Volvo salva de la resaca 25 de los 29 P1800 'Whisky Cars' que cayeron al Támesis

Fotos: Mats Eriksson y Kenneth Collander (Hooniverse).

Gustavo López Sirvent

Once vehículos que se hundieron en el carguero MS Kassel fueron entregados intactos 

Hay historias que bien podrían haber sido adaptadas al mundo del celuloide y la que os vamos a contar podría ser una de ella. El drama y el romanticismo siempre han sido carne de película como te vamos a demostrar. El 29 de marzo de 1962 se hundió en el río Támesis un carguero repleto de whisky y 29 unidades del Volvo P1800.

El barco, de nombre MS Kassel, partió del puerto de Londres rumbo a Houston (Estados Unidos) con sus bodegas llenas (nunca mejor dicho). Los coches suecos y el oro líquido esperaban al otro lado del Atlántico. Pero ni los clientes de los vehículos ni los del whisky verían llegar al buque, que se quedó hundido en el icónico río londinense. 

¿Y cómo sucedió el naufragio? Una densa niebla hizo que el capitán del MS Kassel no pudiera evitar la colisión con otro carguero, el MS Potaro. El impacto fue muy brusco y provocó un enorme agujero en el buque que transportaba los coches y el whisky. El fondo del Támesis acogió todo ese material irremisiblemente. 

El brusco impacto provocó que el MS Kassel se abriera en la proa, donde el agua inundó la bodega de carga número 1. En ese compartimento era donde se transportaban 18 de los Volvo y el volumen de agua era suficiente para que los autos flotaran, chocando entre sí sin control. El Kessel logró mantenerse a flote y fue atracado en el puerto de Tilbury para evaluar los daños al barco y la carga.

Volvo P1800 Whisky Car 2

La ley de Murphy, fiel amiga de las desgracias, provocó que el personal del puerto hiciera más daño a los coches. Los operarios optaron por pasar unas correas por la parte inferior de los coches y de los pasos de rueda. Y como no podía ser de otra forma, los salpicaderos de aluminio y las tapicerías no aguantaron el peso del agua. 

Según relatan en Hooniverse, de los 29 coches transportados, 11 estaban intactos y fueron entregados finalmente a sus clientes, sin que ellos supieran lo que había pasado, claro. Los otros 18 fueron enviados a Suecia, a Gotemburgo, para su inspección. 

De estos 18 automóviles, cuatro se enviaron al desguace por ser realmente insalvables. El resto de los coches fueron reparados y vendidos únicamente al personal de Volvo. Aunque estaban en perfecto estado y funcionaban bien no eran unidades para poder comercializar. En total, 25 de los 29 automóviles fueron rescatados de la 'resaca' de las bodegas del Kessel.

Cuentan las crónicas que los compradores sólo tuvieron que pagar una pequeña parte del P1800 nuevo, pero tuvieron que firmar una cláusula especial que les obligó a conservar el coche durante al menos tres años. La razón era que Volvo desconocía si el óxido iba a aparecer de forma prematura en estos modelos. Por temor a que acabaran en manos del público y se enfrentaran a accidentes o denuncias, la marca prefirió nadar y guardar la ropa.

Volvo P1800 Whisky Car 3

Todos los vehículos afectados en el incidente del MS Kassel tienen los números de chasis del 3226 al 3285. Por razones obvias, esos coches fueron conocidos como los 'Whisky Cars'. Si por un casual te cruzas con un Volvo P1800 Coupé de 1962 que tenga uno de esos números de chasis a la venta, será uno de los Whisky Cars.