El uso del móvil al volante es una de las principales plagas... al menos si nos atenemos al mundo de la conducción. Desde hace tiempo todos los coches nuevos salen con sistemas de manos libres, pero eso no parece ser suficiente para muchos conductores, que se empeñan en hacer cosas como chatear al volante como si estuvieran tomándose un refresco en una terraza.

Aviso DGT: los tres controles que va a reforzar este verano 2020

Y eso es una de las cosas más peligrosas que se pueden hacer. Según los últimos datos disponibles, en  2018 la principal causa de accidente con víctimas mortales fue el móvil, seguido de la velocidad y el alcohol y las drogas.

Y es que, según la asociación estadounidense AAA Foundation for Trafic Safety, con sede en Washington DC y con estudios por medio mundo, el uso del móvil provoca distracciones que 'atacan' en tres frentes:

• Distracción visual: no se mira a la carretera y no se ven los posibles obstáculos.
• Distracción cognitiva: baja el nivel de atención y se dejan de percibir hasta el 40 por ciento de las señales.
• Distracción manual: las manos están ocupadas en manipular el móvil y se 'olvidan' de acciones como accionar el volante o los intermitentes.

Es más: según la AAA, al utilizar un móvil se multiplica por 23 las posibilidades de sufrir un accidente en la carretera. No es de extrañar: mandar un mensaje de Whatsapp, por ejemplo, supone avanzar 20 segundos y unos 600 metros sin prestar atención a lo que viene delante.

Así las cosas, la DGT no puede dejar pasar esa fea esta costumbre y tiene varias herramientas para controlarlas. 

Las cámaras de cinturón 

En 2017 empezaron a utilizarse cámaras para controlar el cinturón de seguridad (otro caballo de batalla de la DGT), que a la postre resultaron ser bastante útiles para monitorizar otro tipo de conductas inaceptables al volante, como la del uso del móvil.

Gracias a que dichas cámaras también son capaces de detectar la matrícula y de hacer fotos con la suficiente nitidez como para aportar pruebas de la infracción, son especialmente útiles para detectar y sancionar a los conductores que estén usando el móvil mientras conducen.

Nuevos vehículos: furgonetas, camiones y motos

Hace unos años algunos conductores levantaban el pie del acelerador al encontrarse un tipo determinado de vehículo en la carretera. Por lo general eran berlinas medias, sin ningún tipo de identificación y que circulaban por la derecha a la velocidad máxima de la vía. Al adelantarla llegaba la realidad: eran radares móviles camuflados.

Con el paso del tiempo se ha experimentado con otro tipo de soluciones. Por ejemplo, con motos camufladas. Este tipo de vehículos, como aseguran desde la web AUTOBILD.es, no multan, al menos no directamente, pero sí vigilan las carreteras.

Lo mismo ocurre con las famosas furgonetas que han entrado en servicio para tareas de vigilancia. En total, según la DGT hay 15 de ellas con tareas similares a las de las motos. Por la situación de sus ocupantes, además es más sencillo controlar lo que ocurre en el habitáculo de los vehículos que circulan a su lado.

Por el aire: helicópetos y drones

Pero no solo por carretera: la vigilancia también puede llegar por el aire. Los helicópteros con el afamado radar Pegasus son capaces de localizar a un infractor a un kilómetro de distancia. Según datos de 2019, podía localizar a un infractor cada tres segundos.

El "último grito" en medidas de control procede de los drones. Estos aparatos controlan e imponen sanciones relacionadas con la seguridad vial (salvo velocidad, evidentemente, ya que no pueden con los cinemómetros) desde el pasado verano. Su ámbito de acción son las carreteras especialmente peligrosas.