Opel Calibra o Ford Probe, ¿cuál era el más 'cool' de los noventa?

Opel Calibra vs Ford Probe
Para los amantes de los coupés...

Imagínate que estamos de vuelta en los noventa y te hago esta pregunta: Opel Calibra o Ford Probe. Si me das una respuesta rápida, lo tienes claro y si no, aquí vamos a intentar adivinar cuál de los dos fue el más ‘cool’ de la época. 

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Eran dos coches deportivos (o de esencia deportiva) relativamente baratos, tenían una estética coupé muy atractiva y rápidamente se convirtieron en una referencia en el mercado sin ser excesivamente lujosos ni altamente prestacionales… pero elegir entre ambos no debía ser una tarea sencilla. 

¿Se parecían? Sí. ¿Tenían un enfoque parecido? También. Pero lo cierto es que con el paso de los años los dos demostraron estar en caminos diferentes. ¿Uno mejor que otro? Veamos… 
 

Opel Calibra o Ford Probe: el alemán revolucionario

Opel Calibra aerodinámica

El Opel Calibra llegó en 1989 (fue presentado en el Salón de Frankfurt de aquel año) haciendo gala de unas características muy avanzadas. Por ejemplo, tenía el mejor coeficiente aerodinámico del momento (hablando de coches de producción) gracias a su afilada silueta, suspensión trasera independiente, podía ser tracción trasera de manera opcional y recibió varios premios; entre ellos, el Volante de Oro de 1990, cuando llegó al mercado.

A pesar de ser coupé, permitía que cuatro personas viajaran a bordo sin demasiado agobio, su maletero podía varias de 300 a 980 litros de capacidad -ahí es nada- y un buen equipamiento de serie, como dirección asistida o sistema de audio de seis altavoces, al que podían añadírsele aire acondicionado o cambio automático. También tenía ABS. 

Este Opel estaba disponible con un motor 2.0 de 115 CV o en el caso del 16V, uno de 150 CV, con el que podía alcanzar una velocidad máxima de 223 km/h sin que se dispararan demasiado los consumos: el Calibra 16V lograba gastar tan solo 7,7 litros cada 100 kilómetros.

Opel Calibra o Ford Probe: la propuesta americana

Opel Calibra o Ford Probe

El Ford Probe hizo su aparición estelar también a finales de los ochenta y principios de los noventa -aunque ya se había dejado intuir como concept los años anteriores- sobre la base del Mazda GD; sí, Ford pidió colaboración a los japoneses en este proyecto. Su diseño recordaba mucho al del Calibra y llevaba unos entrañables faros escamoteables que le daban mucha personalidad. 

A bordo, en cambio, era mucho más sencillo que el Opel, parco en equipamiento, y sus materiales no transmitían la misma sensación de calidad. Se podía adquirir con tres motorizaciones diferentes, en función de los equipamiento: había un motor de 2.2 litros, cuatro cilindros y 110 CV disponible para el GL y el LX, un V6 de 3.0 litros para el LX y un 2.2 Turbo con 145 CV que se unía al Ford Probe GT. 

Después llegó la segunda generación, en 1992, que mantenía el equipamiento GL con motor de 115 CV y GT, con un V6 de 2.5 litros y 165 CV cedido por Mazda y 'golosinas' que necesitaba, como mayor calidad de acabados o llantas de aleación. Su producción cesó en 1997, como el Calibra, pero lo cierto es que nunca consiguió su reconocimiento... 

Conclusión: ¿cuál era el más cool?

Como te decía al comienzo de estas líneas, ambos eran una interesante opción para aquellos que buscarán un coche de líneas atractivas y deportividad barata; el Calibra más caro se vendía por 25.162 euros (unos cuantos millones de pesetas en su momento). Sin embargo, los cimientos del Ford Probe siempre fueron algo menos firmes que los del Calibra, que rápidamente se ganó su público. Los dos eran coches 'cool', sí, pero podemos decir que Opel se llevó el gato al agua.