Opinión: ¿han muerto los monovolúmenes definitivamente?

¿Han muerto los monovolúmenes?
¿Se nos ha ido la cosa de las manos?

Analizar las cifras de venta de vehículos proporcionadas cada mes por ANIACAM puede ser peligroso: mientras que los números globales resultan tremendamente esperanzadores, no ocurre lo mismo cuando se pone atención a los detalles y se comprueba que, de forma imparable, el segmento de los SUV es el más exitoso de todos. Hoy pondré el foco de atención sobre unos grandes olvidados... literalmente: ¿han muerto los monovolúmenes? ¿Ha quedado desterrado en el olvido el automóvil de moda hace sólo un par de décadas? Pasemos a analizar la situación... con miedo. Con mucho miedo. 

Citroen Xsara Picasso: el coche feo de la semana

Basta un rápido vistazo al documento publicado por la asociación -del que extraemos también los artículos con los deportivos más vendidos en España, como este listado de 2016 en el que el Mustang GT de nuestra prueba fue el rey- para comprobar que, mientras ciertos segmentos no dejan de crecer... otros acumulan unas pérdidas importantes. En contraste con los modelos clasificados como todocamino, que no dejan de aumentar sus datos de venta con un crecimiento de hasta el 40,68% en el caso de los SUV del tamaño del Audi Q5 2017, el Nissan X-Trail 2017 o el Volvo XC60, los categorizados como monovolúmenes no dejan de perder un peso importante dentro de las ventas globales en nuestro territorio, con una caída libre que parece no tener un final a la vista. 

¿Han muerto los monovolúmenes? Todo parece apuntar a que sí... y la razón fundamental es tan evidente como preocupantemente estúpida: no molan tanto como un todocamino. Punto. Como el artículo quedaría demasiado breve y superficial si lo dejara aquí, pasaré a analizar con algo más de profundidad mi teoría: hasta hace poco tiempo -aproximadamente 10 años- la única opción que tenían las familias que quisieran disfrutar de un vehículo amplio con el que poder ir a cualquier parte sin preocuparse por dejar a nadie en tierra tenía forma de monovolumen... que no es precisamente el modo más espectacular de llegar a ningún sitio. Pero en realidad son automóviles muy prácticos que suelen dejar la pasión a un lado para centrarse en ofrecer argumentos de venta muy razonables y, habitualmente, con unos precios bastante asequibles -como sucede en casos como el del Citroën C4 Picasso-. 

¿Por qué en España no gustan los familiares?

¿Qué ha ocurrido? Que hace una década llegó al mercado un tipo llamado Nissan Qashqai -aquí tienes el modelo 2017- para cambiar de un plumazo todo eso... y convertirse en el objeto de deseo de miles de papás y mamás que veían en el recién nacido una alternativa más que apetecible para renovar su Chrysler Voyager. Sí, tendrían que renunciar a un poco de espacio en el maletero y su comportamiento en carretera no sería igual de agradable que el de un familiar -aquí las ventajas de éstos sobre los SUV-, pero... ¿quién podía resistirse a sus encantos? Y ahí comenzó la locura en la que llevamos sumidos ya unos cuantos años.

Sin duda alguna, lo más llamativo de que hayan muerto los monovolúmenes es que, habiendo atravesado una crisis muy dura que ha golpeado fuerte a muchos estratos de la sociedad, la compra predilecta por un gran porcentaje de conductores sea un vehículo que, por norma general, es más caro, más costoso de mantener y ofrece unas peores sensaciones que su homólogo compacto -aquí tienes los mejores de 2017-. ¿Qué significa eso? Que el mercado se ha vuelto idiota caprichoso... y que no tenemos para nada claras nuestras necesidades ni el mejor modo de darles una respuesta. ¿Crees que exagero? Toma papel y bolígrafo y elabora una lista de argumentos realmente racionales comparando unos modelos y otros. Y dime con sinceridad si ha ganado el SUV. No contestes... 

¿Tiene futuro el Ford B-Max?

Yo sí tengo claro lo que necesito: se llama Porsche 911 GT2 RS 2018 y es la respuesta a todas mis necesidades. Vale, es un biplaza y tengo una hija pequeña, pero... ¿acaso mi mujer no puede ir en transporte público? Espera: dice que, si eso, ya lo conduce ella... Un consejo: nunca busques una pareja tan petrolhead como tú. ¡Ay!

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