Los detalles más chulos del BMW M3

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Menuda leyenda.

El BMW M3 es toda una institución. Acabamos de recibir la generación G80, una berlina de más de 500 caballos de potencia que sigue siendo especial pese a los cambios estética y mecánicos, con una tracción total desconectable. Desde la llegada del primero hemos disfrutado de grandes versiones, y aquí nos quedamos con los detalles más chulos del BMW M3.

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Uno de los detalles más chulos de la saga BMW M3 fueron los retrovisores de la generación E36, una de las más queridas pero no la más popular. Aunque más chulas fueron las llantas de la versión CSL del BMW M3 E46, esa variante que todos tenemos en la cabeza como un auténtica unicornio que ha pasado a la historia como una de las mejores ediciones. Es que con el BMW M3 E46 cerramos una etapa maravillosa de diversión en la familia.

Y hablando de versiones especiales, el BMW M3 GTS ha sido otro de los grandes BMW M3, refiriéndonos en estas líneas a la generación E92. Retirados los asientos traseros se decidió colocar una barra antivuelco que enfocaba el modelo al circuito. Y es que llega a ser tan especial como aquel maravilloso BMW M3 Evo II, el M3 que todos desearíamos tener en el garaje algún día. ¡Algún día puede ser!

Las siglas M3 justo después del paso de ruedas delantero es uno de sus sellos de identidad. Y aunque es cierto que lo hemos visto en algunas unidades con motor 20d, una auténtica aberración, sigue siendo magnífico verlo estampado en un BMW M3 E46. Con el tiempo el E46 se hizo más accesible, aunque hace unos años que es muy complicado encontrar una buena unidad por menos de 20.000 euros.

Para terminar, si levantamos el capó del BMW M3 F80 encontraremos una barra de refuerzo en fibra de carbono que consigue levantarnos el ánimo. Personalmente este tipo de detalles me marcan al verlos en un coche, un elemento que marca el poderío deportivo de un coche que quiere reforzar su cuerpo para hacerte disfrutar en cualquier condición. El BMW M3 lo hace de manera soberbia, dónde va a parar.