Los experimentos de las marcas automotrices son unas veces divertidos, otras estrambóticos, otras increíbles y otras exóticos. Pero Renault quiso ir más allá y en los albores de los años 90 fabricó su monovolumen Espace con un motor de Fórmula 1. Este disparate se llamó Renault Espace F1 y tuvo a los mandos a un campeón del mundo. ¿Quién dijo miedo?

El origen de la idea partió de Jean Louis Coussin, el número dos de Matra, la inventora del Espace y en cuya fábrica de Romorantin se producía el monovolumen de Renault. Y el autor material de este egendro fue Phillip Moch, uno de los pioneros de la fibra de carbono aplicada a la competición.

Este vehículo fue moldeado respecto a su original para ser capaz de soportar sobre su capó al motor V10 'robado' del Williams-Renault de F1, instalar 4 baquets y tirar de potencia. Este propulsor desarrolló unos brutales 820 CV, que dejaron ojipláticos a más de uno.

Si echas la vista atrás y te gusta matar tus ratos libres con los mandos de la Play en las manos, recordarás que el juego Gran Turismo 2 hizo una pequeña recreación del coche que te estamos recordando. Pero el real, el que vimos por las calles, quedó poco, salvo su silueta. 

Todo lo demás era nuevo, empezando por la carrocería, que se agrandó bastante respecto al modelo primigenio, y acabando por la aerodinámica, que tuvo que mantener ese familiar bien cerquita del asfalto. Le instalaron, además, un cambio secuencial de seis velocidades, suspensiones específicas, llantas de 18 pulgadas y frenos carbocerámicos.

Los ingenieros de Williams estuvieron muy encima de este proyecto y el mismo Frank Williams apoyó y ayudó a financiar esta idea tan ¿inefable? Por esta misma razón, no sorprende que Alain Prost, que era piloto de Williams en ese momento, fuera uno de los pocos en conducirlo.

Ocurrió en el circuito de Paul Ricard de Francia, cuando el cuatro veces campeón del mundo se puso a los mandos de este Espace F1. Con un sonido que casi te obligaría a ponerte unos cascos para no reventar los tímpanos, realizó una aceleración de 0 a 100 km/h en tan sólo 2,8 segundos. Además, logró una velocidad máxima de 315 Km/h. ¿Qué más puedes pedir de un monovolumen?

Ponte cómodo, cómoda, que te invitamos, a través del canal de Youtube de D4RK.50LD13R, a ver cómo esta minivan y el piloto francés escribieron una historia apasionante, a la par que loca.

Sólo se construyeron dos ejemplares, uno para ser exhibido en salones y exposiciones, y otro, que se diferencia por el diseño de las llantas y unas entradas de aire más grandes, se le cedió a Alain Prost para realizar algunas demostraciones en circuitos. En el año 2002, Renault le quitó el polvo a este proyecto para anunciar su retorno a la Fórmula 1.