Un Alfa Romeo GTA es algo emocionante, algo que Alfa Romeo se sacó de la manga para combinar como pocos la elegancia y practicidad de la calle con la deportividad salvaje y radical de los coches deportivos procedentes de las carreras. Gran Turismo Alleggerita, o en castellano el equivalente a Gran Turismo Aligerado, es el significado de estas tres letras que forman parte de la historia del automóvil.
Y es que un Alfa Romeo GTA simboliza lo mismo que un Ferrari GTO o un Volkswagen GTI, ya puedes cambiar la letra que al final siempre viene siendo lo mismo: una versión más deportiva, más potente, más ligera y creada para sacar una sonrisa. Hoy repaso todos los Alfa Romeo GTA de la historia y seguramente llegarás a dos conclusiones: hay demasiado pocos y qué bueno que esté de vuelta. ¡Bienvenido Alfa Romeo Giulia GTA!
Alfa Romeo Giulia Sprint GTA de 1965
El Alfa Romeo Giulia Sprint GTA es el primer Alfa Romeo GTA de la historia, una versión que, tal como indica su nombre, destacaba por su peso recortado al máximo y por haberse usado incluso en el mundo de la competición. Fue en 1965 cuando la firma italiana decidió someter al Alfa Romeo Giulia GT a una cura de adelgazamiento extremo, y eso que el coche no estaba gordo: sólo pesaba 950 kg.
Estamos ante una de las dietas más brutales sobre cuatro ruedas. El interior se modificó por completo siguiendo la reglas del mundo de la competición, se instalaron paneles de aluminio en la carrocería, ventanillas de plástico o llantas de magnesio. ¿En qué se traduce todo esto? 210 kg menos. Algo más de un 20% del peso total del coche se quedó en nada.
Se crearon dos versiones, una para la calle con 115 CV y una para las carreras con 170 CV y con una relación peso potencia superior a la de un BMW M3 E46. ¡Hablamos de 1965! Qué nadie se olvide. Pero es que poco después se creó un Alfa Romeo Giulia Sprint GTA SA sobrealimentado, que con sus 250 CV igualaba el ratio peso/potencia de un Ferrari F430 del Siglo XXI. ¡Locura!
Alfa Romeo 1300 Junior GTA de 1968
El Alfa Romeo Giulia GT Junior fue un coche creado más para evitar impuestos que para generar emoción. La ley italiana empezó a cobrar impuestos a los vehículos de alta cilindrada, por lo que muchas marcas se vieron obligadas a rebajar la cilindrada de los motores de sus coches. ¡Incluso Ferrari tuvo que hacerlo con el Ferrari 208!
El Alfa Romeo 1300 Junior GTA equipaba un pequeño motor de 1.3 litros capaz de producir 110 CV, aunque poco después Autodelta modificó algunos ejemplares con inyección de combustible, lo que permitió incrementar la potencia hasta los 160 CV.
El Junior GTA fue el menos 'aligerado' de todos, una herramienta que tuvo mucho de marketing dada la buena imagen que tuvo su antecesor. Es como el Mercedes-AMG C63 que equipa un motor de 4.0 litros en lugar de uno de 6.2 litros. Cosas del marketing.
Foto: Marvin Raaijmakers
Alfa Romeo GTAm de 1969
Después del bajón del Junior, Alfa Romeo presentó en 1969 un coche absolutamente salvaje. La versión M de su GTA de carreras. 240 CV, un peso pluma y una imagen que no podía ser más atractiva, con detalles chulos por todas partes.
En este caso, en lugar de seguir basado en el Giulia GT o en el GTA original, se basó en el nuevo Alfa 1750 GT Veloce. ¡Una maravilla!
Foto: GTHO
Alfa Romeo 155 GTA de 1993
El Alfa Romeo 155 GTA es una de las grandes oportunidades perdidas de la historia del automóvil. En los 90, los BMW M3 E30 y los Mercedes 190-E Cosworth se pegaban de leches en los circuitos y también en la calle. En 1993 se presentó el Alfa Romeo 155 GTA, una versión desarrollada por Sergio Limone y Alfa Romeo Corse, con el alma de los míticos Lancia Delta de competición.
Era el momento oportuno para crear una berlina deportiva absolutamente espectacular, en un momento en el que estas vivían una era de esplendor. Alfa Romeo se lanzó a la piscina con el 155 GTA, lo llegaron a presentar e incluso fue el encargado de convertirse en coche médico durante el GP de Italia de 1994 en Monza.
Tenía un motor de de 2 litros turbo con 190 CV y tracción integral. Un mata-alemanes en toda regla. Pero Alfa Romeo hizo números y vio que el coste de desarrollarlo era demasiado alto, que no podría recuperar el dinero invertido y considero que simplemente por imagen no resultaba interesante. La idea de producirlo en serie fue rechazada.
Pero entonces llegó un tercer actor: Zagato. A priori no tienen mucho en común, pero Zagato sí decidió crear lo que Alfa Romeo no se atrevió a hacer. Presento el Alfa Romeo GTA-Z y el Alfa Romeo TI-Z, aunque que nadie se confunda, no eran más que modificaciones estéticas inspiradas en el prototipo creado por Alfa Romeo Corse.
A nivel de chasis no había mejoras y Zagato creó estas dos versiones cuya principal diferencia era el motor: el TI-Z era más próximo a la idea original, con un motor de cuatro cilindros, mientras que el GTA equipa el maravilloso V6 de la firma. En cualquier caso, un gatillazo en toda regla.
Alfa Romeo 156 GTA de 2001
Con la llegada del nuevo siglo se decidió recuperar la idea de crear una berlina con aires deportivos. ¿Más ligero? Nah, pero hay que reconocer que las siglas GTA sonaban bien en un 156 más deportivo.
No era más ligero, pero hay que reconocer que el Alfa Romeo 156 GTA es uno de los sedán más bonitos de los últimos tiempos. SU motor V6 Busso de 250 CV era sinfonía pura y su capacidad dinámica no era del todo mala, aunque obviamente el peso no era su aliado, tal como su nombre debería indicar.
Además, contaba con un sistema de tracción delantera que muchas veces sufría por digerir toda esa potencia, además de una cantidad ingente de plásticos duros de procedencia Fiat y una calidad de fabricación algo cuestionable.
Sin embargo, somos capaces de olvidarlo todo con mirarlo en detalle. ¡Incluso contaba con una versión familiar! Para qué quieres más.
Alfa Romeo 147 GTA de 2002
Alfa Romeo entró con ánimos al Siglo XXI y el Alfa Romeo 147 GTA sí mejoró ahí donde el 156 fallaba. No, tampoco contaba con una importante reducción de peso, pero el coche era más pequeño y sí, algo más ligero, por lo que su comportamiento dinámico era algo mejor. En cualquier caso, hablamos de uno de los compactos deportivos por excelencia.
¡Miradlo! No puede ser más sexy. Todavía recuerdo el ronroneo de su motor cuando de tanto en cuanto me lo cruzaba en mi camino. Un coche puramente Alfa Romeo donde las sensaciones eran lo primero: con cuatro toques aquí y allá te podía quedar un deportivo muy emocionante.
Alfa Romeo MiTo GTA de 2009
En 2009 se intentó recuperar la esencia GTA con el MiTo, el modelo más compacto de la firma. El Alfa Romeo MiTo fue el comienzo de la debacle de la firma italiana, al menos hasta la llegada del actual Giulia. Un posible rival del Mini montado sobre una plataforma de General Motors y con motores Fiat.
Con el MiTo GTA intentaron arreglar ese desastre, presentándolo en forma de prototipo en el Salón de Ginebra de 2009. Pero ni por esas. Un Alfa Romeo equipando las siglas GTA sin ser un GT, sin ser más ligero, sin chasis Alfa, sin motor Alfa y por no ser, no era ni bonito. Todo un sin sentido en una de las épocas más complicadas para la marca.
Alfa Romeo Giulia GTA de 2020
Pero dicen que después de la tormenta llega la calma y en el caso del Giulia GTA y del GTAm, más que una calma es toda una bendición. Un GTA que vuelve a tener chasis Alfa, motor Alfa, que se puede considerar como un GTA y encima, ¡más ligero! Ahora sí amigos, ahora sí.
El Giulia GTA habría sido la estrella del Salón de Ginebra 2020 si no llega a ser por el maldito Coronavirus. Y es que, en un momento en el que todos están obsesionados con la electricidad, el futuro verde y la salud del planeta, Alfa Romeo ha vuelto a sus orígenes para presentarnos un coche que nace clásico.
La fórmula es de sobras conocida: más ligereza, más potencia, una puesta a punto más deportiva y un diseño sobrecogedor. Espectacular lo mires por donde lo mires. El único problema es que solo fabrican 500 de cada uno. ¡Corre al concesionario, corre! Probablemente sea tu última oportunidad en este mundo de cambios.