Mercedes SLK: el descapotable que quiso recuperar la memoria del 190 SL

Mercedes SLK
Un emblema de los 90 que vive momentos difíciles.

Pocos saben que el Mercedes SLK nació con el objetivo de recuperar la esencia del rodaster puro que tenía uno de los descapotables de Mercedes más impresionantes, el 190 SL Pagoda. Un deportivo ligero, divertido, fácil de mantener y con un diseño espectacular. Tal fue el símil entre ambos deportivos que incluso contaban con la misma batalla, de 2.400 mm. El regreso del cuatro cilindros a los coches deportivos también fue una señal clara de sus intenciones.

Mercedes es especialista en crear nichos de mercado y a comienzos de los 90, concretamente en 1991, se empezó a diseñar un deportivo en formato compacto. Ágil, divertido y con una imagen muy atractiva, pero también relativamente barato, fácil de mantener y fiable. Era un concepto nuevo en una marca premium, ya que quizás el caso más semejante era el del BMW Z1, pero con un planteamiento más lujoso, caro y exclusivo.

Mercedes SLK Concept 1994

La idea fue rondando durante años en el cuartel general de Mercedes, hasta que a comienzos de 1993 el diseño creado por los chicos de Bruno Sacco se finalizó y el consejo de administración de Mercedes dio luz verde al proyecto. Era algo nuevo para ellos, pero era algo tan atractivo e ilusionaste que apenas se pusieron piedras en el camino.

El 30 de septiembre de 1993, el diseño final del Mercedes SLK estaba listo y se registró en la oficina de patentes y marcas alemana. El Mercedes SLK se presentó en forma de prototipo en 1994, aunque sus líneas maestras generales no variarían apenas en la versión final de producción. Sin duda, lo más interesante era la adopción de un techo rígido escamoteaba, capaz de convertir a este deportivo de coupé en roadster con tocar un botón y esperar.

Mercedes SLK: nace en 1996

En el Salón de Turín de 1996 se presenta la versión de producción del Mercedes SLK y una de sus características fue la adopción de mecánicas modestas de cuatro cilindros, raras de ver en deportivos de la marca de la estrella hasta ese momento. El modelo básico contaba con un cuatro cilindros atmosférico de 136 CV, un motor sencillo pero barato de usar y de mantener y sin grandes complicaciones a nivel de fiabilidad. ¡Un deportivo para todos!

Poco a poco la fórmula fue evolucionando, pero siempre con esa sensación de estar ante un deportivo donde el componente práctico estaba muy presente. El SLK nunca destacó por un comportamiento dinámico de primer nivel, ni siquiera en las potentes versiones AMG, con motores de seis cilindros y 354 CV. Era un deportivo algo más aburguesado que, por ejemplo, un BMW Z3 o un Nissan 350Z.

En el año 2000 el Mercedes SLK recibirá un importante restyling para sobrevivir al embate de la competencia. Aunque no será hasta el año 2004 cuando el Mercedes SLK reciba una nueva generación, una mucho más completa, más seria y también más atractiva estéticamente. Las líneas cuadradas de los 90 dieron paso a un diseño mucho más afilado y atractivo, además de un interior mucho más cuidado.

El que empezó como un roadster humilde, poco a poco fue subiendo de gama hasta posicionarse entre los descapotables de lujo, aunque manteniendo motores pequeños, eficientes y fiables en la parte baja de la gama, pero recurriendo a la fuerza bruta de un motor V8 en el caso del Mercedes SLK 55 AMG. ¡Uno de los roadster más salvajes de su tiempo con 360 CV y una fuerza descomunal en el eje trasero!

Mercedes SLK 55 AMG

Más tarde llegaría la tercera generación del SLK, con una versión AMG que se convertiría en el roadster más potente de la historia, con 422 CV y capaz de acelerar de cero a cien en 4,6 segundos. El SLK siempre mantuvo esa sensación de descapotable premium, con un planteamiento burgués, pero poco a poco su posicionamiento fue siendo más lujoso y refinado.

Un segmento a la baja

Lamentablemente, este roadster fue poco a poco cayendo en desgracia, junto con su segmento. Las ventas del Mercedes SLK se fueron reduciendo y si en 2004 se vendían casi 50.000 Mercedes SLK al año, una década después, en 2014, apenas se vendían 15.000 unidades. Una cifra que poco a poco fue bajando, ya que el mercado no demandaba descapotables premium de tamaño compacto: los que querían deportivos de verdad se iban a gamas superiores y el resto, apostaba por otro tipos de vehículos, como los compactos deportivos o los SUV.

Mercedes SLC trasera

El Mercedes SLK murió como Mercedes SLC, una cuestión bastante curiosa y que formó parte de la nueva estrategia de nombres de la marca. El Mercedes SLC dejó de comercializarse en Europa en 2018, mientras que en EEUU todavía siguió un año más con vida, aunque las ventas fueron muy discretas. Hoy en día no sabemos qué será del futuro Mercedes SLK, se habla de que Nissan y Mercedes podrían estar trabajando en un nuevo deportivo, que sustituiría a dos mitos como el SLK y el 350Z de un plumazo, la misma fórmula utilizada por BMW y Toyota en el caso del Z4 y del Supra. ¡Ojalá vuelvan a sacar un SLK competente y ojalá este segmento vuelva a recuperar sus días de gloria!