Los prototipos molan (al menos una buena parte de ellos). ¿Sabrías decir cuál es el primer concept car de una marca europea? Estamos acostumbrados a ver este tipo de coches en los salones del automóvil, pero muchos de ellos desaparecen después y salvo que su filosofía acabe llegando a producción, solemos olvidarnos de ellos. Opel siempre ha intentado que esto no sea así. 

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Para la marca alemana, los concept car siempre han sido muy relevantes; de hecho, ellos fueron los encargados de presentar el primer concept car de una marca europea en pasar a producción en serie: el Opel Experimental GT, en 1965. 

Este modelo fue diseñado por Erhard Schnell, que también fue responsable del aspecto del Opel Corsa A y del Calibra, y tres años después de su presentación en Frankfurt, en 1968, pasó a ser una realidad con el Opel GT, que todavía hoy sigue muy presente en la mente de los aficionados al mundo del motor. 

En su momento, este prototipo fue toda una revolución para la industria, en especial para aquellos que contaban en sus filas con los coupés deportivos, puesto que este biplaza utilizaba una serie de elementos estructurales y de diseño inusuales para la época, como su característico aspecto de botella de Coca-Cola o los inconfundibles faros escamoteables.

Estaba propulsado además por un motor de 1,9 litros y 90 CV, capaz de alcanzar los 185 km/h... nada mal para aquellos tiempos. La lista de concept cars de Opel es muy amplia -con modelos como el Opel CD de 1969, el Opel TECH 1 de 1981 o el Opel Monza de 2013...

Aunque a partir de la primera crisis del petróleo (1973), los diseños de sus concept cars cambiaron un poco y dejaron atrás, en cierta forma, la creatividad sin límites para enfocarse en el consumo de combustible, la aerodinámica y la eficiencia en general (incluyendo la seguridad y el interior), siguieron cumpliendo con su cometido.

Porque a fin de cuentas, los concepts son una excelente manera de pintar el futuro y permitir que soñemos con lo que vendrá...