Este es el primer Lexus LC500 tuneado y mola. ¡Mucho!

Un gran turismo elegante, agresivo y ahora, más potente con un toque más racing.

El Lexus LC500 es una auténtica pasada, un coupé de alta gama con el que luchar contra el BMW Serie 6 que llega con la impronta inequívoca que Lexus impregna a todos sus vehículos: un estilo único, imponente, con un frontal muy agresiva, líneas muy modernas y un interior minimalista y de alta calidad.

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La base para un gran producto está presente, pero qué pasa si se decide modificar ligeramente su aspecto exterior, ¿mejora? Pues o mejora o se destroza, una de dos. Esta es la primera preparación del Lexus LC500 y hay que reconocer que mola, mola mucho. ¿Por qué digo eso? Pues porque se ha realizado tocando en los elementos clave donde puede mejorar un coche como este sin caer en lo absurdo.

El sentimiento que puede dar el Lexus LC500 variará mucho según el color elegido: un color oscuro reafirmará su elegancia, mientras que un tono más atrevido enfatizará su agresividad. El protagonista, que será desvelado en el SEMA Show de Las Vegas, está vigilado en el color ‘Avery Dennison Gloss Yellow’, un amarillo chillón que busca llamar la atención y que se complementa perfectamente con su aspecto agresivo.

El empaque frontal lo trae de serie, pero todavía se incrementa un pelín más gracias al labio inferior producido en fibra de carbono que le da un toque muy interesante y que combina perfectamente con la parrilla terminada en negro brillante. En el lateral, dos son los protagonistas: la suspensión y las llantas.

La nueva suspensión KW, con un sistema hidráulico que permite variar la altura, consigue que en su modo más bajo, el coche se vea realmente imponente. Las llantas HRE de 22 pulgadas, en un tono titanio mate, complementan a las mil maravillas al conjunto, le aporta un toque muy racing y deja entrever los frenos y las pinzas Brembo.

Por último, ¿en qué más se puede mejorar? Pues en términos mecánicos: el Lexus LC500 monta de serie un V8 de cinco litros con 467 CV. En esta preparación, la cilindrada aumenta hasta los 5,6 litros y la potencia se incrementa hasta los 525 CV. Esta modificación mecánica ha sido llevada a cabo por los chicos de DSPORT, capitaneado por Magnus Ohlaker, que lleva 20 años fabricando motores de F1 e Indicar. Estos cambios hacen que esta mecánica pueda rozar las 9.000 vueltas: ¿te imaginas el sonido? Es la guinda perfecta para un coupé absolutamente sensacional. No se tú, ¡yo me lo quedaba tal cual!