Extrañas parejas o asociaciones en el mundo del motor se han dado a lo largo de la historia, pero quién nos iba a decir a nosotros que una consola de videojuego y motos scooter podrían tener alguna relación. ¿Has tenido que volver a leerlo, verdad? Pues sí. En concreto, la mítica Game Boy sirivó como como herramienta de diagnóstico para scooters de las marcas Aprilia, Peugeot y Suzuki.

El inusual paquete de diagnosis incluía una Game Boy Color o Game Boy Advance (según el año) con un cartucho del que salía un alambre y un par de cables. Uno de ellos iba conectado a la unidad de control del motor y el otro se focalizaba en el sistema de frenos.

De esta manera, esta videoconsola portátil se erigió en fundamental para utilizarla como aparato de diagnosis en el que, como verás en el vídeo, muestra las funciones de velocidad del motor, posición del acelerador y temperatura. El sistema también estaba capacitado para leer y borrar los códigos de error. 

Los mecánicos sólo activaban avisadores para cerciorarse de que elementos como el encendido, los inyectores y las bombas funcionaran electrónica y mecánicamente.

Pero la Game Boy no sólo servía para diagnosticar posibles problemas. También se utilizó para actualizar la ECU de los scooters. Orbital desarrolló estos paquetes y ofreció una herramienta de actualización en línea para mejorarlos. De esta manera, fue posible descargar nuevas versiones y cargarlas desde un cable que conecta la Game Boy y un ordenador.

Quizá a nadie de los que leer (a mí menos) se le hubiera ocurrido utilizar una consola como plataforma para una herramienta de diagnóstico. Además, eran económicas y fáciles de conseguir, por lo que hacer una diagnosis a tu moto podría resultar muy barato (si sabías cómo hacerlo).

Hoy en día, los frikis del tema en cuestión quieren pagar más por los paquetes de diagnóstico para scooters de Oribital. Los seguidores de la Game Boy los quieren para completar colecciones, mientras que los propietarios de scooters Aprilia, Peugeot y Suzuki los buscan para aplicarlos a sus ejemplares. 

Un detalle insignificante: no son intercambiables entre modelos, lo que significa que estos propietarios tienen que encontrar el adecuado para su unidad, lo que el precio sube.