Prueba de los retrovisores virtuales del Audi e-tron: lo vemos claro

Audi e-tron retrovisores
'Reaprender' a conducir es divertido

La prueba de los retrovisores virtuales del Audi e-tron era algo que estaba en mi cabeza desde el mismo día en el que vi al Audi e-tron por primera vez. Fue en Múnich (Alemania), hace casi un año, en una especie de búnker secreto donde un grupo de privilegiados periodistas pudimos verlo en primicia. 

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Desde entonces, he esperado con ansia el momento en el que me pondría al volante para hacer la prueba del Audi e-tron y tendría que enfrentarme a los Audi Virtual Exterior Mirrors (que es su nombre oficial), sin saber cuál sería el resultado final de serpentear entre el tráfico fiándome de este revolucionario elemento. 

Antes de arrancar, me mentalizo de que durante la conducción, algo será diferente, así que lo primero que hago nada más acomodarme en el asiento es ver cuál es el movimiento natural de mi vista para tenerlo todo controlado. 

Las pantallas están situadas sobre las manetas de las puertas, justo donde estas se unen con el salpicadero, por lo que en este caso, es muy importante asimiltar que la mirada no debe ir en horizontal, sino con cierto ángulo y hacia abajo. Quizá si las pantallas estuvieran en una posición más elevada, el movimiento sería menos forzado, pero supongo que será cuestión de tiempo. 

Retrovisores virtuales Audi e-tron

De hecho, desde Audi aseguran que se tarda 48 horas en interiorizar el uso de los retrovisores digitales. Durante la prueba, no tengo a mi disposición tanto tiempo para comprobarlo, lo cuál es más desafiante si cabe. De hecho, los primeros metros sin retrovisores convencionales transcurren con cierta tensión.

Sin que me dé mucho tiempo a pensarlo, rápidamente debo girar a la izquierda y veo como un coche se aproxima por mi lado. Entonces compruebo que la nitidez de las pantallas OLED de alto contraste -con una resolución de 1.200 x 800 píxeles- es muy elevada. 

Retrovisores virtuales Audi e-tron

Cada una de ellas tiene 7 pulgadas y puede manejarse de manera táctil, pero también se ajustan de manera automática en función, por ejemplo, de la incidencia de luz o ante determinadas maniobras, como puede ser un aparcamiento. Lo cierto es que en ciudad, donde todo transcurre con más calma, me encuentro cómoda con los retrovisores virtuales cada vez que tengo que hacer algún cambio de carril o adelantar a algún vehículo. Primera prueba superada.

Audi Virtual Exterior Mirrors: su desempeño en carretera

Resulta inquietante disponer de los retrovisores virtuales de Audi en carretera, pero realmente, durante la marcha solo tuve que forzar a mi cerebro en un par de ocasiones para que mirara dentro del coche y no fuera; a la tercera, este gesto me salió de forma natural.

Los retrovisores digitales son capaces de minimizar el ángulo muerto en la autovía, reduciendo el campo de visión en escala para que el conductor pueda estimar mejor las velocidades cuando circula rápido y mostrando los vehículos más grandes en la pantalla. Además, un aviso luminoso te indica la proximidad de otros coches para que realices la maniobra con seguridad. 

Durante la prueba de los retrovisores digitales de Audi no tuve ocasión de ver cómo de prácticos resultan de noche, ni tampoco en condiciones de lluvia, ya que la ciudad de Bilbao -el lugar donde transcurría la jornada- nos regaló un día espléndido. Pero desde la marca de los cuatro aros aseguran que son mucho más eficaces que los convencionales, ya que las inclemencias del tiempo, la lluvia por ejemplo, no afectan a la cámara.

Conclusión

Los retrovisores virtuales de Audi tienen muchas funciones: estéticamente, la forma hexagonal de los soportes exteriores de las cámaras aportan un toque muy futurista a un coche que irradia innovación por los cuatro costados; funcionalmente, además de todo lo que te he contado, ayudan a mejorar la aeroacústica -lo que contribuye a la sensación de calma que caracteriza a este eléctrico- y también la aerodinámica del Audi e-tron, cuyo coeficiente es de 0,27.

Audi e-tron 55 quattro

Esto es casi 0,07 puntos inferior al de un automóvil equiparable movido con motor convencional: una cifra que según el WLTP, aumenta la autonomía en 35 kilómetros por cada carga de batería. 

Acostumbrarse a ellos hasta el punto de que los uses con soltura y te olvides de lo que llevas entre manos llevará un tiempo que, según impresiones de otros compañeros tras la prueba, dependerá también de quien se ponga al volante, pero a simple vista no parecen tener ninguna desventaja -y sí varios puntos a favor- que te hagan lamentar la ausencia de retrovisores convencionales.

Retrovisores virtuales Audi e-tron

Bueno, quizá en el precio sí notes la diferencia. Los Audi Virtual Exterior Mirrors son opcionales (cuestan 1.810 euros), pero están disponibles de serie con el Audi e-tron 55 quattro Sport, cuyo precio arranca en 95.460 euros. A fin de cuentas, es una tecnología de vanguardia y hay que pagarla.

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