Aquellos que tienen una furgoneta suelen tener un sueño: camperizarla. Pero no son pocas las dudas que surgen al respecto: ¿qué necesito para ello?, ¿qué condiciones tengo que cumplir?, ¿es necesario homologarla? 

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Por suerte, el mundo de las furgonetas camper es muy grande y hay mucha información al respecto; tan solo es necesario seguir bien los pasos para poder estar disfrutando cuanto antes de la gran aventura que supone recorrer el mundo sobre ruedas. 

Así que vayamos al grano y descubramos qué es lo que necesitas para camperizar tu furgoneta y conseguir la homologación. No vamos a entrar en detalles de cómo es el proceso de convertirla en una vivienda, pero sí es necesario dar unas pinceladas sobre los requisitos necesarios para que pueda ser considerada una camper. 

Furgoneta camper: ¿cómo equiparla? (nivel básico)

Lo primero y fundamental para camperizar nuestra furgoneta, sería una cama o sofá cama y un mueble de almacenaje; qué menos, ¿no?; por supuesto, cuando hablamos de mobiliario, este debe ir correctamente fijado para evitar cualquier desplazamiento y peligro durante la marcha. 

Si hacemos una instalación eléctrica, es muy importante tener en cuenta las protecciones y aislamientos necesarios no podemos olvidarnos tampoco de la ventilación, ya sea mediante una claraboya o una rejilla. 

Una vez que tengamos organizado el interior de nuestra furgoneta y hayamos tomado todas las medidas de seguridad necesarias para que sea habitable, es el momento de homologarla. 

 
Cómo homologar una furgoneta camper

Es muy importante que la camperización de tu furgoneta esté terminada cuando vayas a homologarla por un motivo económico: tendrás que homologar cada reforma o cambio relevante que hagas y, por tanto, pagar por ello. 

La ITV será la encargada de homologar la furgoneta camper y deberás presentar una serie de documentos. Tómatelo con calma, ya que son varios y el proceso es denso, pero todo ello es necesario si quieres que el resultado de la homologación sea favorable. 

• Proyecto técnico a cargo de un ingeniero industrial que esté colegiado
• Certificado de dirección final de obra
• Informe de conformidad que demuestra que se está cumpliendo la ley europea de homologaciones
• Certificado del taller donde se ha llevado a cabo la reforma
• Boletín de electricidad (si tenemos una instalación de 220v) a cargo de un instalador autorizado
• Boletín de gas (en caso de que haya instalación)

Sabemos que tener una furgoneta camper no es barato; además, a esto hay que sumar los gastos de homologación. Habrá que pagar por los informes y certificados y aunque su precio puede variar, supondrán un desembolso importante. 

Según informan los chicos del blog ‘Viajando nuestra vida’, tan solo el proyecto del ingeniero, el certificado final de obra y el informe de conformidad pueden rondar los 485 euros; y a eso hay que sumar el precio de pasar la ITV, los boletines y certificados de taller. Es decir, que el importe final puede rondar los 800 euros. 

Eso sí, seguro que vivirás experiencias únicas a bordo y al final, habrá merecido la pena.