Prueba Renault Espace TCe: 225 CV que terminan sorprendiendo

Prueba Renault Espace TCe
El rey de los monovolumen reclama su corona.

La prueba del Renault Espace TCe me ha dejado con un buen sabor de boca: imagen, calidad, mucho espacio interior y un comportamiento dinámico que sorprende... Pero antes, déjame un inciso: siempre que hacemos un ranking de coches nuevos hablamos de que es importante que la gente sepa decidir lo que mejor le conviene. No hay duda que los SUV han influenciado mucho en esta quinta generación del Renault Espace, buscando una estética crossover y dulcificando las líneas rectas vistas hasta la fecha. ¿Es una alternativa real a los SUV? ¿A quién va dirigido? ¿Es perfecto para ti?

Pues todos aquellos que estén buscando un coche espacioso deberán terminar en un concesionario de Renault para probarlo. Sin duda, el Renault Espace de esta prueba es una referencia en el segmento de los monovolúmenes, presente en el mercado desde el año 1984 de manera ininterrumpida, y en su última generación la apuesta por la imagen alcanza un nuevo nivel. Es tendencia y la verdad es que en general está bastante conseguido.

En la galería sobre estas palabras podrás ver una completa selección de fotos donde verás los detalles estéticos más significativos de este Renault. Lo primero que resulta interesante es comprobar que es un coche más pequeño de lo que parece, especialmente desde su espacioso interior. Mide 4,85 metros de largo, una cifra que se asemeja mucho a una berlina clásica del segmento D como el Opel Insignia o el Ford Mondeo. Es grande, sí, pero una vez que entras en su habitáculo, el espacio sobrecoge. Tiene casi tres metros de batalla y eso se traduce en un habitáculo muy bien aprovechado.

Prueba Renault Espace: ¡gran versatilidad interior!

Mi Renault Espace de pruebas cuenta con la configuración de siete plazas y puertas adentro la versatilidad es total. Además de las tres filas de asientos, resulta muy interesante comprobar cómo la segunda fila de asientos cuenta con raíles para poder desplazar la banqueta según las necesidades. Por ejemplo: si viajas siete personas puedes reducir algo de espacio en la segunda fila de asientos para mejorar el espacio para las piernas en la tercera fila. O simplemente para ampliar la capacidad del maletero: solamente tirando los asientos hacia delante puedes ganar 105 litros de capacidad, para alcanzar los 719 litros.

Prueba Renault Espace TCe

Pero además de su versatilidad, algo que se da por hecho en un gran monovolumen como este, resulta interesante comprobar la gran calidad general que se siente en su interior. El Renault Espace fue el primero en contar con el estilo minimalista, con pantalla vertical central, que más tarde han ido incorporando la mayoría de modelos de la gama. En la práctica, en el primer momento en que el te subes al coche, destaca un parabrisas de gran tamaño que da una gran sensación de desahogo. Te sientes en un coche tremendamente amplio y con una calidad notable. El puesto de conducción también es ligeramente sobreelevado, aunque la posición del asiento no es demasiado erguida, menos que en pasadas generaciones.

Esta tendencia crossover de su diseño pasa factura en el interior reduciendo la altura del suelo del habitáculo, algo que obliga a viajar con las rodillas dobladas, lo que a mucha gente puede no gustar. Personalmente no he tenido problemas con eso, pero sí escuché a gente durante mi semana de pruebas que comentó que algo así te podía cargar las rodillas y las piernas en viajes de larga duración. Es cierto que su estilo ‘SUVizado’ le hace perder algo de espacio interior respecto, por ejemplo, al Seat Alhambra de esta prueba.

Opinión: ¿han muerto los monovolúmenes?

Y es que el nuevo Renault Espace juega un poco en tierra de nadie. Toma detalles de los SUV para mejorar su imagen y eso puede hacer que los que busquen un monovolumen puro no se sientan tan atraídos como en generaciones pasadas. Lo que está claro es que la prueba del Renault Espace TCe fue mejorando por momentos. Mi unidad de pruebas equipa el motor 1.8 turbo de 225 CV y 300 Nm de par desde las 1.750 vueltas. Está asociado a una caja automática de doble embrague con siete velocidades y la verdad es que este conjunto motor/transmisión me va a dar muchas alegrías.

Prueba Renault Espace TCe

Viajando tranquilo, el coche se siente muy relajado. El habitáculo está perfectamente insonorizado y el motor de gasolina pasa desapercibido. Es un blloque que cuenta con suficiente fuerza para sentir esa seguridad bajo el pedal derecho en cualquier momento, pero de primeras no desato todo su potencial: decido viajar tranquilo, primero en ciudad, después en los alrededores. Me gusta lo refinado de su pisada y la enorme amplitud que se siente en su interior. Con 1,88 metros de ancho, no es el mejor coche para callejear, por lo que decido salir de la ciudad y tirar al monte.

Prueba Renault Espace: buena calidad interior

En autopista es un tiramillas: cómodo, silencioso y relajado. Tanto es así que decido empezar a trastear con la pantalla táctil central, alma tecnológica del coche. Desde esta pantalla puedes modificar elementos como los modos de conducción, el navegador, la climatización (aunque cuenta con ruedas físicas específicas) o detalles como la iluminación de ambiente o toda las funciones del coche. Sí, también seleccionar el masaje que te da el asiento.

Prueba Renault Espace TCe

¿Es recomendable? No es el mejor sistema del mercado pero resuelve la papeleta. El tacto es bastante bueno y rápido y los gráficos son claros y dejan poco margen para la duda. No obstante, tienes que acostumbrarte al interfaz: no me gusta que puedas subir y bajar elementos arrastrando como en un teléfono móvil. Creo que en estos casos es mejor un sistema como el que equipa Seat, con iconos fáciles y sencillos para entrar en los diferentes menús con un solo click. En este apartado podría ser ligeramente más intuitivo y seguro que en un primer momento te costará hacerte a todos los menús. Pero es cuestión de tiempo de adaptación.

La sorpresa no es que la pantalla táctil no sea la más intuitiva del mercado, la sorpresa llegó cuando empezaron las curvas. Es lógico que un coche tan grande y con una puesta a punto tan enfocada al confort pueda sufrir en una zona más revirada. Pero, oh, sorpresa: la prueba del Renault Espace fue mejorando por momentos. El motor responde con brío a cualquier demanda sobre el pedal derecho mientras que la suspensión no balancea en exceso: aquí puedes jugar con los diferentes modos de conducción para adaptar el comportamiento del coche según las necesidades.

Prueba Renault Espace TCe

El gran protagonista del Espace hablando de dinamismo es el sistema 4Control, con el eje trasero direccional. Gracias al giro de las ruedas traseras, se consigue una sensación de reducción de la batalla y cuando empiezan las curvas, te puedes llegar a olvidar del tamaño y disfrutar de la conducción. La dirección es rápida y me gusta su tacto, mientras que los balanceos no son para nada exagerados. Me encanta la puesta a punto de la suspensión, muy lograda y sorprendente en un coche de estas características.

Sorpresas: gran comportamiento dinámico y consumo ajustado

Creo que el comportamiento dinámico del Renault Espace fue la principal sorpresa de esta prueba. Pero no la única: la segunda fue la gran relación entre prestaciones y eficiencia de la mecánica. Da la sensación, de primeras, que llevar un motor de gasolina de 225 CV en un gran monovolumen es sinónimo de gasto elevado de combustible. Pues no amigos: homologa un consumo medio de 6,8 litros, lo que en la vida real se sitúa en torno a los 8 litros. ¡Me parece una cifra fantástica para un coche de estas características y con un ritmo que fue bastante elevado! En autopista, tranquilo, puedes rondar consumos en torno a los 7 litros sin ningún problema.

Prueba Renault Espace TCe

Con un cero a 100 km/h en 7,6 segundos, que ponen sobre la mesa sus buenas prestaciones, con un consumo medio realmente ajustado, un sistema de eje trasero direccional y una puesta a punto de la suspensión muy lograda, el Espace se coloca en la cúspide de su segmento. A todo esto se suma un interior con mucho espacio, muy bien insonorizado y refinado, así como con detalles premium interesantes como el sistema de iluminación de ambiente, con numerosos tonos y una proyección en el techo bastante ‘glamurosa’.

¿Es el Renault Espace el mejor monovolumen del mercado? En esta quinta generación, los franceses le han dado una nueva vuelta de tuerca a uno de sus modelos más veteranos. Deja de lado la estética y la funcionalidad de un monovolumen clásico para apostar por una mayor versatilidad.

Así que puedo decir, tras la prueba del Renault Espace TCe de 225 CV que, sin duda, es un coche muy completo y una opción a tener en cuenta si buscas un coche con mucho espacio interior (el maletero puede alcanzar los 2.035 litros) y quieres disfrutar también al volante. Eficiente, rápido y cómodo, además, con unos pocos centímetros extra de altura para poder llegar a las playas más inhóspitas este verano. ¡Una grata sorpresa!

Nuestro veredicto

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