Hablar del Infierno Verde para cualquier ‘petrolhead’ es tratar un tema solemne -sabemos que ahí han caído muchos soldados-, pero ¿quién utilizó este término por primera vez para referirse a este circuito? ¿Quién hizo de este apodo toda una referencia y ayudó a escribir la historia de Nürburgring?

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Antes de desvelar a la persona que nombró a Nürburgring como el ‘Infierno Verde’, voy a dar algunos datos: resulta que el circuito se encuentra en una de las zonas más bonitas en las que puede encontrarse: está rodeado de los profundos bosques de la región alemana de Eifel. Por tanto, lo de verde le va como anillo al dedo. 

Aquí te dejo una fotografía que pude tomar el año pasado durante las 24 Horas de Nürburgring para que te hagas una idea de la densidad de los árboles que le rodean. 

Sin embargo, no es el único trazado del mundo rodeado de naturaleza... por lo que había que marcar bien la diferencia con otro término que terminaba de definir su carácter: el infierno. No hay un circuito más desafiante y traicionero que este: si sigues las redes sociales, podrás encontrar cientos, ¡miles!, de accidentes de pilotos que subestiman a Nürburgring Nordschleife (tanto novatos como expertos).

El Infierno verde de Nürburgring: hablaron los maestros...

Desde el nacimiento de este circuito alemán, no son muchos los que se han ganado el título de 'maestros del Ring', demostrando no solo ser capaces de dominarlo con sus coches de carreras sino también -mucho más importante- de entenderlo. 

Uno de ellos es Sir Jackie Stewart, quien -bien conocedor de lo que este trazado esconde- decidió referirse a él como el 'Infierno Verde' en el año 1960. Y con razón...

Hasta 1969, cinco pilotos de F1 murieron en él, lo que le convirtió en el segundo circuito más mortal del calendario... Y seguro que a nadie se le ha olvidado el más tardío accidente de Niki Lauda. Por tanto, los monoplazas se convirtieron en coches demasiado rápidos y peligrosos para este infierno del que nadie sabía si sería capaz de salir vivo. Y tuvieron que despedirse del gran Nordschleife para siempre. 

Suena muy dramático, ¿verdad? Es que lo es. Es un circuito tan exigente que es el favorito de todos los fabricantes para desarrollar sus coches deportivos (y ojo, también los más 'normalitos'): una dura prueba en la que demostrar que, tras esta puesta a punto, no habrá nada ahí fuera tan exigente como Nürburgring.