La historia del Ford Gran Torino: un mito americano

Aquí unas pinceladas para que nadie te pille desprevenido...

Es posible que seas muy chovinista y no creas que pueda haber un coche con una historia más especial que la de nuestro querido Seat 600... y puede que tengas razón. Pero conocer otros modelos nunca le viene mal a nadie y hoy le toca a todo un mito norteamericano: el Ford Gran Torino

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Seguro que has visto la película dirigida y protagonizada por Clint Eastwood titulada igual. ¿De verdad que no? Pues entonces haz un hueco en tu agenda y, tras haber terminado de ver las mejores películas de coches que te mostramos hace algún tiempo, dedica parte de la tarde a disfrutar de los 119 minutos de metraje de una de las obras maestras más espectaculares estrenadas en los últimos años... en la que aparecía un precioso Ford Gran Torino verde sobre el que pivota buena parte del argumento. 

Nacido en 1972 como una versión más del Torino -que a su vez era una variante lujosa del Fairlane-, pronto el nuevo modelo se hizo un hueco entre el público gracias a un frontal mucho más agresivo y a un equipamiento verdaderamente interesante. Aunque con los años sufrió una remodelación que le hizo perder parte de su carácter, no fue obstáculo para que pasara a formar parte de los Ford más importantes de la historia del cine gracias a su aparición en la serie de televisión Starsky y Hutch estrenada a mediados de la década.

Te gusta, ¿eh? Si quieres un Ford Gran Torino puedes conseguirlo en el mercado de segunda mano -aquí las mejores perlas que puedes escuchar al comprar un coche usado- por un precio que arranca en los 15.000 euros de las versiones más modestas... y lejanas: tendrás que viajar al extranjero para traértelo a casa.