5 frikadas que pocos conocen de Bentley

5 frikadas de Bentley

Iván Fombella

En 1919, hace ahora 102 años, Walter Owen Bentley creaba una marca cuyo nombre quedaría para siempre asociado, a un mismo tiempo, a la velocidad y al lujo. Una larga historia que da para mucho: desde diferentes dueños (Rolls-Royce, Volkswagen...) hasta rumbos muy distintos, pasando por victorias (muchas) y derrotas (sobre todo financieras). Y también ha habido sitio, desde luego, para las anécdotas y los datos curiosos. Por eso, hoy te traemos 5 frikadas que pocos conocen de Bentley. ¿Quieres descubrir algo más de este fabricante inglés por los cuatro costados? Vamos allá.

Bentley Boys, el origen del mito

Frikadas Bentley Boys

Woolf Barnato, Tim Birkin, John Duff... Uno de los grupos más destacados de la alta sociedad londinense de entreguerras eran los Bentley Boys. Aristócratas, millonarios, playboys, enamorados de la velocidad y exitosos pilotos de carreras. Admiradores de la marca desde el principio, ellos fueron los responsables de los triunfos del fabricante en sus primeros años. Y tan comprometidos estaban que Barnato incluso invirtió en ella cuando empezó a atravesar problemas financieros.

Birkin, por su parte, fue el responsable del Blower, con su enorme sistema de sobrealimentación, quizá el modelo más legendario que ha llevado las alas. Ellos fueron también, según cuentan las crónicas sociales, los creadores del llamado 'cóctel Bentley'. Al parecer, cuando se disponían a celebrar una de sus frecuentes victorias, se encontraron el bar de su club casi vacío. A excepción de dos cosas: calvados y un licor llamado dubonnet. Haciendo de la necesidad virtud, mezclaron ambos y... 'voilà!'.

Un logo anti-imitaciones

Frikadas Bentley logo

¿Ves algo raro en esas alas? No, ¿verdad? Pues eso es porque nunca te has parado a contar el número de plumas de uno y otro lado. Supondrás que son iguales, pero en ese caso supondrías mal. Y es que, en 1919, cuando el artista Gordon Crosby lo diseñó, ya había, como hoy, problemas de imitaciones. Entonces no venían de China, pero aún así...

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Lo que se decidió hacer para poder diferenciar rápidamente un original de uno que no lo era fue poner un número impar de plumas. Más a una parte que a la otra. Por cierto, las alas simbolizan la libertad y la velocidad, sí, pero también algo más concreto. Que el fundador, W.O. Bentley, había hecho fortuna con motores para aviones en la I Guerra Mundial, antes de lanzarse al negocio de los coches.

Los "camiones más rápidos del mundo"

Frikadas Bentley camión

En los años 20, Ettore Bugatti estaba haciendo algunos de los coches más veloces, ligeros, refinados y tecnológicamente avanzados del mundo. Pero veía cómo, una vez tras otra, unas enormes bestias (de dos toneladas, pero potentes y fiables) llamadas Bentley ganaban en Las 24 Horas de Le Mans. Y algo de envidia destila el ya histórico mote que le dedicó a uno de los coches de la marca: "el camión más rápido del mundo".

Hay controversia sobre si el blanco de la burla era el Six Speed, que venció en 1929 y 1930, o el hoy mítico pero entonces fallido Blower. Incluso pudiera haber sido el anterior, el 3 Litre. En cualquier caso, en todo un ejemplo de reapropiación de un insulto, los fans de la firma lo convirtieron en una especie de eslogan cachondo. Y aun hoy lo repiten para referirse a los grandes (en todos los sentidos) modelos de todas las épocas. Incluido el actual Bentley Continental GT.

Reyes de Le Mans

Frikadas Bentley Le Mans

Bentley debe de tener uno de los historiales más exitosos posibles en Las 24 Horas. Al menos, en el ratio de victorias por participación. En un principio, compitió en las 8 primeras ediciones. De las cuales se impuso en 5. Y, entonces, en 1930, cuando acababa de levantar el último título, W.O. Bentley anunció que dejaba las carreras. En un alarde de chulería, dijo además que lo hacía porque ya había aprendido todo lo que necesitaba sobre fiabilidad y rendimiento.

Aunque lo más probable es que fuera cuestión de dinero, porque las deudas les circundaban, y apenas un año después estaban en quiebra. De allí les sacó la compra por parte de Rolls-Royce, pero claro, los de Derby no estaban interesados en absoluto en aquellas pérdidas de tiempo. Y, hasta que pasó a manos de Volkswagen, en 1998, no volvió siquiera a plantearse la posibilidad de participar. En 2001, regresó tras 71 años de ausencia, con un plan para 3 años y algo de tecnología de la entonces dominadora Audi. Y, en 2003, por fin, volvieron a triunfar.

Prueba Bentley Flying Spur 2020: ¡el lujo más tecnológico!

Eso sí, siguiendo la filosofía del fundador, se retiraron de nuevo al año siguiente, con la vitola de campeones. Y hasta hoy. Total: 11 ediciones, 6 victorias. Por cierto, se había rumoreado que Bentley retornaría de nuevo a Le Mans en 2024, para conmemorar el centenario de su primer título, pero sus ejecutivos han enfriado esa posibilidad, así que... Lo único que sabemos es que, cuando lo haga, será para ganar, desde luego.

Los indestructibles de Crewe

Bentley Flying Spur Hybrid Odyssean Edition

Todos los Bentley desde 1946 se han ensamblado en el mismo sitio: la fábrica de Crewe, al sur de Mánchester. Y hay que decir que algo deben de hacer bien allí. Porque, según cifras que proporciona el propio grupo Volkswagen, el 80% de los coches producidos en toda la historia de esta marca siguen circulando por las carreteras. Algunos de ellos, con 100 años a sus espaldas.

Lo innegable es la calidad y el mimo casi patológicos que se ponen en estos vehículos. Por ejemplo, probablemente no sepas que todas las piezas de madera que encuentres en una unidad concreta de Bentley provienen del mismo árbol. Sí, hasta ese punto llega el perfeccionismo. Así, no extraña que los 'camiones más veloces del mundo' duren lo suyo.