Opinión: ¿será este el último Salón de Frankfurt de la historia?

Salón de Frankfurt BMW
A veces hay que replantearse el futuro.

Sospechábamos que algo así iba a ocurrir: el Salón de Frankfurt 2019 nos ha dejado algo desmotivados... Ya hacía un tiempo que se venía escuchando que este tipo de eventos son cada vez más descafeinados, pero la edición de este año del Salón de Frankfurt ha vuelvo a despertar nuestros peores presagios: este podría ser el último en la ciudad alemana. 

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Aunque las grandes marcas alemanas -principalmente, Mercedes y el Grupo Volkswagen- han desplegado en el Frankfurt Messe todo su potencial, el caso es que la ausencia de fabricantes (Toyota, Citroën, Volvo, Ferrari...) se notaba; más aún si tenemos en cuenta las imponentes dimensiones de esta feria de muestras en la que hay ni más ni menos que 11 pabellones y necesitas cambiar unos 20 minutos para llegar de punta a punta. 

Pero lo peor no es que se noten los huecos vacíos… sino la ausencia de novedades o de grandes protagonistas. Es cierto que en esta edición han hecho acto de presencia modelos como el Porsche Taycan o el Volkswagen ID.3, pero la verdad es que ya sabíamos de ellos con antelación.

Porsche Taycan

Luego hay otro tema sobre la mesa… el hecho de que más que una muestra de automóviles, el Salón de Frankfurt se haya convertido en una conferencia sobre movilidad eléctrica y sostenible. Es el futuro y es lo que hay, pero a nadie le amarga un dulce y los superdeportivos y otros coches de gran espectacularidad siempre son bienvenidos…

Y en esta ocasión, el único que estuve presente fue el Lamborghini Sian (bueno, y el Hongqi S9, un hiperdeportivo chino de 1.400 CV que pasó más desapercibido de la cuenta). Por tanto, ¿cómo no vamos a pensar que estamos asistiendo a una desmantelación paulatina del Salón del Automóvil de Frankfurt?

El futuro del Salón de Frankfurt pende de un hilo

El diario alemán 'Handelsblatt' ha publicado un informe -cuyas conclusiones recoge 'Automotive News'- en el que además de hablar de la reducción de presupuestos para la muestra de marcas como Mercedes o BMW, hace hincapié en el futuro de este evento, admitiendo que fabricantes y representantes de la Asociación de Industria del Automóvil en Alemania -VDA-, que es la que organiza el evento, se reunirán pronto para decidir qué ocurrirá con él en el próximos años. 

Quizá sea cuestión de reposicionarlo, cambiar su filosofía, orientándolo más hacia la tecnología y no tanto al producto -tal y como dice Nicolas Peter, jefe de finanzas de BMW- o simplemente, admitir que basta con que el protagonismo en Europa pertenezca a un solo salón; como por ejemplo, Ginebra.