Audi RS4 Avant 2018, la prueba para no hacer en familia

Audi RS 4 2018 prueba
Mejor solo que acompañado...

Dejémonos de tópicos. En esta prueba del Audi RS4 Avant 2018 no te voy a dar la brasa con el típico “diversión para toda la familia”, porque no nos engañemos: este coche está pensado, concebido y diseñado para ser disfrutado al volante y sin nadie dentro que te de consejitos. Así lo ha sido desde su primera generación, nacida allá por 1999 y así quiere seguir ahora, 18 años después.

La competición es su origen, ¿se nota?

El nuevo RS4 Avant adopta en su diseño las formas de la nueva familia Audi A4, pero con el toque deportivo que aportan muchos detalles inspirados en los modelos de competición de Audi quattro IMSA GTO. Por ejemplo, las grandes entradas de aire con la rejilla RS en el frontal, los faros con acabado tintado, el difusor trasero específico RS, la doble salida de escape oval o el spoiler en el techo. Aunque yo he probado un espectacular modelo rojo, esta generación ofrece de nuevo el color Azul Nogaro con efecto perla que recuerda a la primera generación y las llantas de 19 pulgadas pueden ser sustituidas de forma opcional por unas de 20.

Por dentro, me siento frente a un volante rematado en Alcantara con un tacto espectacular. Este detalle y el pedalier en aluminio son las grandes concesiones a la deportividad en un cuadro de mandos demasiado parecido al resto de A4 (y de Audi). Echo en falta un toque más racing. La calidad, los ajustes y los materiales son sobresalientes… pero esa estética exterior pide algo más por dentro. 

Top 10: los 250 km/h que menos gastan

Eso si, la dotación tecnológica es impresionante, comenzando por el ya conocido Virtual Cockpit que esta vez incluye informaciones como datos de par motor o fuerzas G y siguiendo por un Head up Display donde además de los típicos datos de velocidad o indicaciones del navegador puedes ver la temperatura del aceite y hasta poner un marcha un cronómetro por si entras a un circuito (loco, no piensas en usarlo en carretera…) Detrás, espacio para dos adultos (en el centro mejor vacío) y un maletero de formas muy regulares. Aunque si a alguien le importa eso, mejor que se compre un A6 Avant normal…

Audi registra el nombre de Q8 RS...

Porque aquí estamos hablando de un RS4, que se resiste a caer en la moda del downsizing (y menos en el apoyo eléctrico), aunque no del todo. Porque es verdad que monta un 2,9 litros TFSI, pero antes llevaba un 4 litros. Y aguanta todavía con una arquitectura V6 (se resiste a caer en la tentación de los potentes 4 cilindros de última generación), que entrega 450 caballos de potencia y 600 Nm de par, es decir, 170 Nm más que la generación anterior. Y eso se nota al volante, como he tenido oportunidad de comprobar por las carreteras de Málaga. Es un propulsor muy elástico, que entrega la potencia sin vacíos entre 1.500 y 6.000 rpm. Está muy bien aislado y no se filtra nada al interior.

¿Un RS4 demasiado bueno?

¿Eso es bueno? Sí, porque permite una utilización diaria civilizada, pero alguno echará en falta el sonido poderoso del V8. Este V6 suena bien, brama potente si hundes el pie sobre el acelerador y corre mucho más de la sensación que transmite. Incluso en modo confort (el más conservador de los cuatro modos de conducción que ofrece) vira muy plano y la reacciones de la dirección son tan rápidas como precisas. Dicho rápido: se conduce fácil y transmite una estabilidad descomunal. Ayuda a esa sensación de control del cambio Tiptronic de 8 velocidades al que se asocia, con levas solidarias en el volante para curvear sin tener que soltar la manos. En el debe, el capítulo del consumo: la cifra oficial marca 8,8 l/100 km de media, pero en cuanto vayas un mínimo alegre verás cifra de dos dígitos.

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El nuevo Audi RS4 2018 ya se puede pedir en los concesionario de los cuatro aros, a un precio de 96.900 euros. BMW M4 y compañía, ya tenéis un serio y renovado rival…

Nuestro veredicto

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