Prueba del BMW M240i Cabrio: la fuerza del M2 en un descapotable

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En esta prueba del BMW M240i Cabrio queremos comprobar si el nuevo motor de 340 CV merece la pena tanto como dice la marca alemana y las diferencias con el coupé.

¿Qué es ésto?

La prueba del BMW M240i Cabrio nos pone ante un reto difícil: justificar el cambio de nombre, aunque el nuevo coche sea idéntico al anterior M235i y sólo tenga un nuevo motor. Pero claro, no lleva cualquier motor. Equipa el mismo propulsor del que ya te contamos todo en la prueba del BMW M140i.

Es uno de los nuevos motores modulares de BMW que usa los mismos cilindros que los Mini y que gastan menos combustible y contaminan menos que los viejos propulsores de seis cilindros en línea. Eso sí, esos mejores números (7,4 l/100 km y 169 gr) se consiguen con la caja de cambios automática de ocho velocidades a costa de pagar casi 3.000 euros más sobre el precio base. Con el manual subimos a 8,4 l/100 km y 189 gr.

El precio es importante y a tener en cuenta en este tipo de modelos y segmento. El BMW M240i cuesta 55.950 euros. Su mayor rival es el Audi S3 Cabrio que sale por 57.960 euros y no te olvides que el Porsche 718 Boxster lo tienen en unos 60.000 euros, pero claro con la mitad de asientos, eso sí. De momento no conviene complicar las cosas, así que sigamos con la prueba del BMW M240i Cabrio.

¿Un coche con capota de lona y un motor de seis cilindros? Sonará espectacular

No creas que el BMW 240i va aullando por donde va. El aumento de sonido con respecto a la versión anterior es casi imperceptible la mayor parte del tiempo y para un motor turbo, los seis cilindros deberían ofrecer una recompensa según vamos subiendo de revoluciones. A partir de las 5.500 rpm sí se escucha más ronco y enfadado llegando así hasta las 7.000 rpm.

Un BMW M2 dorado con 630 CV

Al ser un descapotable pensarás que puedes dejarte los oídos al pasar por un túnel, pero no es así. A pesar de que no lleva un escape específico M, el BMW M240i hace su trabajo. El tubo de escape ha sido rediseñado y con cada pisotón fuerte al acelerador suena un estallido alegre. No suena como el BMW M2, pero casi.

¿Cómo es este Cabrio?

Es muy agradable. Es un cuatro plazas de verdad, el descapotable de la serie 2. Al no tener una protección justo detrás de los asientos delanteros, puedes pensar que se va a formar una molesta tempestad de aire en los asientos traseros al ir descapotados, pero afortunadamente en la prueba del BMW M240i hemos podido comprobar que no es así.

Para accionar el techo, sí te cuento que es más lento e incómodo a lo que puedes estar acostumbrado en un BMW y te aconsejamos que lo hagas en parado, si ahora sí, no quieres sufrir las molestias del viento. Si aún así quieres hacerlo en movimiento, puedes quitar la capota de lona hasta una velocidad no superior a los 50 km/h en unos 20 segundos.

¿El techo de lona le quita deportividad o confort?

Es cierto que el BMW M240i Cabrio pesa 1.690 kilos, es decir 145 más que el techo duro, pero sigue siendo muy rápido. Eso sí, para que te hagas a la idea pesa más que el Range Rover Evoque.

En cuanto a las ‘molestias’ que te puede ocasionar la capota de lona, tienes que asumir una ligera vibración en la luna trasera, pero tampoco nada preocupante y los ruidos en el techo se notan a ritmos altos. Es comprensible, no debes comprarte este tipo de coches sin haberlos probado antes.

Pero si lo tienes claro y te gusta llevar tu pelo al viento, el BMW M240i Cabrio es muy buen coche. ¿Lo dudabas?

Nuestro veredicto

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