Renault ha querido ir más allá del diseño, la electrificación de su motor y de las prestaciones de nuevo Mégane e-TECH. Y es que la conectividad, la conducción autónoma y la seguridad son otros puntos clave que pueden ser puntos diferenciales de la competencia. En resumen, un regalo para los amantes de la tecnología. 

Este nuevo coche eléctrico de la firma del rombo incorpora, como novedad, la pantalla Open R, dotada con el ecosistema de Google. Aunque en realidad no es una pantalla, sino dos, situadas en forma de «L»; una para la instrumentación digital, con 12,3 pulgadas, y otra en posición vertical en la zona central del salpicadero. 

Estas dos pantallas cubren una superficie de 774 centímetros cuadrados que ofrece una visualización maximizada y una experiencia inmersiva y exclusiva. Son las pantallas más grandes que Renault ha integrado en un vehículo. A esto hay que añadir la increíble calidad de visualización, con una resolución HD de 267 puntos por pulgada.

 Bajo la pantalla vertical se dispone de una hilera de botones cromados que se integra en el diseño, pero que permite controlar los sistemas principales, como por ejemplo la climatización, sin recurrir a la pantalla táctil. 

El cristal utilizado para estas pantallas es de tipo «Gorilla Glass», templado y muy resistente a los golpes y con protección frente a los arañazos, además de contar con tratamiento antirreflejos y antihuellas.

El sistema OpenR Link del Mégane eléctrico está basado en el sistema operativo Android OS, aunque eso no impide ofrecer compatibilidad con Android Auto y Apple CarPlay. Para la navegación se recurre a Google Maps, en una versión optimizada para adaptarse a los requerimientos de conducción de un coche eléctrico. 

Por ejemplo, puede sugerir rutas alternativas según el estado del tráfico, paradas para recargar o información del nivel de carga estimado en el destino. Los mapas se actualizan de forma constante.

 Google es un ejemplo más del tipo de proveedores que quiere Renault para esta nueva era de la movilidad. Los socios de la compañía gala también se dejarán notar en el área del hardware, donde cuentan con la experiencia de Qualcomm para el procesador Snapdragon Automotive Cockpit de tercera generación. Esta apuesta mejora la fluidez de la pantalla, que es siete veces más rápida a la de los modelos anteriores.

Dentro de dar una nueva experiencia al cliente, la marca francesa ha buscado una “inteligencia” capaz de traducir los datos en órdenes y sensaciones. Será LG Electronics, quien desarrolle, entre otras cosas, la plataforma que permite visualizar ambas pantallas para que su utilización sea más inmersiva y natural.