Prueba retro: el Alfa Romeo 156 GTA es uno de esos deportivos de los que ya no hay

Prueba Alfa Romeo 156 GTA

Un V6 y un buen chasis: ¿es que es pedir demasiado?

Si hay que creer a los fabricantes de automóviles, existe un atributo común a todos los coches: son "divertidos de conducir". Pero en pocos coches eso llega al extremo del Alfa Romeo 156 GTA que hemos probado

Coches deportivos

Coches deportivos

Los coches deportivos nos hacen soñar despiertos: grandes prestaciones, promesa de sensaciones al volante, de una conducción sin igual. Los hay grandes, pequeños, bonitos, feos, caros y baratos. Pero todos ellos tienen en común una cosa: si merecen la pena, están aquí. ¡Sigue el link!

Como no podía ser de otro modo, Alfa Romeo hacía esa afirmación en 2002 cuando el 156 GTA era un coche nuevo que destacaba por encima de otros modelos como los BMW 330i o los Audi A4 3.2 FSI.

Al igual que los Alfa 156 normales, no cambia demasiado en el exterior, aunque los GTA (también el 147) tiene unas preciosas llantas que esconden grandes pinzas Brembo, una toma de aire mayor y unos alerones delanteros más grandes. En los laterales colocaron faldones más aerodinámicos, mientras que la trasera tiene tubos de escape gemelos y una aleta "extractora" que hace las veces de difusor que ayuda a pasar el aire desde delante.

Un interior con 'passione'

Antes de iniciar la prueba del Alfa Romeo 156 GTA paso a su interior. Aquí tampoco había un cambio masivo en el enfoque visual; solo una serie de mejoras deportivas que incluyen pedales de aluminio, un volante nuevo, asientos delanteros deportivos... 

Los que tenían un 156 también se darían cuenta de que en el GTA había más airbags, materiales nuevos en algunas partes, nuevos biseles en los instrumentos y una consola central completamente nueva con climatizador de doble zona.

Interior del Alfa Romeo 156 GTA
Top Gear

El motor del 156 GTA: evolución del V6 3.2

Bajo el capó solo había un motor disponible, una evolución del 3.2 V6 a 60 grados con 24 válvulas. La potencia del Alfa 156 GTA es de 250 CV a 6.200 rpm y el par sube hasta los 300 Nm a 4.800 rpm. Con estas cifras conseguía un 0 a 100 km/h de 6,3 segundos y 250 km/h de velocidad máxima. 

Nosotros pudimos probar el coche a lo largo del antiguo trazado de la Targa Florio en Sicilia. El asfalto roto y la gran cantidad de curvas no fueron el terreno más adecuado para comprobarlo, pero sin duda no son cifras irreales.

Otra prueba retro: BMW M3 CSL

Y es que el Alfa 156 GTA no solo es rápido. También se siente rápido. Pisa el acelerador y el V6 sonará de maravilla. La entrega de potencia es amplia y fluida. A velocidades de autopista puedes ir en sexta a unas 2.000 rpm y, esto es lo que me gusta, te permite ganar velocidad con mucha rapidez sin necesidad de cambiar de marcha. 

Lo hemos mencionado de pasada, pero merece un poco más de protagonismo: ¡cómo suena de bien! No es un coche ruidoso, ni se puede decir que el sonido del 3.2 se meta demasiado. En cambio, es nítido y dulce. 

Motor del Alfa Romeo 156 GTA

Top Gear

A la hora de escoger transmisión, había dos tipos de cambio, ambos reforzados: estaba la caja manual de seis velocidades con guiado rápido y razonablemente preciso y la Selespeed, que permitía bastante diversión al volante.

¿Te dan miedo los Alfa Romeo? ¿Qué tal un Alfasud de dos motores?

El nuevo 156 mantenía la tracción delantera de su predecesor el 155 y muchos pensaban que sería buena idea que, de nuevo, volviera la propulsión que se dejó atrás en el Alfa 75.

El caso es que en Turín mantuvieron esa configuración y añadieron controles que en la época no eran tan comunes como ASR, (además de EBD y ABS, por supuesto) que mejoraban significativamente la conducción. Estaban calibrados para ser menos intrusivos, aunque sin duda parte de sus buena maneras se deben al trabajo que hicieron los los ingenieros, con un tren de rodaje específico (era 13 mm más bajo que los 156 normales, por ejemplo), muelles y amortiguadores más duros, estabilizadora más gruesa...

En marcha se nota que la dirección es muy rápida: necesita 1,75 vueltas entre topes, lo que es una pasada (y un 25 por ciento más directo que los demás 156). Según la marca, la del GTA es la dirección más directa de cualquier automóvil producido en serie. En todo caso, puede colocarse con precisión e instintivamente a gran velocidad; no te hará un nudo en los brazos al pasar por una horquilla y tampoco te asustará si te encuentras con un bache en plena trazada.

El resultado es que el Alfa Romeo 156 GTA que se agarra con fuerza, se dirige rápido y se desplaza  cómodo, ya sea a baja velocidad sobre los baches sicilianos o en tu carretera de montaña favorita incluso hoy en día.

Además, los frenos funcionan sin problema en términos de sensación y potencia. En zonas de curvas puedes inducir tanto el subviraje como el sobreviraje. El primero con más dificultad de lo que te puedes imaginar en un deportivo de tracción delantera y el segundo con un poco de práctica. Pero en general es un coche muy equilibrado que te deja jugar con confianza y seguridad antes de que intervenga la electrónica del chasis.

Durante la prueba, no fueron necesarios más que unos pocos kilómetros para ver que el nuevo Alfa 156 GTA tiene un motor muy completo y una gran dinámica. A la hora de escoger, seguramente haya muchos puristas que opten por un BMW Serie 3 de tracción trasera, pero tendrán que conducir muy rápido para poner distancia entre ellos y el GTA...

Un texto de Tom Stewart

Nuestro veredicto

9

Etiquetas: coches clásicos