Bienvenidos a la era Terminator: llega Roborace, la carrera de autónomos

En el futuro los coches se conducirán solos. Mentira.

¿Alguna vez has imaginado cómo podría ser la competición del futuro? Aunque no lo creas, existe vida más allá de la categoría reina de los circuitos -aquí todos los cambios de la F1 2017 que debes conocer- y las carreras entre vehículos no tripulados serán una realidad... inminente: aquí tienes al Roborace, el primer coche de competición autónomo que será capaz de gestionar por su cuenta todo lo que hasta ahora hace un piloto de carne y hueso. 

Roborace: el coche de carreras del futuro

Vale, sé que puede parecerte imposible, pero es cierto: el Roborace ha sido diseñado por Daniel Simon, más conocido por haber sido el autor de los vehículos de la película Tron: Legacy -aquí tienes las mejores películas de coches- y por haber colaborado con marcas como Audi, Bugatti o Bentley en la creación de sus modelos más espectaculares. “Mi objetivo era crear un vehículo que se aprovechara de las posibilidades de no tener conductor para hacer algo que además fuera bonito”, afirma Simon. Desde luego, bonito es. Y siniestro. A partes iguales. 

Propulsado por cuatro motores eléctricos alimentados gracias a una batería de 540 kWh, Roborace es capaz de alcanzar los 320 km/h de velocidad máxima gracias a una aerodinámica especialmente cuidada -recuerda que no hay que hacerle hueco a ningún conductor- y a un peso total del conjunto bastante contenido teniendo en cuenta sus características: sólo 975 kg. A los mandos de la bestia se encuentra una unidad inteligente NVIDIA Drive PX 2, capaz de tomar hasta 24 trillones -sí, trillones- de decisiones por segundo ayudada por unos cuantos sensores repartidos por su carrocería. ¿Quieres más detalles? Apunta: 18 receptores ultrasónicos, dos sensores ópticos de velocidad, seis cámaras, posicionamiento GNSS y cinco sensores de luz. 

Así se prueba el Roborace: un coche eléctrico, autónomo... y de carreras

Está previsto que estos artefactos acompañen a la Fórmula E en pruebas donde estarán presentes un total de 20 vehículos repartidos entre 10 equipos que partirán de la misma base para competir y cuyo objetivo será el de ser los más rápidos en pista a base de lograr hallar la mejor puesta a punto posible... y la mejor configuración para su cerebro artificial. Denis Sverdlov, CEO de Roborace, aseguró orgulloso durante el Mobile World Congress celebrado en Barcelona que han "creado una conexión emocional con los coches autónomos que permitirá definir la relación entre humanos y robots en el futuro".

No sé qué opinas tú, pero yo creo que ha llegado el momento de comprar unas cuantas cajas de latas de conserva, todo el papel de aluminio disponible en el supermercado y encerrarnos en un refugio a varios metros bajo tierra. En el que poder escuchar música de verdad a través del ocho pistas de tu 1430 -como el de Julio Iglesias-. El futuro ha llegado con Roborace. Y da miedo.