El McMurtry Spéirling es uno de esos deportivos eléctricos de los que uno no sabe qué pensar. Su forma, su color... No me digas que no te recuerda al Batmóvil.

Pero más allá de la ficción, el creador del Spéirling se lo ha tomado muy en serio. Lo presentó en sociedad durante el Goodwood Festival of Speed y desde entonces ha ido pasando por diversos hitos, como por ejemplo su aprobación para los MotorSport Vision Test Days en Donington Park.

El objetivo de este pequeño deportivo que apenas mide 3,2 metros de largo es el de llevarte lo más rápido posible dentro de un circuito, aunque también se está preparando una versión de calle.

Y para hacerlo ha huído de los habituales alerones que llevan los coches de carreras: estas piezas tan útiles para mantenerte pegado al suelo también ofrecen resistencia al aire. 

En este caso, el equipo de ingenieros liderado por Tim Murtry empezó en 2016 a definir el proyecto y decidió apostar por una aerodinámica rompedora con difusores y ventiladores para generar efecto suelo. En teoría es capaz de generar 500 kilos en cuanto echa a andar, así que podría entrar en la parte alta de los coches con más downforce sin despeinarse.

También tiene elementos fabricados específicamente, como las llantas de 19 pulgadas o el propio chasis, que aloja el pack de baterías de 60 kWh que permite un tiempo en pista de entre 30 y 60 minutos.

Sin duda el punto fuerte es el motor. Este eléctrico tinde 1.014 CV y pesa, según los datos oficiales, "menos de una tonelada", por lo que se permite alcanzar los 300 km/h en menos de nueve segundos y seguir acelerando hasta romper la barrera de las 200 mph (que son 321 km/h).

En el vídeo de arriba puedes ver a nuestro compañero de la edición inglesa Ollie Kew acercarse al McMurtry Spéirling para enseñarnoslo al detalle, aunque por desgracia en McMurtry no nos han dejado conducirlo... Todavía.