Esta es la principal y desconocida causa de los límites de velocidad

Límites de velocidad en España
- Actualizado:
Tenemos que agradecérselo, en parte, a los israelíes.

Los límites de velocidad en las autopistas españolas son más recientes de lo que probablemente muchos piensan. Sí, hace unas décadas, en España se podía correr tanto como uno quisiese, aunque era algo poco recomendable: entre los coches menos seguros y el estado general de las carreteras, era algo más que un riesgo superar ciertas velocidades al volante. No obstante: no había límites, como en una autobahn alemana. ¿Qué causó los límites de velocidad? Pues un tsunami económico que sacudió todos los países occidentales altamente dependientes del petróleo.

Estos son los límites de velocidad en Europa

Sí amigos, la Guerra del Yom Kipur es notablemente desconocida por una gran parte de la población española, pero más de uno debería saber que este conflicto armado, que arrancó el 6 de octubre de 1973, es el gran responsable de los límites de velocidad en autopistas. En este conflicto, Egipto y Siria se aliaron para atacar a Israel en la festividad del Yom Kipur, para intentar recuperar el Sinaí y los Altos del Golán para sus respectivos países. Este conflicto duró pocos días, pero sus resultados fueron catastróficos y determinantes para muchos países.

¿Por qué? Pues porque esta guerra derivó en la conocida como Crisis del Petróleo. Ocurrió el 16 de octubre de 1973, cuando los países árabes de la OPEP, más Egipto, Siria y Túnez, decidieron no exportar más petróleo a los países que habían ayudado a Israel en dicho conflicto. Es decir: EEUU y la Europa Occidental. Con esta medida, el pánico se apoderó de muchos países dependientes totalmente del petróleo exterior, pero también de aquellos países productores que no podían satisfacer su demanda interna, como por ejemplo EEUU. 

En Alemania votán en contra de poner límites de velocidad

Además, ya no solamente eso: los países que tenían petroleo, también debían exportar parte de sus reservas para que más de un país completamente dependiente de crudo no se viese abocado a una crisis total y a la paralización de su economía, como sería el caso de España. La Crisis del Petroleo de 1973 cambió muchas cosas: los coches empezaron a concienciarse del gasto de combustible y surgieron vehículos más pequeños y eficientes, como el Volkswagen Golf (1974) o el Ford Fiesta (1976). Se puede decir que los utilitarios o compactos se popularizaron entre los coches nuevos y tomaron sentido con este conflicto.

Pero los límites de velocidad en autopista también comenzaron a ser dramáticos en esta época. Hasta entonces, daba un poco igual que el consumo fuera mayor o menor, se podía gastar gasolina sin remordimientos. Con un crudo que se disparó de precio, la gente empezó a concienciarse, pero sin duda, eran los estados los que buscaron rebajar al máximo el consumo de sus habitantes. EEUU fue uno de los primeros en marcar un límite de 55 millas por hora (88 km/h) en las autopistas, pero España también sufrió las consecuencias del conflicto.

Y es que amigos: los límites de velocidad en autopista, en España, son algo reciente, concretamente del 5 de abril de 1974, cuando Franco decretó el límite de velocidad en las autopistas españolas: 130 km/h. Un límite bastante aceptable para aquellos años, ya que los coches no podían correr mucho más. Resulta curioso ver cómo en 1974, con el precio del barril más caro y con peores vehículos, había una velocidad máxima en las autopistas españolas mayor que la actual. 

El Decreto 951 por el que se instauraba estos límites de velocidad ya ponían como excusa la seguridad vial para justificar esta reducción de velocidad, aunque también hacía eco a otra causa de peso: los intereses nacionales. En 1976, Arias Navarro decidió bajar el límite de velocidad a 100 km/h, con un barril de brent a 93 dólares, el petróleo seguía ahogando a España. No obstante, no necesitarían mucho tiempo los políticos para ver que los límites de velocidad podían ser un negocio lucrativo para las arcas del estado. 

Este es el principal motivo para que el límite de velocidad siga siendo prácticamente el mismo hoy, en 2018, que en 1974. Los coches son tremendamente más seguros hoy en día y no hay motivos sensatos que apunten a que la velocidad máxima en las autopistas siga siendo de 120 km/h, salvo, claramente, un motivo económico, recaudatorio. El petróleo fue el encargado de establecer los límites de velocidad en la mayoría de países occidentales. Hoy el petróleo cada vez tiene menos peso en la movilidad y menos que tendrá en los próximos años. ¿Subirán los límites de velocidad? No lo creo: ¡hay mucho dinero en juego para el estado!

Etiquetas: Curiosidades