Hace unos días supimos de la existencia del Opel Astra GSe, la nueva variante del modelo alemán con un toque más deportivo. Sin embargo, aunque este sea técnicamente un compacto deportivo -que también se ofrece con carrocería familiar-, es evidente que ese concepto ha cambiado mucho desde los tiempos de modelos como el Opel Kadett GSI 2.0 16v.

Ese es uno de los predecesores de este modelo y las diferencias entre ambos son claras. Una de las más grandes es que el Astra GSe será un híbrido enchufable. Sin duda, hace décadas las cosas eran diferentes y los compactos deportivos solo se enfocaban en una cosa: ofrecer la máxima emoción al volante. Aquí van 9 modelos que lo demuestran.

Opel Kadett GSI 2.0 16v

A mediados de los 80 llegó la versión deportiva del Kadett, con 115 CV. Sin embargo, aquello fue solo el comienzo de una lista de variantes cada vez más prestacionales. Una de las más recordadas es el 2.0 de 16 válvulas, con 156 CV de potencia y 203 Nm de par, lo que le permitía alcanzar 218 km/h de velocidad máxima. Esto, en 1987.

Opel Astra GSI

Sea como fuere, si hablamos del Kadett, conviene hablar de su sucesor. Ya en los 90, Opel lanzó otro compacto deportivo muy recordado: el Astra GSI. Se ofreció con varias motorizaciones, pero el más prestacional fue el 2 litros de 16 válvulas con 150 CV de potencia y 150 Nm de par. Ofrecía unas buenas sensaciones en recta, aunque en curvas era subvirador.

Volkswagen Golf GTI

Por supuesto, entre los compactos deportivos, no debemos pasar del Volkswagen Golf GTI. Podemos ver en este propio modelo cómo han cambiado ciertas cosas a lo largo de todas sus generaciones. Actualmente sigue siendo un coche emocionante, pero la primera generación es la más recordada por lo divertida que era. Y eso que ofreció 110, 112 y 136 CV.

Volkswagen Polo G40

Aun así, hay otro Volkswagen que también cautivó a muchos, aunque sin llegar a ser tan popular como el Golf. El Polo G40 fue la versión deportiva de este otro modelo alemán y llegó en 1987 con una potencia de 115 CV. No era espectacular, pero era suficiente como para disfrutar al conducirlo.

Peugeot 205 GTI

Desde Francia también llegaron pequeños deportivos interesantes y uno muy emblemático fue el Peugeot 205 GTI. Llegó inicialmente con 105 CV, pero más adelante contó con 122 e incluso 130 CV. Así, se trataba de un coche en el que no era difícil pasarlo en grande, aunque no era tan potente como algunos de sus rivales. De cualquier forma, siempre fue un coche muy querido.

Peugeot 309 GTI

También Peugeot trajo en los años 80 otra variante deportiva peculiar, la cual no es tan recordada. Sobre el 309, la marca del león creó la configuración GTI, que montaba un motor de 1,9 litros con 130 CV. A finales de la década contó con 160 CV lo que, sumado a sus 975 kg de peso, daba lugar a grandes momentos. 

Renault 5 GT Turbo

Es innegable que este es uno de los compactos deportivos más famosos de Renault, aunque parte de la fama de los 5 con turbo se debía a la leyenda urbana de que el turbo saltaba al reducir… Aun así, el GT Turbo era realmente emocionante gracias a su motor de 1,4 litros con 115 CV -llegó a 120 CV-. Con menos de 900 kg de peso, este podía pasar de 200 km/h.

Ford Escort XR3i

Otro coche en el que la ligereza jugaba en favor de la diversión al volante. En la primera mitad de los 80, llegó esta versión deportiva del Ford Escort, en la que la ‘i’ significaba “inyección”. Esto supuso un aumento de potencia respecto del Escort XR3, de manera que el XR3i llegó a 105 CV. No era un cohete, pero te dejaba con una sonrisa.

Lancia Delta HF Integrale

Para finalizar, no podíamos olvidarnos de uno de los Lancia más grandiosos de las últimas décadas. Las versiones HF Integrale llegaron a finales de los años 80 con 185 CV, pero terminaron ofreciendo 215 CV en los 90. Esta vez no se trataba de un coche especialmente ligero y ágil como otros de la lista, pero era una máquina muy seria en su momento.