Prueba Ford Edge: caballo grande, ande o no ande

El nuevo SUV americano llega al mercado europeo dispuesto a hacerse un hueco en el segmento con precios 'potentes'. ¿Lo conseguirá? Y sobre todo, ¿cómo va? Sigue leyendo esta prueba del Ford Edge y saldrás de dudas.

¿Qué es esto?

Según la marca, el Ford Edge es un crossover premium que llega para competir con rivales como el Audi Q5, BMW X3 y Volvo XC60 y que está basado en la misma plataforma que el Mondeo, el S-Max y el Galaxy. Actualmente, la gente está comprando más y más SUVs pijos, por lo que el nuevo Edge es realmente importante para Ford.

¿Te gusta lo que ves? Échale un ojo a nuestra comparativa del Ford Edge contra el VW Tiguan

Según apunta el fabricante del óvalo, el segmento de los SUV fue el que, por vez primera, registró el mayor incremento de ventas el pasado pasado (creció un 24%). Por si esto fuera poco, las matriculaciones de la clase que engloba al Ford Edge crecieron un 42%. Un pastel muy jugoso en el que Ford quiere una doble ración... Así pues, ha llegado el momento de probar el Ford Edge para contarte cómo va...

Ford Edge 6

Pero me suena de algo…

Claro, el Ford Edge se vende desde hace dos años, pero no en Europa. Los americanos han sido hasta ahora los únicos privilegiados.

Entonces, ¿nuestro Edge será el mismo que el de los americanos?

Sí y no. Parece el mismo, pero Ford ha cambiado algunas cosas. Para empezar, los Edge americanos llevan grandes motores V6, mientras que en Europa solo se venderán dos motores diésel 2.0 TDCI con 180 y 210 CV. De todas formas, no descartes que más adelante puedas ver algún motor gasolina. Irán acompañados de una caja manual de seis velocidades el primero y una automática Powershift con las mismas seis relaciones para el segundo. Ah, y todos ellos con tracción a las cuatro ruedas. La quieras o no, son lentejas...

La suspensión ha sido ajustada a las carreteras y conductores europeos. Además, hay más tecnología, como los faros LED y todo tipo de sistemas de seguridad activa. Destaca entre ellas la dirección adaptativa, que de forma automática optimiza la respuesta de la dirección según la velocidad del vehículo, facilitando la maniobra a bajas velocidades (gruñido).

¿Gruñido?

Sí, gruñido. No estoy muy de acuerdo con este tipo de sistemas que son predecibles y que se entrometen en la conducción. Aun así, la dirección del Ford Edge es directa y ágil, pero no hace mucho por disimular el tamaño y el peso del coche; ni tampoco para el disfrute del conductor entusiasta. Es un coche enorme, y por lo tanto circulas muy seguro por autopista. Es más grande que un Land Rover Discovery y pesa más de dos toneladas con pasajeros y equipaje.

Te sientas en el asiento del conductor y, si tienes un tamaño medio, sobra más de un palmo entre tu hombro y el marco de la ventana. Debido a la forma en la que el capó se estrecha, es difícil mantenerlo en línea recta sin perder las referencias. La visibilidad es buena en términos generales, pero no ves dónde están las esquinas.

Ford Edge 8

¿No es un coche para conducir rápido entonces?

Según he visto en esta prueba del Ford Edge, en realidad no. La dirección estándar es mejor, más predecible, pero sin sensibilidad. No está mal para conducir, el Edge simplemente no es muy agradable, al menos no como debería ser un Ford. Para ser justos, ocurre lo mismo con el actual Mondeo o el S-Max, que son más aburridos de conducir que sus predecesores. Estoy divagando...

¿No te gusta el Ford Edge, entonces?

Incorrecto, porque aquí está la cuestión: es brillantemente refinado y maravillosamente tranquilo. Probablemente el Ford más tranquilo que he conducido, de hecho. En parte gracias a algo que Ford llama Control Activo de Ruido o Active Noise Control, que funciona genial: actúa como los auriculares con cancelación de sonido, contrarrestando ruidos no deseados en el habitáculo. Así, el SUV tiene tres micrófonos en su interior que recogen el ruido no deseado del motor y la transmisión, y a través de los altavoces emite unas ondas de sonido que bloquean el sonido exterior. Los cristales también son acústicos, por lo que solo oirás el inquietante sonido del viento o las ruedas.

¿Y qué hay de los motores?

Están bien. Los hemos visto antes en el Mondeo y el S-Max. Me gustaron entonces y me siguen gustando ahora. Sin embargo, no te esperes un rendimiento demasiado alegre. Seguro que te gustaría ver el V6 por España, pero de momento no va a ser posible. Los motores diésel son lentos, aunque no echarás en falta más par en la mayoría de los casos a no ser que lleves demasiada carga.

La versión de 210 CV hace el 0-100 km/h en 9,4 segundos y tiene una velocidad máxima de 210 km/h. El de 180 CV tarda medio segundo más en alcanzar los 100 km/h y llega hasta los 200 km/h. Ambas opciones tienen un consumo de 5,8 litros/100 km y emiten 149 g/km de CO2 con la ayuda de la tecnología Auto Start-Stop. Tanto la caja de cambios automática como la manual, funcionan perfectamente.

Ford Edge 9

¿Y el interior?

Olvídate del interior por un momento. ¿Qué tal el exterior? El Ford Edge no se parecerá a los Ford que has visto hasta ahora en Europa y eso es bueno, me gusta. Parece más interesante que muchos de sus competidores y para algunos eso ya es suficiente.

En el interior es menos bueno. Debido a que el Edge se basa en la misma plataforma que sustenta el Mondeo, el S-Max y el Galaxy, el habitáculo te resultará familiar si has tenido o te has sentado en un Ford de los grandes en el último par de años. La calidad es buena, sin embargo, y la cantidad de espacio es generosa. Un conductor de estatura media puede sentarse con otro ser humano de tamaño similar atrás sin problema.

¿Es caro?

Los precios del Ford Edge comienzan en los 43.425 euros del acabado ‘Trend’ con cambio manual y motor de 180 CV, hasta los 51.925 euros del acabado Sport con cambio automático y motor de 210 CV (el coche de color naranja que ves en las fotos de la galería de arriba).

Aquí tienes los precios de toda la gama disponible por el momento en España:

2.0 TDCi 180 CV 4x4 Manual Trend: 43.425 euros.

2.0 TDCi 180 CV 4x4 Manual Titanium: 46.425 euros.

2.0 TDCi 180 CV 4x4 Manual Sport: 47.925 euros.

2.0 TDCi 210 CV 4x4 PowerShift Titanium: 50.425 euros.

2.0 TDCi 210 CV 4x4 PowerShift Sport: 51.925 euros.

¿Cómo está de precio el Edge comparado con la competencia?

Muy bien. El Q5 empieza en 41.750 euros, el X3 alrededor de 40.450 y el envejecido XC60 en 38.676 euros. Todos son precios sin descuento, pero como tampoco se sabe con qué campañas saldrá el Ford Edge al mercado, así se comparan mejor.

Entonces, ¿cuál es el veredicto?

No está mal. Es un coche brillante para ir y venir, pero no genera mucho entusiasmo en el conductor. La marca dice que tiene 500 pedidos ya, pero esas cifras aún están lejos de sus competidores alemanes. ¿Conseguirá plantarles cara? El tiempo, y sobre todo los números decidirán...

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Etiquetas: SUV