Así era el primer AMG de Mercedes: el C36

Mercedes C36 AMG
Cuando los caballeros se ponen el chándal...

Seguramente pienses que el primer AMG de Mercedes fue el 300 SEL 6.8. Y en cierto modo no estarás equivocado, puesto que se trata del primer Mercedes preparado por la marca de Affalterbach. Pero en realidad la empresa formada por Werner Aufrecht (A), originario de Grossaspach (G), y Eberhard Melcher (M) aquellos tiempos se dedicaba a las preparaciones y estaba afincada en Burgstall, no en Affalterbach.

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"Venga, te lo acepto", puedes pensar. "Entonces, el primer AMG fue el W124 apodado de "Hammer". Tampoco. Esta creación fue una especie de escaparate de AMG para demostrar que podía hacer coches de calle tan brutales como sus creaciones de competición. Podía utilizar un V8 con 375 CV, aunque había alguna versión menos potente. Hammer ("Martillo", en español), representaba algo para lo que en aquellos años nadie estaba preparado: una berlina de representación rápida no, rapidísima, y con un carácter sencillamente brutal. Y no exagero.Pero en realidad el primer AMG de Mercedes, el primero oficial de verdad, fue el C36 AMG. El primer Mercedes Clase C de la historia tenía la dura tarea de sustituir al clásico Mercedes 190, que en su día generó controversia porque fue el primer modelo 'barato' de los de Stuttgart. Con el paso de los años el 'Baby Benz' se hizo un hueco en el corazón de los aficionados, por lo que el coche nuevo que llegara para sustituirlo debería ser digno. Más que digno.

Erhard Melcher trabajando en un motor en los primeros días de AMG
 

A por el BMW M3

Mercedes C36 AMG

Por eso en Mercedes pensaron en lanzarse a la piscina y asociarse con esos preparadores que tan buenos resultados estaban dando en competición. Cuando AMG se convirtió en subsidiaria de Mercedes se empezó a trabajar en diversos proyectos, de los que el Mercedes C36 AMG fue el primero.

¿Por qué necesitaba Mercedes un modelo así? Sencillo: el BMW M3 36 de 286 CV estaba reinando con tranquilidad sin que nadie estuviera ahí para hacerle. Nadie de su tamaño podía toserle en la autobahn. Quizá algún japonés del estilo del Galant VR4, pero con 240 CV, este Mitsubishi poco podía hacer a la hora de pisar a fondo.

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El Mercedes C36 llegó con una potencia de 280 CV a 5.750 rpm y un par máximo de 385 Nm a 4.000 vueltas, por lo que podía alcanzar fácilmente los 250 km/h, momento en que entraba el limitador. Como ocurre en estos casos, el pacto tácito entre marcas para no superar esa velocidad en aras de la seguridad y la responsabilidad (¡!), no existía en los circuitos: el C36 alcanzaba los 277 deslimitado.

El primer AMG de Mercedes estuvo poco tiempo en producción, por lo que se trata de un modelo tirando a raro. Se hicieron 5.200 unidades en apenas un par de años, hasta que el apareció C43 con el primer V8 que montó la Clase C.

Con cigüeñal de un diésel de cinco cilindros

Mercedes C36 AMG

En el caso del Mercedes C36, el motor era un seis en línea atmosférico que procedía del elegante C280. Este utilizaba un seis cilindros (el motor M104) que acabó trasplantado en el vano motor del C36. Pero podrás imaginar que no lo pasaban tal cual.

El M104 estaba disponible con diversas cilindradas: 2.8, 3.0, 3.2 y 3.4 (este en realidad lo montaba AMG en los W124 antes de ser "oficiales"), pero en Affalterbach aumentaron aun más la cilindrada hasta los 3,6 litros. Para ello tuvieron que agrandar el diámetro de los pisones en 2,1 milímetros (pasó a tener 91 mm). También utilizaron el cigüeñal del motor OM603, que es uno de los diésel de cinco cilindros que utilizaban los W124, para aumentar la carrera de los pistones 18,9 milímetros adicionales.

Pero aparte, se forjaron nuevos pistones con camisas más cortas y se desarrolló un nuevo sistema de admisión, se añadió un escape menos restrictivo (y más sonoro) y modificaron la admisión y la electrónica del motor.

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El aumento de prestaciones conllevó una puesta a punto específica. Utilizaron un set-up casi de competición en las suspensiones que rebajaba la altura en 25 mm y acoplaron unas estabilizadoras más gruesas para reducir el balanceo. Para detenerlo se emplearon piezas existentes en la casa: los frenos delanteros provenían del Mercedes SL600 V12 y los traseros del Mercedes E420.

Para pasar toda la potencia a las ruedas traseras se utilizaba una caja automática de cuatro velocidades modificada para el aumento de prestaciones. Por ejemplo, las leyes del cambio aguantaban más las marchas y propiciaban el kickdown con mayor rapidez que en los modelos de serie. Además, no podía ser de otro modo, llevaba un control de tracción electrónico que era de lo mejor para la época.

Hoy en día hacerte con el primer AMG de Mercedes no es caro. Puedes hacerte con un C36 AMG por menos de 10.000 euros, por lo que hacerte con un poco de historia está a tu alcance. Otra cosa será el mantenimiento...