El primer test de Michael Schumacher con el equipo Ferrari, allá por 1995, dio mucho que hablar tanto dentro como fuera de la escudería. No solo porque supuso la llegada a la mítica formación del piloto que acababa de ganar los dos últimos títulos mundiales de F1 y que estaba llamado a liderar un equipo que llevaba 12 años sin ganar títulos, sino porque el alemán puso toda la carne en el asador desde el primer día… ¡hasta hizo que Ferrari modificara su propio circuito!

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Nadie duda (o al menos no debe hacerlo) que Michael Schumacher ha sido uno de los mejores pilotos de la historia de la Fórmula 1. Y eso no es solo fruto de su incalculable talento, sino también de su incansable modo de trabajo, siempre al lado de mecánicos e ingenieros hasta altas horas de la noche si era necesario para sacar la última décima al monoplaza con el que competía.

En una entrevista al podcast oficial de la F1, “Beyond The Grid”, el actual director del equipo Ferrari, Mattia Binotto, ilustra con un par de ejemplos cómo era la actitud de Michael cuando se trataba de ganar. Mattia y Michael coincidieron en Ferrari en 1995. En aquel entonces, el primero acababa de incorporarse al equipo como parte de la división de test y el segundo vestía por primera vez el mono rojo de Ferrari, tras ganar los dos últimos títulos mundiales con Benetton.

Schumacher inició su aventura con Ferrari apenas unos meses después de ganar su segundo campeonato, a finales de 1995. Su llegada era ilusionante, puesto que Ferrari llevaba sin ganar un título desde 1983 (constructores), y Michael estaba llamado a poner fin a esa desastrosa racha. Su primer test ‘real’ con Ferrari tuvo lugar en el Circuito de Estoril, pero antes, Ferrari preparó una prueba en Fiorano para que Michael para que se adaptase al asiento, volante y los procedimientos que probarían los días posteriores en Portugal.

“Era incapaz de hacer aquella curva…”

Binotto recuerda perfectamente el primer test de Schumacher en Fiorano, pero lo más curioso de todo aquello no es que batiera el récord de pista ni mucho menos, sino que al Káiser se le atragantó la primera curva del trazado de pruebas de Ferrari. Era más lento allí incluso que el probador del equipo, Nicola Larini… ¡y pidió que cambiaran el circuito! Hay una explicación: la curva no se parecía a ninguna del resto del calendario de F1 y no era representativa.

“Recuerdo perfectamente el test de Fiorano. (Michael) no podía hacer bien la primera curva. Era más lento en comparación con los pilotos de 1995, Jean Alesi y Gerhard Berger, y con el piloto de pruebas, Nicola Larini”, explica con cariño Binotto en el podcast. “Después del test pidió que cambiaran la curva. Dijo que no la quería volver a ver más, y por eso decidimos cambiar el diseño del circuito. Su argumento era que la curva no era representativa y por eso la cambiamos”, añade.

¿Ser rápido para conseguir titulares? Eso no iba con Michael

El inicio de la era Schumacher-Ferrari no solo fue ‘curioso’ por el episodio de Fiorano. Ya en Portugal, en el primer test oficial para Michael con la formación de Maranello, el piloto alemán abroncó a sus ingenieros por llegar demasiado tarde al circuito. Binotto recuerda que habitualmente el piloto salía a pista a las 09:00h a dar la vuelta de la instalación y que luego configuraba el programa de trabajo con los ingenieros… Pero Michael quería que las cosas se hicieran al contrario. Cuando los ingenieros llegaron a las 08:20h al circuito, el piloto les estaba esperando.

 “Cuando llegamos al circuito, Michael ya estaba allí. Miró su reloj y dijo que dónde nos habíamos metido y que teníamos una reunión a las ocho de la mañana. Desde aquel entonces, siempre hemos tenido la reunión a esa hora”, recuerda Mattia.

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Las discusiones aquel primer día entre Michael y su nuevo equipo no acabaron ahí. En la reunión con los ingenieros, éstos explicaron al piloto que saldrían cargados de combustible para realizar distintas pruebas, pero que al final del día descargarían el coche para que lograra el mejor tiempo y así ‘ilusionar’ a la prensa italiana, que titularía con él al día siguiente.

A Schumacher no le gustó la idea: “Insistió en que mantuviéramos el mismo combustible durante todo el día”. Y así fue, aunque igualmente Michael acabó con el mejor tiempo de la jornada. “Un gran trabajador, un piloto fuerte y rápido. Nos enseñó cómo se debe hacer el trabajo”. Así lo define Mattia Binotto, un hombre que inició su aventura con Ferrari como becario casi a la par que Schumacher. Después se incorporó al equipo de test y ascendió peldaño a peldaño hasta liderar en la actualidad la legendaria Scuderia.