Cuando se inició la 44ª edición de las 24 horas de Nürburgring, el personal de Mercedes AMG empezó a corretear alrededor de su box regalando botellas de agua en un intento de prevenir la deshidratación. El termómetro estuvo tonteando con los 23 grados (y subiendo) y el tiempo agradable podía causar golpes de calor. Primera lección: mantente hidratado.
Tan sólo 35 minutos más tarde, los pilotos se arriesgaban a no ser capaces de regresar al paddock: aunque el pit lane y el circuito continuaban bañados por el sol, una tremenda tormenta de granizo y una lluvia torrencial atacaron la cara opuesta de Nordschleife, mandando varios coches contra las protecciones en Aremberg y provocando una bandera roja de 90 minutos. Segunda lección: lleva ropa de abrigo.
Varios vehículos encallaron, mientras sus desesperados conductores comunicaban por radio que eran incapaces de subir la resbaladiza rampa de Adenauer Forst y completar la vuelta. En media hora, el microclima de Nürburgring masticó y escupió de golpe los sueños de decenas de participantes. Ay.
Si has estado en Goodwood, habrás notado que ya el mismo parking es un salón del automóvil, normalmente atestado de clásicos deportivos británicos. Y en Le Mans vas de supercoche en supercoche, pertenecientes a las marcas que ya han probado el champán en La Sarthe.
También hay mucha gente que lleva cosas raras a las 24 horas de Nürburgring, pero como hablamos del Infierno Verde, son todas canela fina. En tres días allí no hemos visto un Ferrari o Lamborghini, pero los Porsche 997 GT3 y los 911 RS han sido tan comunes como los taxis negros en Londres. Los BMW M, Mercedes AMG y Audi Quattro estaban enzarzados en una batalla en la que participaban Black Series, R8 V10 Plus y más M2 y M3 de los que es posible contar patrullando las carreteras del circuito.
La clase reservada a la elite en las 24 horas de Nürburgring es la GT3, lo que nos da una variadísima selección de AMG GT, Audi R8, Porsche 911, Nissan GTR y BMW M6, además de algún Lamborghini Huracan o Aston Martin Vantage. Hay una mezcla espectacular de sonidos de motor para disfrutar, con seis, ocho, diez y doce cilindros atronando.
Pero la cosa es que en las categorías inferiores también hay mucho con lo que disfrutar. Hemos visto Renault Mégane RS, BMW M3 V8, una flota de Porsche Cayman GT4 y BMW M235i, el Hyundai i30 N, un Toyota GT86, un Opel Calibra e incluso un Volkswagen Golf MK4. Si no puedes encontrar un supercoche por el que desgañitarte y un pobrecillo al que animar en esta parrilla, estás en el evento equivocado.
Para un novato, encontrar un sitio específico en Nordschleife puede ser un poco desalentador. Por suerte, las carreteras secundarias que rodean el circuito son trozos de asfalto alegres, lisos y fluidos por los que da gusto conducir. Así que sigue un mapa, aparca en la localización adecuada y, calculando el número de espectadores embarrados que veas, prepárate para ensuciarte las manos escalando para hacerte con una posición privilegiada.
¿Quieres ir a las 24 horas de Nürburgring? Esto es lo que hemos aprendido sobre la carrera de resistencia en el Infierno Verde; apúntalo para el año que viene…