9 compactos deportivos sin sentido (pero inolvidables)

Renault Clio V6.
Si el nuevo Volkswagen GTI no te acaba de llenar... acuérdate de estos, que no lo tuvieron fácil

Hay una serie de coches compactos deportivos sin sentido que, sin embargo, un día parecieron indispensables para las marcas; y es que por alguna razón particular, fabricantes como Nissan, Audi o Mercedes vieron oportunidades donde, quizá, no las había. 

¿El resultado? Sus creaciones en forma de compactos deportivos fueron una locura y aunque podían tener su aquel, no encajaban ni por precio, ni por filosofía y muchos de ellos, ni por rendimiento... ya que prometían más de lo que luego fueron capaces de ofrecer.

Aquí tienes algunos ejemplos que aunque fueran inolvidables, no terminaron de encajar... ¿Crees que esto le podría pasar algún día a Volkswagen con coches como el Volkswagen Golf GTI 2020?

Renault Clio V6

Renault Clio V6

El Renault Clio V6 era, básicamente, un Clio con un motor V6 del Laguna en sus asientos traseros…  pero lo cierto es que sus 230 CV no eran demasiado rápidos. Tenía también tracción trasera y el radio de giro de un tren interurbano; ya sabes, un poco de locura francesa. 

Audi A1 quattro

Audi A1 Quattro.
Audi A1 Quattro.

Antes de que llegara el S1, Audi lanzó un tributo a los rallys con un A1 con ruedas de diseño de aero turbina, pintura blanca con detalles rojos y tracción integral quattro. Esto requería también una nueva suspensión trasera y un depósito de combustible especial. Era caro (en torno a 53.600 euros) y estaba limitado a 333 unidades: una especie única. 

Volvo V40 T5

Volvo V40 T5

El familiar V40 de Volvo estuvo disponible durante un corto periodo de tiempo con un motor de cinco cilindros y 2,5 litros, compartidos con los Ford más rápidos (ejemplo: Ford Focus ST), asociado a un cambio automático de seis velocidades y con tracción a las cuatro ruedas. Se vendió en la misma cantidad que el Microsoft Zune... pero hoy es un unicornio. 

Mercedes A200 Turbo

Mercedes A200 Turbo

Antes de que el Mercedes Clase A se ‘deportivizara’ para estar a la altura de modelos como el Audi A3 o el BMW Serie 1, su concepto era muy diferente: más cuadrado, espacioso y muy seguro en accidente. Sin embargo, el Mk1 falló la "prueba del alce" al volcar, lo que le hizo ganarse una fama injusta, aunque el ESP rectificó el problema

Entonces, Mercedes añadió un turbo para convertirlo en un coche de alto rendimiento capaz de ofrecer 200 CV y acelerar de 0 a 100 km/h en 8 segundos. Pero realmente no podía ser considerado como un coche de alto rendimiento... 

Vauxhall Chevette HS

Vauxhall Chevette HS

A veces, los modelos especiales de homologación dieron vida a coches legendarios... pero cuando el coche del que procedían era igual de aburrido, el resultado solía ser un sin sentido igualmente. Este Vauxhall Chevette HS es un buen ejemplo: un motor de 2.3 litros y 136 CV para un peso muy bajo y una potencia transmitida solo a las ruedas traseras. 
 

Abarth 850TC

Abarth 850TC

¿Puede un coche de 59 CV ser considerado un compacto deportivo? Sí, un compacto deportivo sin sentido. Aunque realmente, esa potencia estaba disponible para 800 kg y de hecho, estaba bien aprovechada... hasta el punto de conseguir una victoria en la carrera de los 500 km de Nürburgring en 1961.  Por cierto, la cubierta del motor tenía que estar permanentemente abierta para refrigerar la mecánica.

Nissan Micra R

Nissan Micra R

Nissan decidió un día que era buena idea crear un one-off del Nissan Micra añadiéndole un motor de 350 CV situado en posición trasera, con tracción trasera y una jaula antivuelco. No le dieron luz verde para producción... 

MG Metro 6R4 Clubman

MG Metro 6R4 Clubman

El Metro 6R4 pertenece al 'hall de la fama' del Grupo B, pero jamás lo hubiera logrado si no hubieran fabricado 200 unidades homologadas para carretera. Montaba un V6 de más de 253 CV, pero no era equiparable con sus contrincantes turboalimentados y su precio, más de 50.000 euros en 1986, le convertían en un sinsentido. 

Opel Meriva OPC

Opel Meriva OPC

Opel para nosotros quiso lanzar un supermini monovolumen para acompañar al Astra OPC y al Zafira OPC. ¿Cómo? Acoplando un turbo al motor 1.6 litros y aumentando así la potencia del Meriva hasta los 180 CV (frente a los 109 originales). Además, se redujo su altura al suelo, se aumentó su rigidez y se le añadió un kit de carrocería específico. ¿Demasiado para un Meriva? Costaba en torno a 19.342 euros... y un Ford Focus ST podría adquirirse por casi 1.200 euros menos, lo que potenció su fracaso.