008 es de 48.160 euros para el acabado Allure de acceso, así como aumenta a 53.160 euros si quieres optar por el acabado GT. Es un valor sin ayudas, sí, pero es innegable que no es una cifra reducida y hace que este modelo no se diferencie demasiado de algunos de sus rivales.

Entre ellos, en Tesla puedes encontrar un Model Y Gran Autonomía con 544 km de autonomía por 49.990 euros. Asimismo, el BYD Atto 3 con 420 km de autonomía está disponible por 37.990 euros, el Kia e-Niro con 460 km de autonomía se ofrece por 39.500 euros y el Volkswagen ID.4 se encuentra por 48.015 euros en su versión Pro con 550 km de autonomía.

Nuestro veredicto

7.5

Etiquetas: Motor