¿Un superyate con playa privada? Sí. Y con helipuerto

Nunca me han gustado los cruceros. Pero acabo de cambiar de opinión.

En Top Gear ya te hemos hablado de yates (aquí, aquí o aquí), pero éste se lleva la palma en lo que a lujo y ‘extras’ se refiere. Cierto, estamos acostumbrados a las cosas más extravagantes asociadas a estas mansiones flotantes. Pero esta creación de Hareide Design, unos noruegos con muy buen gusto, por lo que se ve -ya sabes cuánto se valora el diseño nórdico-, roza la perfección en los sueños de cualquier megamillonario: un superyate con playa privada.

Estás ante un concept (sí, también existen en el mundo marítimo), un elaborado ejercicio de 108 metros que incluye, además, una piscina junto a un tranquilo jardín, un helipuerto -muy útil para la llegada de las visitas-, una segunda piscina triangular en la proa y un salón enorme. Éste es perfecto para actuaciones o para una sesión de karaoke, apuntan en mansionglobal.com. Completa el conjunto una plataforma elevada para cenar y admirar el paisaje. Lo tienes todo en la galería sobre estas líneas; echa un vistazo y empieza a flipar.

Pero volvamos a la playa privada, que se encuentra en la popa de la embarcación. Los diseñadores han creado una orilla falsa con el fin de que los pasajeros puedan meter los pies en el agua salada.

Por si fuera poco, este superyate es respetuoso con el medio ambiente: a su diseño eficiente se une una instalación de 300 m2 de paneles solares, capaz de almacenar la energía en baterías de ión-litio y proporcionar “potencia sostenible y suficiente para cruceros lentos bordeando orillas tranquilas”. Suena ideal, no me digas que no. Ah, si quieres ir un poco más rápido o a sitios más lejanos, cuentas con propulsión diésel-eléctrica. En esta ocasión, nos quedamos con la opción pacífica. Sin que sirva de precedente.